Carta de la Asociación Mundial de Psiquiatría pidiendo investigación de los abusos en los hospitales psiquiátricos en China

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Estimado Colega:
La Asociación Mundial de Psiquiatría (AMP) se reunirá el 24 de agosto de 2002 en Yokohama, Japón. Durante esta conferencia la Asociación Mundial de Psiquiatría revisará los abusos de psiquiatría en China. Quisiéramos compartir la siguiente información y pedir su apoyo para solicitar una investigación independiente de la persecución de los practicantes de Falun Gong en los hospitales de salud mental en China.

El eslabón entre la propaganda que ataca a Falun Gong* y el abuso de psiquiatría en China

“Culpando a las víctimas” puede ser una de las formas más destructivas de comportamiento que encontramos en nuestras prácticas. Ciertamente es lo más injusto. Como psiquiatras podemos comprender lo que se intenta con tal comportamiento, incluso si trabajamos tratando de ayudar para que otros encuentren caminos más productivos de sobrellevar los desafíos de la vida. Para los victimarios, culpar a las víctimas es una estrategia que tiene claros beneficios. Esto libera al abusador de la responsabilidad e incluso puede ser utilizado para justificar el mismo abuso. Por eso, todos hemos escuchado alguna vez el raciocinio de que dicho comportamiento abusivo “fue por su propio bien.” A menos que se expongan y se desafíen los argumentos detrás de este comportamiento, las estrategias de culpar a las víctimas pueden ayudar a perpetuar el abuso, ganando una tácita aprobación e incluso la cooperación de otros involucrados indirectamente.

A comienzos del 20 de julio de 1999, Jiang Zemin, el Presidente de la República Popular de China, comenzó una masiva campaña de abuso en un intento de “erradicar” la práctica pacífica de meditación de Falun Gong. Increíblemente, pero tal vez predeciblemente, los propagandistas que trabajan para Jiang han hecho una figura central de su propaganda, el lema de que lo que el gobierno está haciendo es “por el bien de” los practicantes de Falun Gong. Se dice que estos practicantes son psicópatas, homicidas y suicidas y por tanto la campaña de gobierno afirma ser necesaria como medida masiva por la salud pública.

Para que nuestros colegas de la Asociación Mundial de Psiquiatría tengan un mejor entendimiento de las verdaderas bases de los continuos abusos psiquiátricos a los practicantes de Falun Gong en China, en esta carta examinaremos casos que revelan las bases de las acusaciones de la propaganda del gobierno en lo que respecta a Falun Gong y la salud mental. Considerando estos casos queda demostrado que la campaña de propaganda del gobierno incluye la participación de psiquiatras chinos como un elemento indispensable. En la raíz de esta conexión subyace la lógica del totalitarismo estatal. Esta lógica ha pervertido la psiquiatría en China y se ha introducido en los rangos de una profesión, cuya única responsabilidad debería ser el alivio de sufrimientos, la prohibición de torturas. Comprender la verdadera raíz de abuso psiquiátrico en China, ayuda a uno a comprender mejor cómo acercarse a la urgente tarea de la reforma.

La auto inmolación como campaña de odio – el punto de pivote que permite la escalada de la persecución

El caso más notorio presentado por el gobierno de China para demostrar la enfermedad mental de los Practicantes de Falun Gong es la llamada “auto inmolación”, por la cual se informó que cinco o siete individuos identificados por el gobierno como practicantes se prendieron fuego a sí mismos en la Plaza Tiananmen. Este incidente tomó lugar el 23 de enero de 2001. Dentro del hermético ambiente de China, el vídeo del incidente, que fue difundido por TV varias veces cada día durante meses después del acontecimiento, ha tenido un efecto innegable en la opinión pública, e inicialmente ayudó a que los escépticos acepten las declaraciones del gobierno respecto del pernicioso carácter de Falun Gong.

