En una reunión del pasado julio, una practicante indicó que siempre veía a practicantes chinos que compartían sus experiencias de eliminar sus enfermedades después de haber practicado Falun Dafa. Preguntó por qué los practicantes occidentales compartían raramente este tipo de experiencias. Le contesté que yo había tenido tal experiencia. Todas mis enfermedades desaparecieron después de haber practicado Falun Dafa. He aquí mi historia.
Yo sufría alergias crónicas en 1997. Sólo podía comer muy pocos alimentos. Además de alergias alimentarias, tenía también alergias al polen, a la composición química de los detergentes, a los productos para cuidar la piel y al dentífrico. Por lo tanto, podía utilizar sólo productos naturales. Hasta una pequeña cantidad de polen me afectaba gravemente. Tenía la impresión que nunca más tendría energía.
Entonces pesaba sólo 42 kilos y me veía esquelética. Una vez, tuve varias pústulas gruesas en la cara. Me hizo falta mucho coraje para hacer frente a la gente que me miraba de hito en hito cuando salía. Además, cogía cualquier enfermedad y siempre estaba con tos, dolor de garganta, dolor de oído. Debía ser operada regularmente por causa de una pancréatite vestibulaire (una enfermedad ginecológica).
En el 2000, una terapeuta me presentó Falun Dafa. Me prestó el libro "Zhuan Falun" para leerlo. Compré el vídeo donde el Maestro enseña los ejercicios. Leí Zhuan Falun en mi casa y aprendí sola los ejercicios. De cuando en cuando, iba al sitio de práctica en nuestra ciudad. A causa de mis alergias alimentarias, debía comer ciertos alimentos a cierta hora, tampoco podía participar en los ejercicios en grupo todos los días. Era una de mis brechas en ese momento y las viejas fuerzas perversas sacaron provecho de eso.
Tres años más tarde, en 2003, mi salud se deterioró tanto que no quería vivir más. Me sentía al borde del precipicio y a punto de morir. Siempre me sentía presa de vértigos, enferma y aterrorizada. En agosto de 2003, casi me asfixié. Empaqueté algunas cosas y escribí una carta de despedida a mi hija que estaba de vacaciones. Llamé a mi marido y le dije que no debía buscarme si no volvía a casa por la tarde. Luego fui al bosque. Sin embargo, en este momento crucial, decidí practicar verdaderamente Falun Dafa.
Después de eso, mi situación se mejoró. Comencé a participar en el grupo de estudio de la Ley y fui frecuentemente a practicar los ejercicios. Me di cuenta que todos los síntomas de enfermedades no eran verdaderas enfermedades. No obstante era duro de aceptarlo en la vida cotidiana.
Después de un cierto tiempo, no tuve más síntomas, como tos, calambres de estómago, náusea, asma, etcétera. Si me sentía muy mal o estaba más allá de mi límite de tolerancia, recitaba las palabras del Maestro: "Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer" (lección novena, Zhuan Falun).
Hasta la pancréatite vestibulaire, que no podía ser curada sin cirugía, tendía a disiparse. Todas las cosas malas salieron por ellas mismas, luego desaparecieron.
Volví a estar muy bien de salud después de uno o dos años, y después de tres años, casi pude comer de todo. Todas mis enfermedades desaparecieron después de cuatro años. Mi peso volvió a ser normal. Además, en mi trabajo me ha ido cada vez mejor y nuestra situación financiera también mejoró.
Mirando hacia atrás, es verdad que el Maestro me salvó del infierno y quitó tanto karma para mí.
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