Yelü Chucai: principal consejero confuciano de los emperadores mongoles

Yelü Chucai (1190-1244) nació en una familia con linaje real de la dinastía Liao (Khitan) y creció como un erudito confuciano en Beijing, la capital de la dinastía Jin.

Yelü Chucai, el principal consejero confuciano de los emperadores mongoles. (SM Yang/La Gran Época)

Yelü Chucai estudió budismo de un famoso monje después que el ejército de Gengis Kan tomó Beijing. Más tarde se le ofreció el puesto de asesor después que Gengis Kan escuchó sobre su talento excepcional. Yelü Chucai estaba profundamente decepcionado por la corrupción generalizada en la dinastía Jin, y decidió servir a Gengis Kan.

Gracias a sus casi tres décadas de trabajo, la dinastía Yuan fue transformada de un estado militarista a un estado de paz y prosperidad

Gengis Kan confiaba mucho en Yelü Chucai, y un artesano de arcos altamente calificado tenía envidia de él.

El fabricante de arcos preguntó a Gengis Kan, "Peleamos muchas batallas en el campo. ¿Cómo pueden los estudiosos como Yelü Chucai contribuir a nuestras batallas?". Yelü Chucai respondió: "Para hacer arcos necesitamos artesanos. ¿Para gobernar la nación, no necesitamos estadistas para ayudar al emperador a gobernar el país?"

Gengis Kan estuvo de acuerdo con Yelü Chucai y desde entonces le dio más poder. Yelü Chucai estableció muchas normas importantes para Gengis Kan que más tarde fueron adoptadas en la dinastía Yuan, y Gengis Kan dijo una vez a sus hijos, "Yelü Chucai es un regalo del cielo. Se le puede confiar todos los asuntos nacionales". Su aprecio y confianza eran sin precedentes.

Cuando una ciudad era tomada por el ejército mongol, sus generales estaban a menudo ocupados apoderándose de lingotes y joyas de oro y plata de la ciudad. En cambio, Yelü Chucai recogía muchas medicinas chinas, libros y reliquias culturales. Después de marchar hacia el sur de China, las tropas mongoles se vieron afectadas por las epidemias. Fue Yelü Chucai quien salvó a decenas de miles de personas usando las medicinas chinas guardadas.

Cuando gobernaba la capital, Beijing, se enteró que los hijos de algunos funcionarios de alto rango se unían en pandillas para robar a la gente, incluso cometían asesinatos. Yelü Chucai no tenía miedo de los funcionarios poderosos, ni aceptaba sobornos, ejecutó públicamente a docenas de tales criminales.

Era una persona tan noble, que después de su muerte, cuando alguien trató de acusarlo de corrupción, la investigación sobre las posesiones de Yelü Chucai no encontró más que poesía, pintura y epigrafía.

El ejército mongol solía tener una política de masacre contra cualquier resistencia. Si se encontraban con resistencia al atacar una ciudad, todos en la ciudad, incluyendo mujeres y niños, serian masacrados una vez tomada la ciudad. Esta práctica provocó mucho más odio y resistencia por parte de las personas cuya ciudad estaba bajo asedio.

Una vez un general mongol estaba conduciendo sus tropas para atacar la capital enemiga, y se encontró con una fuerte resistencia que estancó su progreso durante mucho tiempo.

Muchos de sus soldados murieron o fueron gravemente heridos durante las numerosas batallas. El general estaba muy enojado y dijo: "Tan pronto tome la ciudad, voy a matarlos a todos en esta maldita fortaleza". Después de enterarse del plan del general, Yelü Chucai suplicó al emperador y le dijo: "Peleamos una guerra para obtener la tierra y su gente. Si matamos a todo el pueblo, la tierra no será de utilidad, ya que nadie va a cuidarla. Entonces, ¿por qué luchamos en la guerra?". El emperador estuvo de acuerdo con Yelü Chucai, y ordenó que nadie más, excepto el rey del enemigo pudiera ser ejecutado. Cerca de 1,5 millones de civiles en la ciudad se salvaron gracias a los consejos de Yelü Chucai.

Siguió influyendo en el emperador y los funcionarios, y como resultado, las matanzas eran cada vez menos, y el Imperio Mongol se expandió aún más con menos resistencia.

La dinastía Yuan fue no sólo la más corta en la historia de China, sino también una de las pocas gobernadas por chinos no-han. Gracias a casi tres décadas de trabajo del primer ministro Yelü Chucai, la dinastía Yuan fue transformada de un estado militarista, a un estado de paz y prosperidad y se preservó la cultura de los chinos han. La gran contribución de Yelü Chucai es elogiada por historiadores y el pueblo.