Crecer en Dafa

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Tengo quince años y este año me gradué en el colegio. Comencé a practicar Falun Dafa cuando estaba en segundo grado. Me siento muy afortunado de ser un joven discípulo de Dafa. Mi madre también es una practicante. Mi padre sabe la verdad sobre Falun Dafa y aunque no es practicante, también se esfuerza por vivir de acuerdo con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia". Tengo una familia feliz y armoniosa.

Dafa me enseñó cómo comportarme
La primera vez que leí el libro Zhuan Falun, estas palabras me impresionaron mucho:


"siendo una persona que refina gong, hay que llegar a no devolver el golpe ni los insultos, hay que exigirse a sí mismo con un estándar alto". (Zhuan Falun)

Dafa me enseñó a ser amable con la gente y a examinarme internamente cuando me encuentre con incidentes desagradables, en vez de aplicar el "ojo por ojo, diente por diente".

Durante el semestre, casi al finalizar el colegio, estaba estudiando un libro en el autobús con el fin de prepararme para un examen. Un anciano que estaba sentado a mi lado, me gritó: "¡Los exámenes ya están encima y tú no estás listo! ¿Qué has estado haciendo?" Me di cuenta que me estaba regañando y me sentí avergonzado. Él siguió molestando y me sentí avergonzado y desolado, pero no le respondí. Sin embargo, por dentro estaba muy agitado y mi amigo, quien se encontraba a mi lado, también estaba molesto. En el camino al colegio, cuando nos bajamos del autobús, no me sentí bien. Recordé el Fa del Maestro:

"Por eso, de ahora en adelante, cuando encuentres conflictos, no los tomes como accidentales". (Zhuan Falun)

Sí, él fue grosero, pero eso no fue una coincidencia. Pensé: "¿No debería mejorar?". De repente me sentí aliviado y hasta agradecido hacia aquel hombre.
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Llegué a comprender cómo tenía que tratar a la gente y lo puse en práctica en la vida cotidiana. Cuando resolvía con éxito los conflictos, sentía paz y alegría en mi corazón y me llevaba bien con la gente a mi alrededor.

Dafa me ayudó a mejorar en mis estudios
Durante la primaria no me dediqué mucho a los estudios y fui un alumno del medio en el quinto grado. Sentí más presión en el sexto grado porque teníamos que empezar a prepararnos para los exámenes de ingreso para entrar al colegio. A comienzo de año me cambiaron a mis maestros, pero yo me adapté rápidamente. Saqué 100 en el examen de matemáticas (les cuento, que saqué 60 en uno de los exámenes anteriores), desde entonces, nunca he sacado menos de 90 en matemáticas. En los primeros años del colegio me asignaron a una clase en la que no era fuerte desde el punto de vista académico, pero tuvimos excelentes profesores, por lo que, bajo sus instrucciones, mi desempeño académico mejoró cada vez más y más durante los tres primeros años. Por supuesto, sabía que era Shifu quien despertó mi sabiduría.

Estudié mucho al comenzar el tercer año del colegio y puse mucha atención en mis notas. Sin embargo, cuando me enfocaba más en mi puntuación, obtenía una nota aún más baja. Un día me di cuenta: "¿No estoy persiguiendo algo?". Decidí rectificar mi actitud. Poco a poco dejé de interesarme en mis calificaciones pero estudié de manera sólida. Durante los exámenes pude concentrarme mejor y logré mejores resultados.

Finalmente, me gradué con honores en la secundaria y fui aceptado en una escuela secundaria superior importante en la que todo el mundo quería entrar. Mirando ahora hacia atrás, me doy cuenta que todo eso sucedió sin mayores contratiempos, gracias a Dafa y al Maestro.¡Estoy muy agradecido del Maestro!


Ayudando a los demás a aprender la verdad sobre Falun Dafa
Cuando era un joven practicante de Dafa en China continental, aprendí la importancia de esclarecer la verdad y salvar seres conscientes. Cuando era pequeño mi madre me llevaba a distribuir material informativo en las calles. Ella aprovechó cada oportunidad que tenía para hablar con la gente y decirles la verdad sobre Dafa. Poco a poco, también aprendí a hablar con la gente, les hablé sobre la verdad y la persecución a Falun Gong, tanto a mis amigos como a mis compañeros de clases. También les dije que amar nuestro país no significaba necesariamente que tenemos que amar también al Partido. Ellos pensaron que lo que les había dicho tenía sentido. Les pedí que analizaran realmente el hecho que en la escuela nos enseñan a dedicarnos por completo al Partido, a amarlo e incluso, que lo consideráramos como nuestra madre. Ellos estuvieron de acuerdo en que esto era ridículo.

