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Según la fuente de información, Liu Chengjun fue ilegalmente secuestrado el día 24 de marzo de 2002. Entonces, la policía disparó aposta dos balas en su pierna cuando ya estaba esposado de manos y pies, causándole heridas muy graves. A principios de mayo de 2002, Liu Chengjun fue trasladado al centro de detención de Tiebei, donde fue cruelmente torturado y obligado a sentarse atado en una silla de hierro durante 52 días. Cuando le sentenciaron, fue llevado al tribunal encima de una camilla. A mediados de septiembre de 2002, Liu Chengjun fue sentenciado 19 años de prisión y fue encarcelado en la prisión de Jilin. Después de un año y nueve meses de enormes sufrimientos e incesantes torturas durante su cautiverio, se despidió del mundo trágicamente a las 4 de la madrugada del día 26 de diciembre de 2003. Según testigos visuales, todavía sangraba por los orificios nasales, los oídos y las piernas aun cadáver.. En ese día, a pesar de las protestas de los familiares y sin la autopsia médica, a las 11 de la mañana, los policías de Jilin se llevaron forzadamente su cadáver para incinerarlo y así destruir las pruebas.
Mucha gente vio nuestras pancartas y firmaron voluntariamente en señal de apoyo a los practicantes de Falun Gong para pedir el fin de la persecución. Un señor nos dijo: “Admiro todo lo que estáis haciendo, lo habéis hecho muy bien, seguid así.”
Vinieron dos policías y nos preguntaron: “¿hasta qué hora vais a estar aquí?” “hasta las 5:10 pasadas.”, “Nos llamaron diciendo que estabais haciendo manifestaciones y para eso tenéis que solicitar un permiso.” “Perdón, Liu Chengjun fue asesinado el día 26 de diciembre, no nos llegó la noticia hasta el día 29, por eso no tuvimos tiempo para solicitar el permiso. Por favor, ¿nos puedes dar un número de teléfono para solicitarlo?.” El policía nos apuntó el numero y nos dijo: “A lo mejor ya no os da tiempo para pedirlo, todos están de vacaciones, pero podéis solicitarlo el día 5 cuando todos vuelvan al trabajo.” “Todos los policías del mundo capturan personas malas, sin embargo, los policías chinos persiguen a personas buenas.” “Sí, sabemos que los practicantes de Falun Gong son buenas personas”. Seguimos esclareciendo la verdad a los policías y les dimos los materiales de información acerca del asesinato del practicante Liu Chengjun. Los policías nos expresaron que conocían la persecución que está ocurriendo en China.
A las 5 de la tarde, vino un coche de policía y uno de ellos nos dijo amablemente que les llamaron otra vez del consulado chino y que teníamos que marchar. Un practicante les dijo sonriente: “Ellos llamaron por las presiones que les ejerce el régimen de Jiang, tienen miedo. Jiang Zemin cometió muchos crímenes en China, aquí estamos revelándolos de una manera pacífica, estamos haciendo bien”. El policía nos dijo con sonrisa: “sí, sabemos que estáis haciendo bien.” Más tarde, se marcharon.
Terminamos exitosamente la actividad de manifestación pacífica y más seres conocieron la verdad de la persecución a Falun Gong que está ocurriendo en China.
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