El sábado, 26 de junio, cuando lucía un espléndido día de verano, cerca de cien practicantes de Falun Gong en Alemania participaron en el 7º Desfile de las Culturas en Fráncfort del Meno, cuyo lema este año era: "Manifestación por la diversidad cultural y contra la xenofobia". Su sección compuesta del grupo de tambores en la cintura, un grupo de bailarines tradicionales y una carroza llena de color, donde aparecían sentadas solemnemente unas hadas celestes en suntuosos trajes, llamó mucho la atención. Al mismo tiempo, denunciaban también la persecución que desde hace once años están sufriendo los practicantes en China.
Los gritos "Falun Dafa Hao" ("Falun Dafa es bueno") que acompañaban al sonido acompasado de los tambores, ataviados sus componentes con trajes amarillos, abrían la comitiva. En la antigua cultura china se decía que estas percusiones tienen el poder de expulsar el mal y abrir la puerta del cielo. Cada golpe de tambor validaba los tres principios de Falun Gong, Verdad- Benevolencia-Tolerancia, no dejando a la perversidad ninguna posibilidad. Su energía y su alegría ganaron el corazón de los espectadores.
Detrás, seguían las bailarinas con trajes de vivos colores que interpretaban el baile del Loto, símbolo del desarrollo espiritual en los países asiáticos.
La segunda parte de la comitiva de Falun Gong denunciaba las atrocidades de la persecución en China y los malos tratos infligidos a los pacíficos practicantes, apelando a la conciencia.
Un grupo de mujeres vestidas de blanco, color de luto en Asia, llevaba coronas de flores y fotografías de los practicantes fallecidos a consecuencia de la persecución.
Las numerosas personas que habían acudido al desfile ya habían escuchado acerca de la persecución de Falun Gong pero pudieron profundizar un poco más gracias a estas escenas contrastadas, y también al campo armonioso de energía que rodeaba a los practicantes cuando semejante persecución es fundamentalmente inaceptable.
Traducido del alemán de: http://de.clearharmony.net/articles/201006/54547.html
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