Una nueva practicante: Los primeros seis meses de experiencia al practicar Falun Dafa

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Al comenzar a escribir este artículo para compartir experiencias, tenía alrededor de unos seis meses practicando Falun Dafa. Aunque se trata de un corto período de tiempo, he tenido unos meses intensos de cultivación y he pasado ya por varias pruebas.

Me sentí atraída por Falun Dafa al leer Zhuan Falun la primera vez
Yo era atea debido a la educación basada en los lavados de cerebro y la propaganda del Partido Comunista Chino. A pesar de eso, seguía sosteniendo que uno debería tener fe, de lo contrario el alma carecería de sustancia.

En una ocasión, después de que me mudara al Reino Unido, conocí a varios practicantes de Falun Dafa y asistí a un foro sobre la sustracción forzada de órganos ejercida por el partido comunista chino (PCCh) a practicantes vivos de Falun Dafa. Me impresioné al conocer las atrocidades del PCCh. Me hizo recordar también lo sucedido a mi abuela en China.

Mi abuela había servido al partido comunista la mayor parte de su vida. Comenzó a practicar Falun Gong a los 80 años de edad. Cuando el régimen inició la represión de Falun Gong, ella se negó a renunciar a su creencia y continuó practicando. Por esa razón la detuvieron y la encerraron en una "pequeña celda oscura" por más de dos días y casi muere en custodia .

Conté la historia de mi abuela a los practicantes de Falun Dafa sintiendo mucho odio hacia el PCCh. Los practicantes me explicaron que un practicante de Falun Dafa ve la persecución basado en el principio del Fa, como se debe abandonar la mentalidad de rencor y lo que un practicante de Falun Dafa haría. La sinceridad de sus explicaciones me conmovió y entonces terminé con el rencor que bloqueaba mi corazón. Me puse a pensar sobre qué tipo de práctica es aquella que atrae a tantos seguidores capaces de mantener un corazón tan puro en una sociedad extraordinariamente compleja.

Así que empecé seriamente a leer el libro "Zhuan Falun". Me sentí inmediatamente atraída por el libro. Cuando compartí mi entusiasmo con una practicante de Falun Dafa, ella me dijo que tal vez era porque tenía una fuerte relación predestinada con Falun Dafa que fue establecida durante vidas y reencarnaciones anteriores. Al leer el libro completamente, no tuve ninguna dificultad para comprender las enseñanzas y me iluminaba a nuevos entendimientos cada vez que leía el libro o nuevas escrituras.

Cuando estaba completamente inmersa de felicidad por haber obtenido el Fa, comenzaron las pruebas por las que un practicante pasa. Primero, uno de mis hijos fue infectado por el virus de la salmonela y sufrió de vómito y diarrea por un mes. Luego a mi marido le dio tendinitis y apenas podía mover uno de los brazos. Mis compañeros practicantes me dijeron que debía enfrentar esos obstáculos como si fueran una prueba y que podría superarlos rápidamente. Así que continué con el estudio diario del Fa y a cuidar bien a la familia al mismo tiempo. Ambos se curaron al cabo de un mes. Esta experiencia me enseñó que la práctica de cultivación no es tan fácil como caminar en una calzada plana.

Esclareciendo la verdad a la gente china
Al poco tiempo de la prueba de enfermedad por la que pasó mi familia, me uní a otros practicantes en el estudio grupal del Fa y para recoger firmas para "Detener la sustracción forzada de órganos". Posteriormente, acompañé a una practicante a tres universidades locales para esclarecer la verdad sobre Falun Gong a estudiantes chinos. Ella habló con los estudiantes, uno tras otro con firmeza y benevolencia. Vi a través de ella la grandeza de Falun Dafa y comprendí que un practicante aparte de salvarse a sí mismo, salva también a otros seres conscientes.

Cuando expresé mi intención de esclarecer la verdad al pueblo chino, un practicante me recomendó que me uniera a la plataforma global de renuncias al partido comunista chino. Me conecté por internet para asistir a una reunión y escuchar a los practicantes que hacen llamadas telefónicas a China. De vez en cuando, yo también traté de hacer llamadas telefónicas, pero al levantar el teléfono, mi mano empezaba a temblar y mi garganta se atoraba. Por esta razón me limité simplemente a escuchar durante los dos meses siguientes.

Pero las experiencias que escuché me ayudaron a aprender cómo esclarecer los hechos a la gente china cara a cara. Una vez en una tienda, me encontré con dos académicos que estaban de visita. Estaban comprando suplementos de nutrición y leche de bebé en polvo. Tomé la iniciativa de acercarme y les hablé sobre algunos productos. Durante la conversación se quejaron de la falta de seguridad de los alimentos en China. Aproveché la oportunidad para hablarles sobre la democracia en el Reino Unido y lo comparé a la corrupción del PCCh en China. Al final, ellos aceptaron renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas (Liga de la Juventud y Jóvenes Pioneros).

