Eliminando las nociones humanas y armonizando todo el cuerpo

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Con el progreso de la rectificación del Fa en el estado presente, la mayoría de los practicantes son capaces de coordinar como un cuerpo y han tenido un gran impacto en la validación del Fa. En el proceso, algunas nociones humanas han emergido, junto con interferencias. Me gustaría compartir mis pensamientos.

Miedo
El miedo es un gran apego que dificulta la comunicación entre los practicantes. Los practicantes que son controlados por este apego a menudo lo revelan durante el contacto normal con otros practicantes. No quieren estar implicados, arrestados, etc. Sabemos que la verdadera seguridad proviene del cuidado del Maestro, del Fa, y de asimilarnos al Fa. ¿Cómo puede el mal tocar a una vida de oro que se ha asimilado al Fa? El miedo es la prueba mortal para una vida caminando hacia la perfección. Mientras estudiemos bien el Fa, definitivamente seremos capaces de eliminar todos los apegos y convertirnos en dignos practicantes de la rectificación del Fa. Podemos armonizarnos con todo el cuerpo y usar el poder más eficientemente.

Lo que más teme el mal, es la fe indestructible que tenemos en Dafa. El miedo es una noción humana. Es una prueba y un obstáculo en nuestro camino de cultivación. No debemos reconocerlo ni aceptarlo. Deberíamos desintegrar todos los elementos y factores de miedo con nuestros pensamientos rectos.

La importancia de la coordinación
A veces pensamos, “Yo me cultivo a mí mismo y hago las tres cosas. ¿Por qué debería coordinar con todo el cuerpo?”. Detrás de estos pensamientos está escondido el miedo y el deseo de comodidad, como también la falta de entendimiento de la importancia de la coordinación. Por ejemplo, hay ratas en una habitación. Las personas en las habitaciones 1 y 2 trabajan duro para limpiar su habitación y atrapar a las ratas. Los de las habitaciones 4 y 5 no. Las ratas correrán y se esconderán en las habitaciones 4 y 5. Los de la 1 y 2 dejan de intentar atraparlas. Ahora son las personas de las habitaciones 4 y 5 que intentan atrapar las ratas. Así las ratas se escapan para las habitaciones 1 y 2. Las personas nunca atraparán a las ratas de este modo. Tienen que trabajar juntos para que las ratas no tengan lugar donde esconderse y finalmente sean atrapadas.

El Maestro dijo en “Enseñando el Fa en el Fahui de Florida, USA”:

“Entonces, si cada estudiante es capaz de hacer esto, puedo decirles, que con cinco minutos de enviar juntos los pensamientos rectos, la maldad en los Tres Reinos dejará de existir para siempre; así de importante es esto”.

El Maestro no sólo mencionó la importancia de los pensamientos rectos, sino que también nos dijo cuan poderosos son cuando trabajamos juntos. Si todos coordinan bien, el mal no tendrá lugar donde esconderse y lo que le espera es la eliminación.

Corazón de sospecha
Muchas veces cuando es importante coordinar bien, por ejemplo cuando tenemos que rescatar a un practicante o exponer al mal, repentinamente aparece un rumor: “Esta persona es cuestionable y puede que sea un agente especial”. Esto causa inestabilidad entre los practicantes e interfiere con lo que necesita ser hecho.

Todo cambia con las nociones humanas. Bajo tales circunstancias, ¿no deberíamos calmarnos y mirar hacia dentro? “Esto no es una coincidencia. Tal vez teníamos el apego al miedo y queríamos estar a salvo. Tememos que la impureza entre los practicantes ponga en peligro lo que necesitamos hacer y nos meta en problemas. ¿Está el mal explotando nuestras brechas?” Cuando decimos cosas como esas, tenemos que ser responsables ante los demás practicantes y hacia todo el cuerpo. Si otros practicantes nos han confundido con espías, necesitamos reconsiderar si tenemos el mismo apego de sospechar sobre otros y ¿estamos siendo descuidados e irracionales con el trabajo de Dafa? Como somos practicantes, si algo pasa, siempre hay algo que mejorar.

