El fin de semana del 18 y 19 de septiembre, los practicantes de Falun Gong de Hungría dedicaron un día de información en Budapest en el momento en el que allí se efectuaba una visita del Dalái Lama.
Falun Dafa, también conocido bajo el nombre de Falun Gong, es un sistema de cultivación y de práctica de la Escuela Buda. Fue transmitido públicamente en China en 1992 y después se propagó en numerosos países, incluyendo Hungría. Falun Dafa enseña Verdad-Benevolencia-Tolerancia (en chino Zhen-Shan-Ren) que viene a ser lo que constituye la naturaleza fundamental del universo.
Los practicantes informaron a millares de visitantes acerca de los once años de persecución del Partido comunista chino en contra de los practicantes de Falun Gong en China, presentando una información detallada sobre la crueldad de los métodos utilizados, que llegó hasta la sustracción de órganos estando aún vivos para aumentar su mercado de trasplantes. Las personas se aproximaron a la mesa de información, una tras otra, con el fin de firmar la petición que pedía que de inmediato sea detenida la persecución.
Una señora firmó inmediatamente la petición, después de haber oído mencionar la persecución |
Los visitantes firman la petición que pide la parada inmediata de la persecución |
Un tibetano mayor de edad, vestido con un traje tradicional, que era miembro del equipo de la organización del Dalái Lama, al ver la inscripción "Falun Dafa" dijo en voz alta: "¡Sí, conozco Falun Dafa, ellos son perseguidos en China!" y firmó la petición.
Los visitantes firman y expresan su ayuda |
Demostración de los ejercicios mientras la gente lee la información expuesta |
Durante la demostración de los apacibles ejercicios de Falun Gong, el sonido de la música meditativa china llamó mucho la atención. Ciertas personas preguntaron dónde podían encontrar esta música y se alegraron al enterarse que los ejercicios son enseñados gratuitamente. En el momento del quinto ejercicio, la meditación sentada, varias personas se sentaron al lado de los practicantes.
Una joven profundamente emocionada fue a comprar tres rosas que puso delante de los practicantes en meditación y después desapareció. Había dejado escrita una pequeña frase: "¡Qué Dios os bendiga!"
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