Fuera de China, donde los periodistas pueden observar de forma independiente los hechos, la versión del gobierno de los incidentes fue inmediatamente cuestionada. Los reporteros de la CNN que estuvieron en la escena en ese momento fueron quienes hicieron las primeras preguntas. El gobierno reclamó que las tomas de la inmolación fueron tomadas por CNN. Pero los empleados de la CNN insisten en que la policía les confiscó de inmediato lo que filmaron a comienzos del evento. Su historia queda corroborada con el mismo video, que incluye vistas desde ángulos por encima de la plaza, ángulos que no estaban disponibles para los camarógrafos occidentales. El resto de estas figuras son primeros planos, pero las tomas con ángulo abierto por encima de la plaza, no muestran a los camarógrafos occidentales haciendo los primeros planos que se muestran, en cambio sí muestran a alguien que colabora con la policía en la plaza haciendo la filmación. El gobierno casi inmediatamente expulsó de China a los camarógrafos de CNN.

El grupo de camarógrafos de CNN también reveló que ellos sólo vieron cinco figuras involucradas en el incidente, sin niños en la escena, mientras que el gobierno sostiene que hubo siete personas que se prendieron fuego a sí mismos, y que uno de ellos fue una niña, Liu Siying.

Phillip Pan, escribiendo el 6 de febrero en el “Washington Post”, reveló que los vecinos de Liu Chunling, la mujer que murió en el incidente y madre de Liu Siying, nunca habían visto u oído que ella practicara Falun Gong. Lo que sí sabían era que ella trabajaba como mesera de un bar y que golpeaba a su madre e hija – todos comportamientos no característicos de los practicantes de Falun Gong.

Un 14 de febrero nítidamente se expuso en el “Nacional Review” bajo el título: “Beijing se Incendia – Más Mentiras de la República Popular China”. Un 7 de febrero un artículo de “New York Times” reveló que muchos chinos se volvían cada vez más escépticos de lo que el gobierno cuenta.

En efecto, al examinar cuidadosamente el vídeo del propio gobierno, revela una larga lista de detalles que sugieren que este incidente fue un evento maquinado. La mayoría de nosotros inicialmente no fuimos capaces de aceptar esta conclusión, porque las implicancias de preparar semejante evento son demasiado terribles para ser consideradas. De todos modos, el análisis del vídeo del gobierno, que cuestiona la participación del gobierno, ha circulado ampliamente entre los practicantes de Falun Gong dentro de la misma China y la reacción casi generalizada entre chinos ha sido que el gobierno les ha mentido acerca de la inmolación, y si les han mentido acerca de eso, también han mentido acerca de Falun Gong.

El caso de la “auto inmolación” es el caso más dramático presentado por el gobierno para intentar convencer al público en general que los practicantes de Falun Gong son protagonistas de suicidios y otros comportamientos perturbadores. Típicamente, en el caso de la auto inmolación y de otras alegaciones llevados a cabo por el gobierno, no fue permitida la investigación de terceras partes y ninguna de las personas, que el gobierno dice que tomó parte en el incidente, fue mostrado fuera del hecho como practicante de Falun Gong.

Otra estrategia tomada en este caso de campaña de odio ha sido el uso de pacientes psiquiátricos, alegando que han asesinado o cometido suicidio. Para desacreditar a Falun Gong, el gobierno toma regularmente casos reales de suicidio, homicidio o comportamiento psicópata y luego atribuye estos incidentes a practicantes de Falun Gong. El suicidio de Li Youlin es un ejemplo típico. A continuación sigue el relato de un testigo que vio cómo la policía manejó este asunto.

--Li Youlin estaba tratando de ganarse la vida reparando bicicletas en la calle, pero el Departamento Directivo de la Ciudad le confiscó sus herramientas y su carreta por no tener una licencia. Un vecino dijo que comenzó abusando del alcohol. Una mañana alguien encontró su cuerpo colgado de un árbol en una montaña y llamó al 110, número de emergencia de la policía. Cuando llegó la policía los vecinos estaban allí como testigos de escena. La esposa de Li dijo la verdad acerca del suicidio de su esposo. La policía bajó el cuerpo y lo llevó a su casa. En la tarde, la policía regresó a la casa y llevó nuevamente el cuerpo a la montaña. También pusieron un retrato del Maestro Li Hongzhi [el maestro de Falun Gong] y bebida alcohólica en la escena. Al hacer eso, colgaron de nuevo el cuerpo de Li y tomaron fotos y vídeos de la escena maquinada. Luego, su esposa dejó de hablar acerca de la causa real de la muerte y declaró que la muerte fue asociada con Falun Gong.---

El caso de homicidio de Fu Yibin también fue usado para una campaña de odio.