El Maestro dijo en “Enseñando el Fa en el Fahui de Medio-Oeste de EE.UU. 2003”

“¿Por qué se debe que algunos estudiantes en ciertos lugares cooperan bien, mientras que los estudiantes de ciertas áreas no cooperan tan bien? No puedes decir que se deba a que haya agentes especiales allí causando interferencia o culpar a esto o aquello. En realidad, hablé de eso hace mucho tiempo: cuando tu mente es muy recta, un agente especial no se atreverá a quedarse donde tú estés. Él sólo tiene dos opciones. Una es ser asimilado al campo recto, ya que el campo puro y recto que emanen los Dafa dizi limpiará todo mal en la mente de esa persona. El campo puro y recto lo puede desintegrar, desintegrar todo lo que no es recto en la conciencia de la persona, y ésa es otra manifestación de salvación y un reflejo de compasión”.

Nuestras nociones y apegos humanos son los lugares donde el mal puede aprovecharse más fácilmente. Si podemos actuar rectamente, podemos negar y destruir al mal.

Las vidas provienen de diferentes lugares y niveles. Por ello tienen diferentes características y entendimientos de los principios del Fa y manifestaciones cuando practican. Los practicantes deberían ser considerados y armonizarse uno con el otro. Si uno discute sobre quien tiene razón y quien no, ése es un apego al ego. Se manifiesta de una manera en que uno siempre insiste que él tiene razón y que la parte opuesta no se basa en el Fa. Si todos podemos dar un paso atrás en una discusión, veríamos que todas las vidas son diferentes y que cada vida es buena en algo. Nadie está absolutamente errado cuando hace el trabajo de Dafa, es sólo que siempre hay algunos pequeños defectos. Sin importar de quién es el método que se adopte eventualmente, mientras nadie insista y todos se ayuden unos a otros, el trabajo de Dafa será completado.

Por ejemplo, un hacha y una espada discuten cual es la mejor arma. El hacha dice: “Soy fuerte y tenaz, puedo partir una montaña en dos. Una espada es muy delgada y no puede hacer mucho”. La espada dice: “Mírate, que torpe eres. Soy veloz y filosa y nadie puede detenerme”. Discuten y no llegan a nada. Sólo cuando pueden aprender a ser ellos mismos y dejar el ego, la espada puede beneficiarse de la ayuda del hacha y viceversa. De esta forma pueden luchar juntas y ganar cada batalla. Igual que nosotros los practicantes. El apego a uno mismo agranda el egoísmo y el no ser responsable ante el Fa, y de este modo obstaculiza la armonía del grupo.

Si una vida toma Dafa como prioridad cada segundo de su vida y renuncia a todo lo que tiene por la verdad del universo, ¿no es éste el reino y la ponderosa virtud de un ser iluminado? Por el Fa y por las incontables vidas ansiando ser salvadas, ¿qué es lo que no podemos dejar ir?

La envidia también interfiere con la coordinación del trabajo. Algunos coordinadores a menudo comparan cuán bien lo han hecho los distintos grupos en alcanzar la meta del trabajo de Dafa. Algunos practicantes se quejan sobre los coordinadores y hablan mal de ellos. El practicante A se quejó del practicante B. El practicante B aprecia más al practicante C y excluye al practicante A de cierto trabajo de Dafa. Están aquellos que siempre comparan quien escribe mejor, quien habla mejor, adoptar la idea del mejor, etc. Sus corazones siempre están enojados.

Bajo cualquier circunstancia, nunca debemos olvidar que estamos practicando y que hemos venido por el Fa. Debemos ser muy cuidadosos cuando nuestras nociones humanas emergen y nos enojamos. La envidia es de naturaleza demoníaca y debe ser corregida inmediatamente. Si los celos emergen, es probable que escuches de la gente a tu alrededor: “Hey, fulano no es tan bueno, tú eres mejor que él”. Y es muy probable que fulano sea el practicante que no te cae bien. En ese momento, deberías calmarte y arrancar este apego que ama escuchar elogios y ser respetado. El mal está usando cada cosa embrollada para interrumpir la coordinación entre los practicantes. Deberíamos erradicar la envidia. ¿Quién es el que juzga quién es mejor y quién no? De hecho, la comparación en sí es una noción humana y produce conflictos. En esta situación, un practicante debería saber que hay un apego incomodándolo y que es tiempo de erradicarlo.

