El abanico arrastra una larga tradición en la cultura china. Es un testigo viviente del paso de las dinastías, acompañando con cambios estéticos y funcionales la aparición de casi cada una de ellas.
(Foto: Apostoli Rossella) |
En su origen, se utilizaba simplemente para bloquear la vista, el sol o el viento; especialmente para mantenerse fresco. Pero gradualmente, a partir del periodo de los Tres Reinos (220-280), artistas plásticos y poetas comenzaron a plasmar sus obras en los abanicos. Así, alrededor de estos aventadores, se desarrolló toda una cultura.
De acuerdo con el libro ‘Pinturas famosas de la historia’ de Yan Yuan Zhang, de la Dinastía Tang, Buo Yang, que sirvió como jefe de archivadores durante el periodo de los Tres Reinos, pintaba abanicos para el Primer Ministro Cao Cao. Un día, por un descuido, cayó una gota de tinta sobre un abanico. Él aprovechó el infortunio y dibujó una mosca. Si bien no quedó hermosa, el esfuerzo le valió para disimular la gota de tinta.
(Foto: Peter Adams) |
Así, desde las dinastías Wei y Jing de aquel período, escribir poemas y pintar sobre los abanicos se volvió cada vez más popular, costumbre que duró por muchas dinastías.
Hay una historia sobre el famoso calígrafo Xi Zhi Wang, de la Dinastía Dong Jing (317 -420 ). Según los libros de historia, Xi Zhi Wang fue la primera persona en escribir caligrafía sobre abanicos.
El libro ‘Historia de la Dinastía Jing: biografía de Xi Zhi Wang’ relata una historia en la que Xi fue a la ciudad de Shaoxin y vio a una anciana cargando más de diez abanicos hexagonales de bambú que pretendía vender. Sintiendo pena por ella, Xi le preguntó: "¿Cuánto cuestan tus abanicos?". "Veinte wens", respondió la anciana. Xi sacó su pincel y escribió cinco ideogramas en cada abanico, y le dijo: "Con decirle a la gente que Youjun Wang escribió estos ideogramas, podrá vender cada abanico por cien wens".
Aunque dudaba del gesto de Xi, la anciana llevó todos los abanicos al mercado. Para su sorpresa, los abanicos llamaron la atención de muchos compradores, y pudo vender todos en muy poco tiempo.
(Foto: John W Banagan) |
En la actualidad, cerca de la montaña Chi en la ciudad de Shaoxin, provincia de Zhejiang, hay un puente llamado "Puente del abanico de caligrafía". Según la leyenda, allí fue donde Xi Zhi Wang escribió su caligrafía sobre los abanicos.
Durante las dinastías Sui y Tang (581 – 907), los abanicos eran muy elegantes y abundantes en variedad. En esa época, los abanicos más populares eran los de seda, los de pluma y los de papel. El Emperador Taizong de la Dinastía Tang era famoso por su caligrafía.
Durante el Festival del Bote de Dragón, escribió sobre abanicos y se los obsequió a sus ministros. De acuerdo con el libro ‘Historia de Tang’, que documenta la Dinastía Tang, en el Festival del Bote de Dragón, el abanico no era un mero obsequio, sino también un recordatorio de los fallecidos.
Pasada la Dinastía Tang, la tradición de escribir ideogramas sobre los abanicos sostuvo aún su popularidad en las dinastías Song, Ming y Qing.
Lejos de ser un mero objeto cotidiano o de decoración para mujeres y eruditos refinados, el abanico chino codea su rol en la cultura china con la vestimenta de las largas togas, las profundas pinturas de paisajes, detrás quizás de solo contados bastiones culturales como aquellos clásicos que despliegan los valores morales básicos chinos de ‘piedad filial’, ‘justicia’, ‘verdad’ y ‘virtud’.
Se utilizó como utilería en los Ping Tan (tradicionales relatos de historias acompañados generalmente por uno o dos instrumentos musicales), la ópera teatral china, la danza y el Quyi (representaciones en las que se contaban historias con música y actuaciones).
Son muchos los poemas que se hicieron famosos tras inmortalizarse en abanicos."Agitando el abanico de plumas, vistiendo un pañuelo de seda, él bromeó y sonrió; y redujo los barcos de los enemigos a cenizas y humo", palabras que muestran confianza en un estilo natural y libre.
"Sostener un abanico redondo mientras se hace una reverencia con las manos juntas es como sostener una luna llena; agita el abanico para sentir el viento", muestra precisión y gracia. Estos poemas ilustran el uso práctico y el estilo cultural elegante y relajante del abanico en los cinco mil años de historia china.
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