---En noviembre de 2001 Fu Yibin mató a su esposa y padre e hirió gravemente a su madre, durante un episodio psicótico. De acuerdo a sus familiares, anterior del suceso, Fu Yinbin tuvo una larga historia de ocho años de episodios psicóticos, uno de ellos incluye exabruptos de violencia. No hay evidencias de que haya sido practicante de Falun Gong jamás, como afirma la propaganda del gobierno. No se le hizo un examen psiquiátrico a Fu Yibin ni fue permitida la investigación de una tercera parte.---

La muerte de Li Youlin y los ataques de Fu Yibin, en realidad ocurrieron. En otros casos, el gobierno simplemente fabrica los incidentes y luego los atribuye a Falun Gong.

“Consideremos el caso de Zhi wen Zhang. En el ejemplar del 28 de noviembre de 1999, del periódico “Xi-an Worker” se publicó un Reporte Especial en donde se afirmaba que una mujer llamada Zhi wen Zhang había quemado a su hija hasta matarla y luego se suicidó, todo debido a Falun Gong. El “Voice of America” publicó una investigación independiente llevada a cabo por el Centro de Derechos Humanos de Hong Kong, pese a las prohibiciones a tales investigaciones. Esa investigación encontró que “la gente, lugar e historia en el reporte fueron todos fabricados... No existió en absoluto una mujer llamada Zhi wen Zhang.”

Desórdenes mentales causados por el Qigong: otra excusa usada para cubrir abusos psiquiátricos

La psicosis inducida por el Qigong, es un desorden cultural que fue formalmente incluída en la Clasificación China de Enfermedades Mentales (CCMD-II) en 1989 y que ha sido utilizada para atacar a Falun Gong. Los practicantes han sido involuntariamente internados en hospitales mentales y luego etiquetados de padecer psicosis inducida por el Qigong, cuando la verdadera razón de la hospitalización es para la persecución de personas que practican Falun Gong.

“La Srta. Qi Bingshu, de sesenta años de edad, pintora reconocida, fue internada involuntariamente en el Hospital Mental Daliushu en el Pueblo Dabeiyao por apelar a las autoridades a favor de Falun Gong. Fue detenida por más de un año en un hospital mental, siendo inyectada por la fuerza en sus venas y etiquetándola de sufrir “desórdenes mentales de Qigong”. Antes de su internación en el hospital ella fue una persona sana y lucía como una mujer de cuarenta años de edad, pero inmediatamente después de las torturas perdió su cabello y se estremecía constantemente. No pudo volver a pintar.

A Falun Gong también se le culpa de condiciones psiquiátricas pre-existentes

Ha habido pocos casos de individuos que habían padecido una enfermedad mental antes de practicar Falun Gong y luego los propagandistas se aprovecharon de sus continuas enfermedades mentales como evidencia de los efectos destructivos del mismo Falun Gong. Robin Munro, en el “Diario de la Academia Americana de Psiquiatría y la Ley” (junio de 2002) reportó un caso de un practicante de Falun Gong, un joven trabajador que sufría una enfermedad mental. Se sabía que esta persona padecía esta enfermedad desde 1992. En 1997, su familia, al escuchar que Falun Gong puede curar enfermedades, le urgió a practicar. En casos tales como la de este joven trabajador, el gobierno les victimiza incluso más, usándolos tanto en entrevistas de radio y TV, como en artículos de periódicos.

Pero por supuesto, estos casos que involucran condiciones previas, no comprueban la afirmación del gobierno de una relación causal entre Falun Gong y la enfermedad mental. Acusar a Falun Gong por tales casos de condiciones pre-existentes es doblemente injusto porque los textos de Falun Gong prohiben explícitamente la práctica a quien padecen enfermedades mentales. Aún más, la no violencia de los practicantes de Falun Gong está más allá de dudas, y esta no violencia está firmemente arraigada en los principios: las enseñanzas de Falun Gong prohíben cualquier violencia, ni mencionar matar, sea suicidio u homicidio.

