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En enero de 2004, el régimen de Jiang, que es responsable de la persecución brutal de Falun Gong, mintió y ejerció presiones sobre la policía francesa que no conocía la verdad. La policía recibió la orden de molestar a los practicantes de Falun Gong durante las fiestas del año nuevo chino para tenerlos a raya del desfile oficial. A raíz de esto los practicantes tomaron la iniciativa de hacer saber la verdad sobre la persecución en todos los niveles de la sociedad, pidiendo a los implicados en este incidente admitir su responsabilidad administrativa y presentar sus excusas a los practicantes de Falun Gong. Esta apelación recibió la atención y el apoyo de numerosas personalidades políticas. Recientemente François Asensi, miembro del grupo “Amigos Francia-China” escribió una carta al Ministro de Asuntos Interiores, declarando que el comportamiento ilegal de la policía francesa era un atentado directo a la libertad de expresión de los practicantes de Falun Gong.
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