Son los practicantes de Dafa los que ayudan al Maestro a rectificar el Fa y salvar seres concientes; somos todos nosotros. No hay ninguna razón para atribuirle el mérito a una persona y no a otra. Hacemos lo que podemos si la rectificación del Fa lo necesita de nosotros. No hay diferencia en el trabajo que hacemos.

El asunto de la seguridad y la cultivación del habla
Cuidar nuestra habla es cultivar nuestra mente. Para los practicantes que hacen materiales para esclarecer la verdad, nosotros deberíamos ser responsables por su seguridad y no decirles casualmente a otros sobre el trabajo que hacen. No digo ser sobre-cauteloso, sino que no deberíamos actuar descuidadamente sobre esto como si no tuviéramos ningún apego. Éste es un asunto de si nos podemos poner en los zapatos del otro y ser responsables por otros. No tener en cuenta la cultivación del habla puede ser intencional o no. Les daré unos cuantos ejemplos.

Durante un intercambio de experiencias, escuché casualmente: “No lo hice bien. Vean, tan anciana como es la Sra. Zhang, puede usar una computadora y conectarse a Internet. Tengo vergüenza de mí mismo”. Este practicante encontró dónde se quedaba corto pero expuso la identidad de otro practicante. A veces un practicante dijo abiertamente a otro practicante: “¡Los materiales que hiciste esta vez para esclarecer la verdad, no son lo suficientemente buenos! Están oscuros, necesitamos prestar más atención. Somos responsables por el Fa y los seres conscientes”. Sin embargo, el practicante que dijo esto se olvidó de ser responsable por la seguridad del otro practicante.

Siendo practicantes, necesitamos prestar más atención a los detalles en las cosas grandes que hacemos. ¡El mal existe! No podemos traer pérdidas al grupo por ser descuidados. En muchas ocasiones incluyendo intercambios de experiencias, no tenemos que mencionar los nombres. Podemos decir solamente: “Fulano, practicante…”

La seguridad en los teléfonos y la distribución de materiales son viejos tópicos. Después de tantas lecciones dolorosas, deberíamos aprender. Ser descuidados, atontados, y dejar cosas al alcance todavía son brechas que el mal puede explotar. Buscar atajos convenientes para salir del paso puede traer un montón de problemas. Necesitamos ser cuidadosos en las cosas pequeñas y atenernos nosotros mismos a altos estándares todo el tiempo. De otro modo, “las hormigas pueden derribar una represa de miles de kilómetros”.

Compasión y armonía
A veces cuando un practicante tiene problemas, en vez de señalar los apegos del practicante y tratar de ayudarlo, otros practicantes lo culpan o se quejan o incluso piensan: “Sabía que esto iba a pasar”. Esto expone el egoísmo de uno mismo y la necesidad de ostentar de sí mismo. Al mismo tiempo, este tipo de respuestas es como reconocer las viejas fuerzas, lo cual pone presión sobre los otros practicantes y debilita el poder del grupo.

Los practicantes forman un grupo. Sin importar dónde emerjan los problemas, estamos en ellos. Necesitamos pensar cómo mirar el problema y examinar si tenemos apegos. ¿Desviamos la responsabilidad hacia otros o buscamos qué es lo que no hicimos bien e intentamos ayudar?