Los hechos tal como los conocemos contrastan con las afirmaciones del gobierno chino. Previo a la persecución contra Falun Gong, no se ha reportado en China que Falun Gong causara enfermedad mental alguna, pese a que el número de practicantes en China había crecido entre setenta a cien millones en 1999. Grandes encuestas hechas a decenas de miles de practicantes por profesionales chinos acreditados muestran una fuerte correlación entre algunos indicadores de salud mental – menos estrés, un mayor sentido de bienestar y una vida familiar más armoniosa – y la práctica de Falun Gong. Ahora se practica Falun Gong en 55 países fuera de China. No ha habido reportes de problemas en enfermedades mentales que el gobierno chino afirma son causadas Falun Gong. Si la experiencia de miles de practicantes en todos los países fuera de China contradicen la propaganda del gobierno chino, ¿cómo se puede evitar la conclusión de que esta propaganda no es más que mentira?

Bloqueos de la información impide al pueblo chino y a los medios internacionales conocer la verdad

El comportamiento del gobierno en el manejo de los casos de enfermedades mentales, que se atribuyen a Falun Gong, sólo llevan a la conclusión de que esta propaganda es mentira. El gobierno a menudo amenaza o soborna a familiares. Rápidamente incineran los cuerpos de las víctimas sin examen forense. Eso impide que alguien pueda conocer la verdad del incidente. Las investigaciones internacionales tales como Amnistía Internacional, son bloqueadas. Los periodistas extranjeros que intentan reportar acerca de algunos de estos casos (o en algunos casos sólo mencionar Falun Gong) son detenidos, atemorizados, revocadas sus licencias y en muchos casos deportados. Si la verdad logra filtrarse, el gobierno hace todos los esfuerzos para asegurar que el pueblo chino nunca la escuche. El gobierno sólo permite que se difundan en China versiones censuradas de los medios occidentales y también censura el Internet.

El gobierno hace otras afirmaciones propagandísticas contra Falun Gong, usando viejas tácticas de etiquetarlo como “anti sociales” y “contra el gobierno” y el número de ataques contra el carácter de su fundador de Falun Gong, Li Honzhi claramente fueron inefectivos. La población china ha experimentado durante cincuenta años una campaña ideológica por parte del Comunismo Chino. Aquellos de edad media recuerdan los excesos de la Revolución Cultural y quienes son jóvenes recuerdan el genocidio del movimiento democrático en la Plaza de Tiananmen. Esta población se entiende que sea cínica acerca de las campañas del gobierno y probablemente reconoce que las acusaciones del gobierno acerca de ser “anti sociales”, “contra el gobierno” y los ataques hacía un personaje, es nada más que un viejo recurso de las tácticas ideológicas del partido.

Por eso una nueva denuncia que Falun Gong podría dañar a quienes lo practican, tiene una forma diferente al de las otras acusaciones. En una sociedad en la cual todos parecen intentar enriquecerse lo más rápidamente posible, y el individualismo se entiende ahora como una nueva ética, la denuncia de que Falun Gong daña al individuo atrae la atención de la gente. Ciertamente la propaganda más exitosa que el gobierno chino ha tenido contra Falun Gong fue la reacción inicial del pueblo en las escenas del vídeo en el hospital con la niña Liu Siying, alegadamente incinerada en la inmolación de la Plaza Tiananmen.