Aprendí mucho de esta experiencia exitosa, por lo que comencé a llevar conmigo información en inglés y en chino adonde sea que fuera. Posteriormente, ayudé a otros chinos a renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Con la confianza recién adquirida y la experiencia práctica de esclarecer la verdad, comencé nuevamente a pensar en llamar a China.

A estas alturas, me sucedió algo que me asustó . Un practicante me dijo que un supermercado chino no permitía que el periódico "La Gran Época" en idioma chino estuviera disponible para los clientes por temor a represalias de parte del régimen comunista. Decidí enseguida enfrentarme a este asunto e hice un viaje bastante largo para llegar al supermercado chino en cuestión. Pensé que podía distribuir información de esclarecimiento de la verdad en ese lugar y que tal vez hasta podría ayudar a algunas personas a renunciar al PCCh. El resultado no fue como yo lo esperaba. Durante 15 minutos, estuve esperando afuera del supermercado con un viento que te dejaba helado, traté de entregar material pero a nadie le importó y tampoco nadie renunció al PCCh. Lo intenté nuevamente en otro supermercado chino local y me sucedió lo mismo. Estaba asustada, y además por mucho tiempo, a pesar de lo que me decían y alentaban los otros practicantes, no pude superar ese miedo.

Superando los apegos humanos y participando nuevamente en la plataforma de llamadas
Así que el apego al miedo me poseyó durante mucho tiempo hasta la celebración del Año Nuevo Lunar chino. En la plataforma de llamadas, un practicante habló de un proyecto especial de llamadas que tenía como objetivo a los residentes de la ciudad de Beijing y nos animó a todos a participar. Las palabras resonaron en mi mente todo el día y por la tarde cuando leí el libro Zhuan Falun, leí la sección que habla sobre el apego al fanatismo. De repente entendí que Shifu había querido usar los dos reveses que tuve para ayudarme a superar el apego al fanatismo. Comprendí que un verdadero discípulo de Falun Dafa, no cede ante el miedo, que más bien debía tener el valor de superar cualquier dificultad.

Una vez que lo decidí, tomé un paquete de números de teléfono y empecé a hacer llamadas desde mi casa acompañada por una compañera practicante. Fue difícil al principio. Unas personas me colgaban, otras me maldecían y mis dos hijos, uno de un año de edad y el otro de dos, solicitaban mi atención. Algunas veces, cuando conseguía conectarme y empezaba a hablar, los niños empezaban a llorar y las palabras se me olvidaban. Así que del otro lado colgaban y cuando volvía a marcar se negaban a contestar.

La compañera practicante me alentó y me ayudó a hacer frente a las circunstancias. Poco a poco, al cabo de unos días, establecí el programa para realizar llamadas telefónicas y me organicé con los niños. Cuando empezaba a hacer las llamadas telefónicas, los niños a sabiendas se ponían a jugar entre ellos. Entre las llamadas telefónicas, me acercaba a ellos y los elogiaba por su cooperación. Se los veía felices también.

El 4 de febrero, empecé a hacer llamadas telefónicas luego de haber enviado pensamientos rectos. Al principio todo iba bien; ayudé a dos personas a renunciar a los Jóvenes Pioneros. Pero luego sentí que mi apego al fanatismo emergía nuevamente. A continuación, varias personas me colgaron y hasta unos me maldijeron. Estaba molesta y quería darme por vencida; la practicante que me acompañaba me animó a seguir y a superar la frustración. Marque otro número pero me colgaron apenas dije unas cuantas palabras. La miré y le pregunté: "¿Continúo?" En mi corazón tenía miedo de que la próxima persona a la que llamara me maldijera. Una vez más ella me animó a continuar.

Me tomé un tiempo para calmarme y enfocar mi mente nuevamente hacia el propósito de salvar a las personas chinas. Marqué de nuevo y esta vez aquella persona renunció agradablemente al PCCh.

Esta experiencia de realizar llamadas telefónicas a China me ayudó en gran medida a mejorar mi cultivación y podía ver cómo mejoraba cada día. A través de este artículo quisiera agradecer al Shifu así como a los practicantes que me han acompañado y dieron ánimos. También quisiera decirle algo a aquellos practicantes que no han podido superar los obstáculos y que no han participado activamente en ningún proyecto para salvar vidas. Shifu nos ha dicho que el tiempo que nos queda a los discípulos de Dafa es muy limitado. Hagamos lo que Shifu nos ha pedido para salvar a más seres conscientes. Uno no puede mejorar si no nos alejamos del estado de comodidad. No tengas miedo de cometer errores. Avanzar en el camino de la cultivación es lo único que tiene importancia.

Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2014/2/22/新学员-海外得法半年的修炼体会-287978.html

Versión en inglés disponible en: http://en.minghui.org/html/articles/2014/3/12/145791.html

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