Es de destacar cómo Thomás Dobson, un joven francés instalado hoy en Sydney, que practica Falun Gong desde hace diez años, pudo tener esta afinidad predestinada con los alumnos de Falun Gong de Changchun en China.
Thomás Dobson, practicante francés de Falun Gong, instalado en Sydney, Australia |
Como todos los practicantes de Falun Gong en todo el mundo, Thomás resistió pacíficamente a la persecución de Falun Gong en China, en los últimos 11 años. En una entrevista comentaba al periodista, que antes de que se iniciara la persecución en 1999, él estaba con sus compañeros de práctica en Changchun. Era entonces un muchacho de 22 años, y por aquella experiencia puede demostrar que los miembros de esa comunidad que practican Zhen-Shan-Ren (Verdad- Benevolencia-Tolerancia) son buenas personas en su vida cotidiana. Él quiso aprovechar esta ocasión para decirles: ¡continúo practicando y jamás les olvidaré!
Casi en cada hogar de la ciudad de Changchun había practicantes
Thomás continúa diciendo: "Cuando llegué a Changchun quedé sorprendido por el hecho de que en esa ciudad, casi en cada hogar, había practicantes: bien podía ser la abuela, la mamá, el abuelo o el padre; a 10 minutos de mi casa había un punto de práctica, y cada día, unos 200 practicantes acudían para hacer los ejercicios; unos a las 5 y otros a las 19 horas. En cada distrito, había también grupos de estudio de las enseñanzas. ¡Era fenomenal! Toda la ciudad practicaba Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y cuando surgía un conflicto, cada uno se miraba dentro. Justo, lo que había estado buscando durante toda mi vida, lo encontré allí, y era una ayuda increíble para elevarme y avanzar en la cultivación".
Conoció Falun Gong por la Embajada de China en París
Thomás comenzó la práctica de Falun Gong en París, en 1996. Tenía entonces 19 años. Al principio, seguía a su madre cuando iba a hacer los ejercicios en un parque municipal cada amanecer. Decía, "Mamá comenzó la práctica en 1995, cuando el Maestro Li Hongzhi pasó por París, invitado por la embajada de China, para dar conferencias y enseñar los ejercicios en París. Fue de los primeros alumnos europeos de Falun Gong. En aquel momento, ¡Falun Gong estaba altamente recomendado por los funcionarios de la embajada de China, y por eso, muchas personas conocieron Falun Gong. Desde entonces, toda mi familia practica ¡y es formidable!
Atraído por la práctica de Verdad-Benevolencia-Tolerancia
"Antes de la práctica, prosigue Thomás, era sólo un estudiante y la vida del estudiante estaba llena de fiestas y mucha juerga, pero poco dinero. Una de las razones por la cual comencé a aprender Falun Gong era por su carácter gratuito y además sin compromiso. No había ninguna obligación de práctica ni de curso, la práctica era completamente libre. Este tipo de enfoque fue muy valorado en Francia, donde la gente considera la libertad individual como algo fundamental.
Y continúa diciendo: "Esto no tenía nada que ver con el mejoramiento de mi salud, ya que al contrario de muchos practicantes como así lo pude comprobar más adelante, gozaba de una salud excelente a pesar de que fumaba 40 cigarrillos al día; lo que realmente me atrajo fueron los principios de: Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y los ejercicios tan bellos y tan simples; me resultaba una forma flexible y una práctica libre.
Decidí aprender chino en China para poder leer Zhuan Falun
Continúa Thomas: "Cuando empecé la cultivación, "Zhuan Falun" no se había traducido al inglés ni tampoco al francés. Entonces, durante más de un año, sólo practicamos los ejercicios y hacíamos intercambio con los practicantes chinos. Nos enfocamos en enseñar el método en diferentes lugares. Sólo conocíamos la práctica de los ejercicios y el principio de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
¡En septiembre de 1996, cuando pude obtener una traducción de Zhuan Falun, lo devoré de una tirada!
Debido a que todavía numerosas conferencias y libros de Falun Gong no habían sido traducidos, decidí ir a Asia para aprender el idioma chino."