No interesa cuán pesadas sean las tácticas que el gobierno intenta manejar para difamar a Falun Gong, uno no puede negar que esas difamaciones han tenido cierto efecto en la población china. La profesión psiquiátrica en China ha jugado un rol indispensable en este esfuerzo. Si los psiquiatras de China simplemente guardaran silencio acerca de las denuncias hechas por el gobierno, ese silencio sería como estruendosas voces para los chinos. En una sociedad en la cual cada acto tiene un significado político, no tomar parte en la campaña contra Falun Gong podría ser entendida de inmediato como una campaña de protesta. En lugar de no tomar parte, los psiquiatras de China han dado a esta campaña credibilidad. Ellos han atestiguado en el sentido de las denuncias de enfermedades mentales y se han convertido en agentes de las campañas de terror del Estado. Al aislar a los practicantes en hospitales mentales, los psiquiatras de China envían un poderoso mensaje a la población China como un todo de que Falun Dafa está de hecho implicado en enfermedades mentales. Al torturarlos con (entre otros métodos) psicotrópicos y ECT, los psiquiatras chinos finalmente producen “pacientes” que ciertamente parecen necesitar cuidado psiquiátrico. Para aquellos que no saben la verdad, este abuso de psiquiatría de hecho parece justificar los cargos más dañinos que el gobierno ha lanzado contra Falun Gong. Para aquellos que no saben la verdad, este abuso de la psiquiatría, el cual literalmente destruye la consciencia más alta de quienes se oponen a la persecución, puede ser el arma más terrible en un formidable arsenal de terror.


Con la excepción de compañías extranjeras que operan en China, no hay asociación independiente en China. Todos los estamentos sociales son controladas por el Partido Comunista. Esos individuos que guían la asociación de psiquiatría en China mantienen sus posiciones al placer de los jefes del Partido. Lo mismo ocurre con las otras asociaciones médicas o los responsables de hospitales o clínicas, etc. Una vez que el Partido adopta una línea, todos en China se les requiere que muestren apoyo entusiasta a la línea de gobierno. Opiniones opuestas no son permitidas.

Dada esta estructura social, la profesión psiquiátrica no tiene existencia independiente significativa en China. Esta profesión, al igual que el resto de la sociedad, debe servir las metas del Partido Comunista, y a causa de los efectos particulares de algunos tratamientos psiquiátricos, nuestra profesión es desafortunadamente peculiarmente adecuada para alcanzar algunas de las metas de la policía estatal. El psiquiatra individual no tiene recursos para mantenerse fuera del control del Partido, y fallar en cumplir una orden del Partido resulta en sanciones que pueden variar en severidad desde la mera pérdida de una promoción hasta la ejecución. Los abusos de la psiquiatría en China no son una aberración y no son debidas a una falla de la educación o del entendimiento. Estos abusos son una meta explícita de la política gubernamental. Cualquier intento de responder a este abuso que no entienda este hecho básico está condenado al descrédito o incluso podría ser dañino.

A pesar de comprender la tremenda presión que el gobierno chino ejerce sobre los psiquiatras en China, esto no excusa el abuso al cual ellos se unen. Al mismo tiempo, este abuso de psiquiatría en China, fuerza sobre la Asociación de Psiquiatría Mundial asuntos del más grave carácter, que amenazan la misma integridad de la profesión psiquiátrica en este nuevo siglo. La Asociación Mundial de Psiquiatría (AMP) encaró en el pasado un desafío similar, el abuso por parte de psiquiatras en la Unión Soviética contra disidentes políticos. Las acciones que la Asociación Mundial de Psiquiatría tomó en ese momento fueron de gran ayuda para frenar estos abusos, rescatar la profesión psiquiátrica en la Unión Soviética de ser una arma de la policía estatal y el de preservar el buen nombre de la misma psiquiatría.

El desafío que hoy afronta la Asociación Mundial de Psiquiatría es mucho más difícil: los abusos psiquiátricos que ocurren en China son las peores conocidas en la historia. Los casos son más severos que los de la Unión Soviética, a menudo resultan en daños permanentes e irreversibles y el alcance del abuso es mucho mayor. La Unión Soviética usó los abusos de psiquiatría como un arma contra un manojo de disidentes. El gobierno de Jiang Zemin está usando los abusos como un arma en la campaña contra decenas de millones de su propia gente. Esta situación demanda urgentemente que nosotros respondamos. Al momento de escribir esta carta, ha habido más de mil practicantes de Falun Gong involuntariamente internados en hospitales psiquiátricos, por lo menos nueve han muerto como consecuencia del abuso psiquiátrico y muchos se han vuelto física y mentalmente incapacitados. Se sabe de noventa hospitales que han tomado parte en la persecución. Más de cien mil practicantes han sido encarcelados y más de cuatrocientos treinta practicantes han muerto por tortura policial. [Notas...]

