El Hospital General de la policía persigue a practicantes de Falun Gong hasta el borde de la muerte

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El Hospital General para oficiales de policía en la provincia de Shandong es el responsable de tratar con policías que trabajan en el sistema penitenciario de la provincia de Shandong. De hecho, es una parte de la prisión de Xinkang. Los practicantes de Falun Gong que son torturados hasta el borde de la muerte en las cárceles de la provincia de Shandong, a menudo son enviados al hospital para recibir el así llamado tratamiento médico, cuando los guardias de la prisión se vuelven temerosos de ser responsables de sus muertes. En realidad, el "tratamiento" es una extensión de la persecución. Muchos profesionales que fueron torturados hasta la muerte, murieron en ese hospital. Muy pocos convictos son enviados a esta prisión especial, por lo tanto lo que sucede dentro es rara vez expuesto.

Hospital General de la policía en la provincia de Shandong

Viviendo en terribles condiciones médicas
Los practicantes enviados a la prisión de Xinkang para tratamiento médico, son acompañados por convictos criminales. La mayoría de las veces, los presos que los acompañan son groseros, impacientes e irresponsables hacia la persona enferma y a menudo abusan y lo regañan. Los médicos de las prisiones tampoco lo consideran como tal, sino como un paciente normal. Además, las condiciones médicas y de vida son excepcionalmente malas. Algunos de ellos se han deteriorado más en lugar de mejorarse, después de haber sido enviados allí para recibir tratamiento.

No ponen los precios en los artículos para la venta y las cuentas de los gastos no son públicas, en consecuencia, los prisioneros tratados ahí no tienen idea dónde ha ido a parar su dinero. La calidad de los alimentos es muy mala y los que lo comen pueden contraer diarrea. La mayoría de los convictos enfermos no reciben suficiente comida. Los asistentes son muy perezosos y nadie limpia los baños u otras áreas del hospital, incluso los corredores huelen mal. Una de las salas no tiene malla en la ventana y muchos mosquitos fueron vistos allí. En otras salas, las mallas no han sido limpiadas o cambiadas en cinco o seis años, así que sus orificios están llenos de polvo y no hay ninguna circulación del aire. En verano los pacientes gravemente enfermos, están acostados todo el día en camas malolientes y hasta los asistentes se niegan a entrar en la habitación.

Peor aún, los pacientes con enfermedades contagiosas no están separados de los otros enfermos. Así es que en la misma sala hay pacientes con cáncer, con tuberculosis y con hepatitis, todos compartiendo el agua y otras necesidades. Los pacientes tienen miedo de contraer otras enfermedades, incluso antes que se hayan recuperado de sus enfermedades originales. Tal desprecio por el cuidado más básico de las personas es una violación a la ética médica.

El Hospital participa en la persecución a los practicantes de Falun Gong
Según convictos que fueron previamente tratados en la prisión de Xinkang, el 20 de junio de 2009, la División Nº 11 de la Prisión de la provincia de Shandong, envió al hospital en un automóvil el cuerpo del practicante Lu Zhen, habiendo sido ya golpeado hasta la muerte. Para fabricar pruebas falsas, le inyectaron un goteo intravenoso, luego le hicieron un electrocardiograma y le tomaron fotos del cuerpo. Esto demoró casi dos horas. Finalmente declararon que había tenido una recaída de un ataque al corazón y murió después que fallaron los esfuerzos por salvarlo. Más de 50 presos estuvieron presentes y vieron las heridas y las contusiones en todo el cuerpo de Lu Zhen.

El hospital también tiene una innegable responsabilidad por la muerte de Li Xiuzhen. Según los convictos presentes, Li Xiuzhen fue enviada al hospital porque realizó una huelga de hambre para protestar contra la persecución. Su monitor, a pesar de su condición extremadamente débil, la maltrató golpeándola y regañándola. Los médicos y los policías presentes no impidieron el maltrato. Varios días antes de su muerte, una monitora levantó a Li Xiuzhen, quien estaba reducida a piel y huesos y la obligó a caminar con gran dificultad al baño para que vaciara el balde con saliva. Ella levantó a la Sra. Li por el cuello, como si fuera un perro y entre arrastrándola y empujándola, la hizo vaciar el cubo.

El practicante Bi Jianhong, que estaba al borde de la muerte, fue encerrado y golpeado por los asistentes en una pequeña habitación oscura.

Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2012/10/15/山东省警官总医院迫害生命垂危的法轮功学员-264062.html

Versión en inglés disponible en: http://en.minghui.org/html/articles/2012/11/2/136130.html

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