Desviar la responsabilidad y culpar a otros son nociones que existen como materia. A veces estas nociones se esconden tan bien que no podemos encontrarlas. Una vez un practicante A cometió un error. El practicante B acusó a A y dijo que él/ella no debería haberlo hecho. El practicante C acusó a B diciendo que B no debería haber tratado ni hablado así a A. El practicante D, que estaba al lado de ellos y vio lo que pasó, dijo a C: “A pesar de que tu intención es buena e intentaste evitar que los practicantes se acusen y se quejen de otros, tal vez no hayas notado que has usado la misma actitud y tono hacia B cuando le hablaste”. Todos los practicantes en la escena se iluminaron: “¿Por qué no vimos esto? Porque estábamos mirando hacia fuera. Vimos los errores de los otros y no miramos dentro. Tal vez tenemos la misma noción-materia, pero pensamos que no nos involucraba a nosotros y por eso no lo vimos. Lo que realmente necesitamos hacer es eliminar el apego de culpar a otros”.

A veces cuando asistimos a un Fahui, o nos unimos a un estudio de Fa grupal y vemos algunos apegos y defectos en lo que están haciendo otros practicantes, pensamos: “El campo no es lo suficientemente recto. No puedo mejorar. No debería haber venido” O, “Tantos practicantes ancianos disminuyen el ritmo del estudio. Mejor me quedo en casa, porque aprenderé más”. Estos pensamientos emergen del egoísmo como también del “sólo quiero tomar y no dar”. Si pensamos: “¿Cuál es mi apego? ¿Qué puedo hacer por este grupo de practicantes?” entonces, no estamos siendo egoístas. Si el ambiente no es lo suficientemente bueno, depende de nosotros arreglarlo. Si los demás piensan mal de nosotros, no deberíamos salir corriendo, sino discutir con los demás y mejorar juntos y si no podemos soportar algo, es una noción para eliminar. Si el campo no es lo suficientemente recto, deberíamos hacer lo mejor para dar nuestra opinión y rectificar juntos el Fa.

A veces nos avergonzamos de señalar la interferencia o brechas de los practicantes. Éste es un apego de querer sentirse bien y no querer perder la reputación. No querer corregir el problema de un conocido es otra forma de egoísmo. En la superficie no queremos que esa persona que conocemos se enoje y nos preocupamos que no lo pueda tomar bien, mientras que en lo profundo nuestro, no queremos que la otra persona se enoje y nos culpe. Estamos protegiendo nuestros sentimientos.

Nuestro ambiente cambiará si dejamos ir el ego, caminamos el sendero recto y somos responsables con otros practicantes y todo el grupo. Esto es algo que necesitamos hacer para armonizar el grupo. En nuestra área local (me disculpo si estoy equivocada y por favor señalen mis errores) creo que necesitamos establecer grupos de estudio del Fa y asegurar un ambiente de estudio del Fa porque es el Fa que nos ayuda a resolver nuestros problemas. Debería haber un coordinador en cada grupo. Los coordinadores de tres o cuatro grupos pueden reunirse a menudo y comunicarse. Entre estos tres o cuatro coordinadores, habría un coordinar general también. Este coordinador se comunicaría con otros coordinadores similares en intervalos regulares. De este modo, hay canales para los grupos o individuos en el área entera para comunicarnos. Si hay un problema, toda el área puede proveer ayuda, si hay algo que necesita ser hecho o si hay mensaje que hay que pasar, hay una coordinación sistemática.

Lo que he compartido es una experiencia que tuve más los pensamientos de los corazones de los practicantes que quieren ser responsables ante el Fa. Si los practicantes en ciertas áreas lo hacen bien, es porque todos ellos han trabajo juntos duramente siguiendo el progreso de la rectificación del Fa. Hay diferentes niveles de Fa y de la rectificación del Fa. Hoy necesitamos dejar ir el ego y armonizar todo el cuerpo. Deberíamos coordinar bien para eliminar completamente el polvo del viejo cosmos.

Mi iluminación personal: “Todo el cuerpo es un cosmos gigante compuesto de incontables pequeños universos. Los apegos y la existencia de egoísmo son vidas como de materia negra que bloquea los meridianos del cuerpo. Dafa rectifica todas las nociones humanas. Todo el cuerpo mejora y se sublima, la gran ola de la rectificación del Fa penetrará este gigantesco cosmos y lo hará libre del egoísmo y los apegos”.

Versión en inglés disponible en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/9/22/89792.html

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