En mayo de 1996, comencé a practicar Falun Gong y fui a Beijing a apelar cuando se inició la persecución en 1999. Sin embargo, dejé de practicar después de ser arrestada y detenida ilegalmente.
En agosto de 2008, tuve el deseo de leer "Zhuan Falun (volumen II)" y fui a casa de una practicante para pedir prestado el libro. Para mi sorpresa, ella ya había preparado siete libros de Dafa para mí y también había arreglado un encuentro con otro practicante que justo acababa de volver a practicar. Juntos compartimos nuestras experiencias y después decidí comenzar a practicar de nuevo.
En ese momento, mi esposo estaba muy ocupado con su trabajo y estaba bastante lejos de casa. Estudié el Fa diligentemente y sentí la urgencia de informar a la gente los hechos sobre Falun Gong. En una ocasión, cuando salí de la ciudad a casa de un practicante para estudiar el Fa, conocí a una practicante del grupo local. Ella hacía las tres cosas muy bien y me ayudó mucho.
Cuando una de mis compañeras de clase me llamó y pidió que fuera a su casa, decidí contarle los hechos a Falun Gong. Mi primer pensamiento fue que su lado consiente me estaba esperando a salvarla. Ella hizo muchas preguntas sobre la práctica, el cual yo respondía. Cuando abordé el tema sobre Renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh), aceptó de inmediato.
Una vez, uno de mis familiares me ofreció un empleo para trabajar como cocinera en una empresa familiar de embalaje. Yo no pedí el trabajo y me di cuenta que el Shifu había hecho este arreglo para que fuera a salvar los seres conscientes. alli Cociné para la familia durante dos horas diarias. También hacía alguna limpieza y cogia los recados. Había muchos clientes que iban allí. Durante el primer mes en mi trabajo no hable mucho, quería que me conocieran mejor. El segundo mes, mientras estaba con otro practicante, llegó un cliente a recoger un paquete. Este practicante comenzó a aclarar la verdad sobre Falun Gong, y el cliente parecía muy feliz de haber recibido la información. Le agradeció y le pidió que le ayudara a renunciar al PCCh.
Desde entonces traté de aclarar la verdad a los clientes, mientras el otro practicante estaba presente. Estábamos trabajando como un solo cuerpo e intercambiamos nuestras ideas y experiencias. Durante tres meses estuvo trabajando para esta pequeña empresa e hice una lista de los clientes que habían renunciado al PCCh. Traté de no perder a ninguno. Un día, un extraño se presentó y dijo que varios de sus compañeros de trabajo habían recibido información acerca de renunciar al PCCh y que él también quería información.
Cuando dejé la empresa, todavía había clientes que no querían renunciar el PCCh. Pero, en mi último día de trabajo tres clientes cambiaron de opinión y pidieron algunos materiales informativos de aclaración de la verdad.
En diciembre de 2008, en el sitio Web de Minghui, leí varios artículos con respecto a los practicantes que tienen en sus casas los sitios de producción de materiales y pensaba que no era accidental que estos artículos aparecieran. Decidí hacer uno, pero no sabía cómo. En ese momento, desde mi comunidad local, había recibido una suma de dinero para mi seguro de salud. Esto fue algo que nunca había sucedido antes. Lo utilicé para actualizar mi ordenador, comprar DVDs vírgenes, una impresora y otros accesorios para producir material de aclaración de la verdad.
En febrero de 2009, mi hija me pidió que me quedara con ella. Ella trabajaba en una zona del sur de China y comprendí que era arreglo del Shifu. Me enteré rápidamente que allí había mucha gente que sabía muy poco sobre Falun Gong. Envíe pensamientos rectos y recordé las palabras del Shifu: "Cuando atravieses una tribulación o una prueba real, haz la prueba; si es difícil de tolerar, trata de tolerar; si parece difícil de realizar y dicen que es difícil, entonces prueba un poco, a ver si realmente va o no va". Zhuan Falun (lección 9).
Hice lo mejor posible para aclarar los hechos a tanta gente como sea posible y ayudarle a salir del PCCh. La primera persona que renuncié estaba muy feliz a abandonar el PCCh. Después de ayudar a la segunda persona a renunciar, mencionó que su padre estaba enfermo y me preguntó si el mejoraría si decían juntos, "¡Falun Dafa es bueno!" Le conteste: "Claro que sí, él puede hacerlo".
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