Recordando a una vieja casera que era practicante de Falun Gong

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Hace casi un año, viví en la casa de una anciana por más de medio año como inquilino. Debido a que la anciana era practicante de Falun Gong, yo tuve la oportunidad de entender de cerca la vida de los practicantes de Falun Gong y sus pensamientos. Aún cuando me he mudado, sigo en contacto con ellos. Durante ese periodo de tiempo, estaba realmente impresionado por la perseverancia y la compasión de la señora.

Nos presentó un amigo en común hace dos años. Muy feliz, me mudé a la casa de la señora ya que la renta era menor al precio del mercado. Ella vivía sola porque su marido había fallecido hacía unos años, y su hijo e hija vivían en otro lugar. La anciana me dijo que la razón por la que me dejaba mudarme era porque le había dicho un practicante de Falun Gong a ella, que yo era simpatizante para con Falun Gong, y debido a que siempre había practicantes de Falun Gong yendo y viniendo de su casa, ella estaba preocupada por que esto podría causarle inconvenientes a algún otro inquilino.

Era una casa espaciosa con un gran living. Cuando llegaban los fines de semana, 10 o 20 practicantes de varias edades venían a la casa y se sentaban en el piso del living, y sucesivamente leían el libro Zhuan Falun durante dos horas. Luego, ellos sostenían una sesión de discusión, durante la cual hablaban de sus propias experiencias y asuntos familiares. Cada vez que alguien estaba confundido sobre algún asunto, los participantes lo ayudaban a resolverlo basados en sus entendimientos de los “principios del Fa”. Los participantes podían ser doctores y médicos licenciados de prestigiosas universidades, hombres de negocios, jefes, o niñeras, pero eran todos iguales en la sala de estar. Yo sentía mucha curiosidad sobre ellos, por eso frecuentemente me unía a sus conversaciones, y hablaba con ellos desde mis puntos de vista de persona común. Ellos me trataban como a una persona con relación predestinada, y hacían el esfuerzo de explicarme. Aun cuando nunca trataban de persuadirme, yo tampoco los persuadía.. Siempre respetábamos las opiniones de cada uno y no tratábamos de convencernos uno a otro.

Eran como una gran familia. Se ayudaban y alentaban mutuamente. No obstante los conflictos eran inevitables, e incluso intensos a veces, ellos siempre “buscaban adentro”, entonces los conflictos nunca obstaculizaban la sensación de grupo. La anciana frecuentemente no estaba en casa porque ella concurría a actividades para promover Falun Gong en otras áreas. Siempre que había actividades locales, tales como colocar carteles con información, distribuir folletos, o hacer demostraciones de ejercicios, los practicantes locales de Falun Gong hacían su mejor esfuerzo para participar. Sin embargo, en muchas pequeñas ciudades había uno o dos practicantes de Falun Gong que concurrían y la presión de trabajo excedía la capacidad de los practicantes locales, la anciana se ofrecía para ayudar ya que su tiempo era más flexible. Muchos practicantes de Falun Gong tenían la llave de la casa de la señora, por eso el estudio del Fa durante los fines de semana aun tenía lugar allí aunque la señora estuviera fuera de la ciudad.

El sótano de la casa era muy grande. Había muchas computadoras viejas instaladas que permitían intercambiar mails con China y transportarlos a las salas de chat de Internet. Aun cuando la señora venía de Taiwan, donde se usaba un sistema de ortografía diferente, ella aprendió la clave para cambiar al chino simplificado frases de saludos en la computadora. También aprendió como acceder a Internet, como enviar mensajes de mail, y como transportarlos a las salas de chat. Ella no podía tipear muchos caracteres chinos. Afortunadamente, los practicantes de Falun Gong que eran buenos con la tecnología de computadoras desarrollaron un programa que podía pasar información acerca de la verdad de Falun Gong automáticamente. Ella aprendió como pasar información preparada a las salas de chat.

Yo no estaba muy de acuerdo con esta forma de pasar información acerca de la verdad sobre la persecución. En una ocasión cuando la anciana estaba muy ocupada pasando el material de aclaración a las salas de chat, yo bromee con ella, “¿a quién estás acosando?” La anciana se quedó estupefacta y estuvo en silencio por un tiempo. Dio vuelta su cabeza y me miró. En su cara había una expresión angustiada. Sus labios se movían un poco, pero ninguna palabra salía de su boca. Luego, ella volvió su cabeza a la computadora. Yo no me preocupe mucho por eso en ese momento, y comencé a leer las noticias en la computadora. Luego de un periodo de silencio, ella se levantó y subió las escaleras.