De esta manera, Thomas, con apenas 20 años, se fue a China para aprender chino. Recuerda este período inolvidable de su vida con los ojos llenos de nostalgia:
"En enero de 1999, estaba previsto que me fuera a la facultad de Yunnan, pero 2 o 3 semanas antes de mi salida, encontré en Francia a alguien de Changchun que me dijo que era mejor que me fuera a vivir a Changchun.
Dos meses más tarde llegué pues a Changchun. Era a principios de enero y la temperatura era de 25 grados bajo cero. Jamás había vivido en un país tan frío. Sin embargo, me parecía que tenía suerte, ya que todo marchaba como yo lo quería sin que hubiera previsto nada de antemano.
Comencé a aprender chino en la escuela normal del Norte Occidental y practicaba Falun Gong cada mañana en la facultad de Jilin. Daba cursos de inglés en una escuela privada a alumnos de 15 a 20 años, afiliada a la escuela normal. Se quedaron asombrados cuando les dije que practicaba Falun Gong.
"¡Pero usted es muy joven! Mi abuela practica Falun Gong, pero ¿usted por qué?"
¡Tenían mucha curiosidad con respecto a mí! Como era el único alumno europeo, aprendí rápidamente el chino. En el momento del estudio, seguía a los practicantes chinos con la versión china de Zhuan Falun. Después, revisaba en mi casa con la versión inglesa o francesa. Eran los buenos tiempos en Changchun".
En vísperas de la persecución: 20 de julio de 1999
Un mes antes de la terrorífica persecución de Falun Gong, Thomás abandonó Changchun. En vísperas de su salida, el 1 de junio, participó, con más de 10.000 alumnos, en la práctica colectiva del centro de la ciudad de Changchun. La escena quedó grabada para siempre en su memoria.
Thomás recuerda muy bien el inicio de la persecución:
"Había una amenaza perceptible en el aire: policías de paisano paraban a los transeúntes que pasaban; yo me sentía incómodo. Pensaba regresar a Changchun algunos meses más tarde sin embargo, cuando por fin regresé ya habían pasado diez años. Durante este tiempo estuve en Hong Kong, Taiwán, Macao, etc, pero no pude regresar a China.
Perdí contacto con bastantes amigos. Muchos de ellos han sido detenidos. Una amiga fue forzada a abortar en su octavo mes de embarazo. Era su primer embarazo. Por mi parte, no paraba de informar a la gente sobre lo que pasaba en China, aunque esto no era nada fácil. El Partido Comunista Chino hizo mucha propaganda y nuestros esfuerzos parecían insignificantes.
Ahora, después de una decena de años, es cuando la gente comienza a comprender. No es un movimiento político, sino una cuestión de derechos humanos, y esta persecución está durando demasiado tiempo. Las cosas van a cambiar, estoy seguro. Una cosa que observo es que entre los practicantes hay gente de todas las comunidades, como por ejemplo, estudiantes tibetanos, ouïgours, mongoles, etc. Así mismo hay toda clase de profesiones como soldados, policías, maestros de escuela, campesinos, taxistas y otros. Esto es un fenómeno que no se da en el seno del Partido Comunista Chino".
Los estímulos de los amigos: "Lo que usted hace es útil"
"El mensaje más positivo que recibí viene de una amiga que vio mi foto en Internet, y se quedó conmovida. Se sintió contenta y animada.
Todos los alumnos y profesores de la facultad de Changchun, me apoyaron y trataron de comprenderme con mucha paciencia. Como no tenemos la misma cultura ni el mismo modo de ver las cosas, aprendí mucho de ellos. Cuando se acabe la persecución, lo primero que haré es tomar un avión para visitarlos".
"Sé que algunos amigos franceses tienen una opinión muy buena sobre nosotros. Dicen que debemos continuar con lo que estamos haciendo, porque es muy útil. Me sentí muy animado".
Ante la pregunta de si quería enviar un mensaje a sus amigos practicantes chinos, Thomás, con lágrimas en los ojos, dijo: "¡Qué sepan que continúo practicando y que jamás los olvido!"
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