En calidad de humanos, tenemos una obligación de asistir a quienes sufren. Como doctores, hemos hecho de esa obligación nuestra vocación. Como psiquiatras, tenemos el deber de preservar y mejorar la habilidad de nuestra profesión para responder al sufrimiento humano. Como científicos, tenemos la obligación para con la verdad y, para asegurar el uso responsable de descubrimientos cuyo único legítimo propósito es aliviar el sufrimiento. De cualquier manera que los miembros de la Asociación Mundial de Psiquiatría decidamos considerarnos en relación al abuso sobre practicantes de Falun Gong, debemos ver que nos urge especialmente a nosotros tomar acción. Nuestra compasión, el respeto por uno mismo, nuestra obligación ante nuestra profesión, y nuestra responsabilidad por el futuro, todo nos llama a actuar.

Con tiempo, juntos podemos ayudar a reproducir en China, los buenos efectos que la Asociación Mundial de Psiquiatría (AMP) tuvo en la Unión Soviética. Si fallamos en actuar, nuestro silencio será conocido por todos nosotros como culpable y será una fuente de vergüenza mientras exista nuestra organización. Comencemos por solicitar una investigación independiente del abuso psiquiátrico en China.

¿Qué es Falun Gong?

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una ancestral práctica para la mente y el cuerpo. Consiste de meditación y ejercicios con enseñanzas basadas en principios universales de “Verdad, Compasión y Tolerancia”. A través de una combinación con los estudios de libros y la ejecución de ejercicios, los practicantes se esfuerzan por volverse mejores personas al abrazar estos principios en todo cuanto hacen.

Falun Gong fue enseñado en privado por miles de años atrás antes que se hiciera público en 1992 por el Sr. Li Hongzhi. Mientras Falun Gong tiene sus raíces en la cultura tradicional china, es distinta de las otras prácticas en China, tales como las religiones del Budismo y Taoísmo. Desde su introducción en 1992, Falun Gong se propagó en China rápidamente de boca en boca y ahora es practicado en más de cincuenta países.

Millones de personas en el mundo han escogido las prácticas de Falun Dafa como una parte de su vida diaria. Falun Dafa es apolítica, informal y consecuentemente libre de cargos, obligación y membresía. En 1998, se llevó a cabo un estudio en China donde se medía la salud de 30,000 practicantes. Indicó que el 60% de aquellos que participaron en el estudio se recuperaron de sus enfermedades previas y el 97% de los participantes mejoraron significativamente en la salud de cuerpo y mente. Muchos dejaron el abuso de drogas y alcohol cuando se acogieron a esta práctica.

Falun Dafa no siempre ha sido el objeto de enemistad por parte del Gobierno Chino. En 1993 en la Exposición de Salud de Beijing, Falun Gong fue reconocida como la “Escuela Estrella de Qigong” y el Maestro Li Hongzhi recibió “El Trofeo por los Avances en los Limites de la Ciencia” y “El Maestro de Qigong más aclamado por las Masas.” El Maestro Li también fue premiado con “El Certificado de Honor Conferido por una Fundación bajo el Ministerio de Salud Pública de China” en diciembre de 1993. El Ministerio de Salud Pública China publicó en un periódico en setiembre de 1993 un reporte y una carta de agradecimiento editada por la fundación bajo el mismo ministerio en agosto de 1993 (5). Antes de la persecución, muchos artículos de periódicos y revistas listaron los numerosos beneficios de salud en practicantes de Falun Gong debido al dinero que el Gobierno se ahorró en sus costes de cuidados de salud.

Atentamente,

Sunny Lu, MD, Ph.D.
Profesora Asistente
Departamento de Psiquiatría
Universidad de Cincinnati
Cincinnati, Ohio
USA
Email:[email protected]
Teléfono: (513) 475-5300
Viviana Galli, MD
Psiquiatra Juvenil y de Adolescentes
Fairfield, Ohio
USA


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