Les dije a mis compañeros de clase: "¿No es una gran cosa ser sincero, amable y tolerante hacia los demás?". Ellos estuvieron de acuerdo y les dije que eso era "Verdad-Benevolencia-Tolerancia", los principios que Falun Dafa enseña. Les expliqué que la propaganda del Partido ha engañado a la gente, no solo para que se opongan a Falun Dafa sino también para que lo odien, a pesar de ser realmente muy bueno.

En el proceso de hablar a la gente sobre Falun Gong y la persecución, me encontré con algunas personas muy obstinadas, pero hice el mayor esfuerzo posible para razonar con ellos. Sin embargo, algunos todavía me maldijeron y me daba miedo, me sentía impotente. Sabía que tenía que mejorar. Cuando tenía fuertes pensamientos rectos, frecuentemente las personas cambiaban de opinión al instante.

En el proceso de aclarar la verdad a la gente, llegué a comprender lo que un discípulo de Dafa debe hacer y cómo debe hacerlo. Esto me ha permitido ser más decidido en la cultivación de Dafa. Ahora tengo un mayor sentido de urgencia para ayudar a otros en entender la verdadera situación.


Pasando las tribulaciones
Arrestaron a mi madre en dos ocasiones y los agentes de la policía la molestaron muchas veces por negarse a renunciar a Falun Dafa. Implicaron a mi padre y en su unidad de trabajo le hablaron varias veces a petición de la policía; lo amenazaron y no lo promovieron.

Una noche, cuando yo estaba en la escuela primaria, se llevaron a mi madre. Varios policías irrumpieron en nuestra casa, la registraron y confiscaron la mayoría de nuestras pertenencias. Dejaron la casa hecha un desastre, esposaron a mi madre y se la llevaron.

Yo sabía la razón por la que vinieron los policías y lloré. Mi padre se puso muy triste. Él nunca culpó a mi madre, ni siquiera cuando otros miembros de la familia y colegas lo trataban de manera diferente. Se preocupaba por la seguridad de ella y porque yo no estuviera traumatizado. Condenaron a mi madre a tres años de trabajos forzados. Le escribí a menudo, pero descuidé mi cultivación y no fui tan diligente como antes. Cuando mi madre fue puesta en libertad, ella me animó a estudiar más el Fa; me dijo que nada era más importante para los practicantes de Dafa que estudiar y validar el Fa. Me sentí culpable y me di cuenta cuán importante fue lo que me había perdido durante esos años.

Hace varios meses, los agentes de policía irrumpieron en nuestro apartamento, justo cuando mi madre había regresado de visitar a un practicante. Ellos empezaron a registrar nuestro hogar. Como esta vez yo tenía quince años, fui más racional y tranquilo que la primera vez, me armé de valor y aclare la verdad a la policía. Les dije que mi madre no había hecho nada malo. Los policías me regañaron mucho, dijeron que era demasiado joven y se llevaron mis materiales de estudio.

Esa tarde, se llevaron a mi madre y muchas de nuestras pertenencias. Mamá me dijo solemnemente: "Lee el libro con seriedad". Entendí que ella se refería a que debía estudiar el Fa. La puerta hizo un gran ruido al cerrarse y me quedé solo en casa. Se me salieron las lágrimas. Empecé a buscar Zhuan Falun, pero no lo encontré.

De repente recordé el cuaderno en el que mi madre había escrito a mano todo el libro Zhuan Falun. Enseguida fui a buscarlo y encontré dos cuadernos prolijamente dispuestos en la esquina de su escritorio; los abrí y vi que todo el contenido de Zhuan Falun estaba escrito en ellos. Le agradecí al Maestro porque me ayudó a mantener este rayo de luz cálida en mi vida. Me dije a mí mismo, desde el fondo del corazón: "Soy un joven discípulo de Dafa, el Fa es todo lo que tengo. Sólo el Fa puede salvarnos". No me atreví a aflojar esta vez debido a la lección con la última experiencia que tuve. Me dije a mí mismo, que a pesar de que mi madre no se encontraba conmigo, iba a ser diligente.

Repasando los últimos siete años, me siento tan afortunado de ser un practicante de Dafa. Gracias Maestro por darme padres buenos y rectos. Esta es la primera vez que escribo un artículo de intercambio de experiencias. Agradezco sinceramente a Shifu y a Dafa por arreglarlo todo para mí. Sé, como joven discípulo de Dafa, que tengo que ser digno de ese título y cultivarme diligentemente. Debo seguir aclarando la verdad para salvar a la gente y hacer las tres cosas bien. Me voy a cultivar diligentemente, ascender y atesorar esta preciosa oportunidad.

Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2013/12/4/成长在大法中-283475.html

Versión en inglés disponible en: http://en.minghui.org/html/articles/2014/1/8/144246.html

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