Más tarde, la señora me dijo que lo que había dicho ese día hirió su corazón profundamente - ella había subido las escaleras y se había puesto a llorar. Ella estaba sinceramente “rescatando personas”, pero yo lo malinterpreté como acosando personas. Ella dijo que sería culpa de los practicantes de Falun Gong si el futuro del pueblo chino fuera influenciado negativamente porque el pueblo chino fue engañado y no entendían la actual situación de Falun Gong. Por el contrario, si la gente china estuviera al tanto de la verdad, y aun se mantuviera hostil hacia Falun Gong, esto sería su propia elección. Lo que los practicantes de Falun Gong debían hacer era hacer que más gente se diera cuenta de la verdad así tendrían oportunidades de erradicar sus hostilidades hacia Falun Gong. El propósito era salvarlos.

Aunque yo no estaba muy de acuerdo en hacer eso debido a que había mucha gente que no quería recibir el material sobre la aclaración de la verdad, estoy seguro de que la idea de los practicantes de Falun Gong era sincera y compasiva. La anciana sintió un gran dolor porque yo no la pude entender.

En un cierto periodo de tiempo, Falun Gong tomó la iniciativa de hacer una caminata S.O.S. para apelar. La anciana debatía con otras tres señoras mayores practicantes de Falun Gong acerca de caminar a través del estado donde yo residía. Si bien este estado es uno de los estados más pequeños, tomaría varias semanas viajar a través de él a pie. Trate de persuadirla de que dejara la idea debido a su edad. Sin embargo la anciana había tomado la decisión. Los practicantes destacaron la edad de la señora varios días después. Había un automóvil siguiéndolos atrás cargado de comida, agua y mantas de dormir. Usaban camisetas amarillas de Falun Gong en las que se leía “Paren la persecución a Falun Gong”. Siempre que llegaban a una ciudad o a un pueblo a lo largo del camino, iban al ayuntamiento de la ciudad a encontrarse con los concejales, para presentarles la situación de la persecución a Falun Gong en China. Ellos también realizaban otras actividades como distribuir folletos en las calles. Estuvieron más de dos semanas en la ruta. Para cuando volvieron, sus caras estaban oscuras por las quemaduras del sol.

Los practicantes de Falun Gong mantienen conferencias del Fa (también llamadas conferencias de intercambio de experiencias) muchas veces en diferentes ciudades principales de Estados Unidos, incluyendo Nueva York, Washington D.C, y Chicago. Otras ciudades europeas como Ginebra también sostienen conferencias algunas veces. La anciana concurría a casi todas las Conferencias del Fa. Compartía el viaje en auto con otros practicantes si era posible llegar manejando. Si era muy lejos, tomaría un avión. Los gastos de viaje oscilaban entre los 100 y 600 dólares. La señora no era renuente a hacer estos gastos, pero la comida y la ropa en su vida diaria eran muy simples. En una ocasión, una amiga la acompaño a comprarse ropa nueva. Esta amiga le recomendó enérgicamente que compre ropa más cara por ser de mejor calidad. La señora no pudo resistir la recomendación de su amiga y la compró. Pensó sobre esto una y otra vez una vez que volvió a la casa. Al final devolvió la ropa de buena calidad a la tienda, y la cambió por unas más baratas. En ese momento había vendido una casa recientemente, y no estaba corta de dinero. Sin embargo, ella dijo que el dinero obtenido por vender las casas podría brindarle libertad para esparcir la verdad acerca de la persecución, y que no debía ser gastado en ropa.

Es un fenómeno muy común para los practicantes de Falun Gong soportar penalidades. Pueden gastar dinero en hacer banderas, alquilar lugares para conferencias, hacer folletos o poner avisos en los diarios, pero son muy frugales en comida y vestimenta. Un caso muy extremo, fue el de un doctor que vino de Texas para asistir a la Conferencia del Fa en la cuidad donde resido, se quedo en la casa de la señora, y solamente comió simples buñuelos y vegetales en escabeche como único menú.

Algunas personas dicen que los practicantes de Falun Gong quienes asisten a las conferencias del Fa o actividades de protesta son contratados con dinero. Esto no se atiene a lo que yo vi. Una vez, conduje con varios practicantes de Falun Gong a Washington D.C. para asistir a una Conferencia del Fa, mientras yo visitaba museos.

Después, la anciana decidió restaurar la casa donde me alojaba (la señora estaba en el negocio de inmuebles– comprando casas viejas, remodelándolas, y vendiéndolas a mayor precio), y me tuve que mudar. Sentí que la renta que pagué fue mucho menor que el precio del mercado, y le quise dar varios cientos de dólares más, pero ella no los aceptó.

Durante mi contacto con practicantes de Falun Gong, he oído y visto muchas historias conmovedoras. Casi todos los practicantes tienen su historia real que contar. Hablaré de esto en un futuro.


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