Liu Gongquan, un gran maestro de caligrafía y asesor ejemplar. (ZonaYeh/La Gran Época) |
Liu Gongquan (778-865) fue un famoso calígrafo de la dinastía Tang. La fuerza, la gracia y la estructura impecable de su caligrafía, lo convirtieron en un artista muy relevante para la historia china que ganó la honra de generaciones de calígrafos.
A la edad de 29 años, pasó el examen imperial y trabajó para el gobierno local como funcionario de bajo nivel. Cuando tenía más de 40 años de edad, su caligrafía atrajo la atención del emperador que muy pronto lo convocó a la capital Chang'an para servir en la corte.
A Liu se lo conocía como un hombre recto y franco y mucha gente sentía que su personalidad se reflejaba en su caligrafía, lo que provocó una importante demanda por parte de los nobles.
Liu Gongquan sirvió a siete emperadores durante su permanencia en la corte, que supieron apreciar su caligrafía y sus consejos honestos.
Un emperador, a menudo, descuida su deber en los asuntos imperiales. En una ocasión, el emperador estaba hablando de la caligrafía con Liu y le preguntó la raíz detrás de ser tan buen calígrafo. Liu respondió: "El pincel refleja el corazón. Si el corazón es recto, el pincel lo será".
El emperador se dio cuenta de que Liu no sólo le sugería un método para realizar buena caligrafía, sino que le aconsejaba cumplir su deber en los asuntos imperiales.
Cierto día, uno de los emperadores estaba reunido con sus cancilleres y Liu estaba presente. Cuando el tema llegó a la vida frugal de los emperadores antiguos, el emperador mostró sus mangas y dijo con orgullo: "Este vestido es bastante antiguo y aún lo estoy usando". Todos los cancilleres comenzaron a cantar alabanzas al emperador, excepto Liu.
Cuando el emperador lo interrogó, Liu dijo: "Su Majestad, ser emperador es para gobernar el imperio y cuidar de su pueblo. Lo más importante es la selección de las personas virtuosas y con talento para servir al imperio, despedir a los no justos e incompetentes, tomar un buen consejo y establecer un sistema justo y eficiente. Estas medidas conducen a una sociedad civilizada y una nación próspera. Comparado con llevar un vestido viejo no es más que un asunto trivial".
El emperador no se enojó, en cambio, elogió altamente a Liu como "asesor ejemplar".
Es de saber popular que, en la cultura china, las obras del arte de la caligrafía, la literatura, la pintura, entre otras, reflejan la personalidad del autor, las virtudes, los pensamientos y los sentimientos. La gente suele decir que la justicia y la ética de Liu también se reflejan en su caligrafía.
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