De regreso al trabajo sin mis muletas

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Comencé a practicar Falun Dafa en Mayo de 2007. No hay palabras para expresar la felicidad que he vivido durante los años de mi cultivación en Dafa. Más adelante encontrarán dos ejemplos que muestran las maravillas de Falun Dafa y la gran benevolencia de Shifu.

De regreso al trabajo sin mis muletas
Soy un minero del carbón. En junio de 2006, me fracturé la pierna izquierda con una carretilla, mientras estaba trabajando bajo tierra. Me hospitalizaron durante un mes. Para curar mis fracturas insertaron en mi pierna 4 barras de acero de seis pulgadas para unir mis huesos. Después de la cirugía, el doctor me dijo que estaba discapacitado y que aunque me recuperase de la lesión, no podría seguir trabajando en la mina de carbón. Después de salir del hospital, estuve en recuperación por un año y tenía que usar muletas para caminar.

Durante mi convalecencia, mi hermana, quien es una practicante de Dafa, vino a visitarme. Se sintió muy triste por lo que me había ocurrido. Mi pierna lesionada estaba morada y muy hinchada y por los lugares donde se habían insertado las varillas de acero fluía sangre y tejido. Con la ayuda de mi hija era capáz de caminar. Mi hermana me aclaró la verdad sobre Falun Gong, pero yo no le creí. A ella la había detenido el gobierno por practicar Falun Gong y la habían dejado en libertad recientemente. No nos habíamos visto en cinco años. Yo estaba muy envenenado por el Partido Comunista chino y no le creía a ella ni a Falun Dafa. Sin embargo, ella no se dió por vencida y me contó más sobre la belleza de Falun Dafa y de cultivarse en el principio de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para ser una mejor persona. Paulatinamente, comencé a comprender que no había nada de malo en creer en el principio de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, ni en practicar Falun Gong, ni en convertirme en una buena persona.

Comencé a practicar Falun Dafa ese día. Leí Zhuan Falun, es un gran libro. Ahí encontré respuestas a muchas preguntas sin respuesta, que me había planteado toda la vida y tomé la firme decisión de cultivarme hasta el final.

Mi hermana me enseñó los ejercicios, al principio no me podía mantener de pie y tenía que apoyarme de la pared para practicar los ejercicios. Entonces ocurrió un milagro, a los siete días dejé de usar una de mis muletas y la otra dos semanas después. Ya podía caminar por mis propios medios. Un mes más tarde podía montar una bicicleta. Practicar Falun Gong es realmente mágico, no sólo se curó mi pierna, si no que también han desaparecido mis antiguas dolencias, incluída mi grave condición cardíaca y el vértigo.

En el transcurso de apenas un mes, pasé de ser un discapacitado, que necesitaba dos muletas para caminar, a ser una persona sana y normal. Había ocurrido un cambio muy drástico en mí, con el cual yo ni siquiera había soñado. Sin embargo, se había convertido en realidad.

Desde entonces, he interiorizado lo grandioso de Falun Dafa y del Shifu Li Hongzhi. Diez meses después, regresé a trabajar en la mina de carbón. Mi caso es un milagro poco frecuente que no tiene precedentes en los registros de la Dirección de Minas.

Fui enterrado en carbón, pero no perdí la vida
Mientras estaba trabajando en la mina con mis compañeros el 26 de octubre de 2009, el embudo de la carbonera se atascó y no podíamos continuar trabajando. En ese momento estaban presentes tanto el director como el subdirector de nuestra sección. Aunque no era mi tarea desbloquear el embudo, nadie más quería hacerlo, porque era extremadamente peligroso. Yo estaba pensando, como soy un practicante de Dafa, debería tomar la iniciativa cuando se presenta una dificultad.

Por lo tanto, fui a la carbonera para limpiar el embudo. Utilicé un palo para empujar el carbón, que lo estaba bloqueando, pero no funcionó. Entonces pisé fuerte con el pie sobre el carbón. De repente, el embudo estaba despejado y el carbón pudo pasar, pero al mismo tiempo, yo también caí, junto con el carbón y quedé enterrado hasta la cintura. Llamé al compañero que me estaba ayudando: "¡Sácame pronto de aquí!" Pero no tuvo tiempo de hacerlo, así que el carbón que estaba en el embudo se vino abajo y me enterró por completo. Mi corazón se aceleró, pero no tuve miedo. Los directores y los otros compañeros tenían miedo. Ellos intentaron rescatarme y después de cinco minutos, por fin salí por el extremo del embudo. Sorprendentemente, no había sufrido ningún daño, ni siquiera había rasguños en mi piel. Los directores insistían en llevarme al hospital para que me examinaran, pero me negué cortésmente. Mi corazón estaba muy firme en todo momento. Sé que Shifu me salvó. Agradezco al respetado y compasivo Shifu con todo mi corazón. Me gustaría decirle: "¡Shifu, tu discípulo te da las gracias!".

Durante mis tres años de cultivación en Dafa, he estado inmerso en la gracia infinita del Shifu y me he sentido muy felíz. A menudo hablo sobre la verdad de Dafa con mis conocidos les comento sobre la belleza de "Verdad-Benevolencia-Tolerancia". Muchos de ellos han renunciado al PCCh y a sus organizaciones afiliadas y algunos me han pedido que les lea el libro del Shifu. En el futuro, haré más esfuerzos para crear un ambiente de cultivación, mejorar el estudio del Fa y hacer bien las tres cosas que Shifu requiere. No quiero defraudar a Shifu y deseo seguirlo en el camino de regreso, hasta lograr la perfección.

Versión en chino disponible en: http://minghui.ca/mh/articles/2011/5/17/【庆祝513】丢掉双拐-重返岗位-240500.html

Versión en inglés disponible en: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2011/5/25/125522.html

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