Qué hay detrás de las palabras de queja y acusación

Las palabras de queja y acusación parecen frías y groseras. Son desagradables, irrespetuosas y pueden herir fácilmente a una persona. Cuando alguien habla con un tono de voz triste o acusador, los conflictos aparecerán allí dónde no los hay, creando nuevas brechas. Los conflictos entre practicantes y la falta de cooperación entre nosotros son el resultado de las quejas y de las acusaciones mutuas de los practicantes. Esto crea una barrera invisible que divide a los practicantes y origina elementos negativos obstaculizando nuestra cultivación y nuestra validación del Fa. Shifu nos dice:

El mejoramiento de un cultivador definitivamente no es el resultado de señalar con el dedo o criticarse unos a otros. Viene de cultivarse uno mismo. (Enseñando el Fa en la ciudad de Los Ángeles (25-02-2006)

De hecho, los practicantes que aún tienen esta mentalidad se sienten frustrados; saben que es un apego y tratan de eliminarlo de una manera activa. Porque no es fácil desarraigar el apego de una sola vez; cuando estos practicantes están implicados en un conflicto, las palabras de queja y de acusación pueden aparecer en la superficie inconscientemente. De hecho, hay una sustancia detrás de estas palabras que refuerza continuamente la energía. Esta sustancia es una noción profundamente arraigada, o una forma de pensamiento obstinado de entretenerse en buscar las insuficiencias de otros.

Un practicante que se enfoca siempre en otros con un ojo crítico buscando sus insuficiencias, y no se mira para encontrar sus propias faltas, terminará siendo mezquino. Si todo lo que ve en los demás son deficiencias, su corazón estará lleno de quejas y de acusaciones. Por consiguiente, tan pronto como esta persona se implique en un conflicto, será incapaz de tolerar y de comprender a los demás. Por otra parte, si esta persona puede ver las cualidades de otros y buscar sus propias insuficiencias, tendrá un gran corazón y estará en un estado apacible. Aunque el practicante tenga muchas insuficiencias, será más capaz de tolerar y de comprender.

Hay una practicante en nuestra región que mira más la fuerza de los demás, enfocándose menos en las debilidades y en la cultivación. Cuando encuentra a un practicante, mira primero las buenas cualidades de esta persona y utiliza esto para medir sus propias insuficiencias. Durante las conferencias de intercambio de experiencias, compartía con nosotros: "Cuando trabajo o intercambio con otros practicantes, los miro con una actitud de aprobación y pienso: Éste o ésta practicante se cultiva bien. Ha hecho esto mejor que yo. En este momento, debería superar mis insuficiencias y rectificarme de acuerdo al Fa". Reconocer las buenas calidades de otros practicantes, se convirtió para ella en una fuente de motivación para volverse más diligente. Así mismo decía: "Cuando veo las cualidades positivas de un practicante, mi corazón se llena de gratitud y me vuelvo apacible. Todo mi cuerpo se siente relajado y confortable, mi sabiduría aumenta y mi corazón se hace más grande". Aunque el practicante tiene numerosas insuficiencias, soy más capaz de tolerarle y comprenderle. Esta practicante fue estricta no sólo hacia si misma en este aspecto, también animó a otros a hacerlo mejor. En consecuencia, los numerosos conflictos entre practicantes han sido eliminados.

Con el fin de llegar a eliminar totalmente las palabras de queja y de acusación, él o ella deben cambiar la costumbre de pensar bajo las nociones deformadas, es decir, enfocadas habitualmente en las debilidades de los demás. Deberíamos aprender a considerar a otros practicantes con aprobación, alabanza y admiración. La costumbre de quejarse y de acusar no tendrá entonces más raíces, y estas sustancias inapropiadas serán ineficaces y gradualmente eliminadas. Por otra parte, cuando la costumbre de procurar ver las buenas calidades de otros se convierte en algo habitual, descubrimos que las palabras de quejas y acusaciones disminuyen y son reemplazadas por la tolerancia y la comprensión. La tolerancia y la comprensión son las mentalidades adaptadas para un practicante. Y cuando señalamos a alguien sus omisiones e insuficiencias apaciblemente y con calma, estarán felices de aceptarlo.

Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2010/9/8/229322.html