Una de mis experiencias validando la Ley

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Mi casa fue investigada ilegalmente y mis propiedades fueron confiscadas el 29 de diciembre del 2001 porque practico Falun Gong. Fui llevada obligadamente a una estación de policía y estuve durante un día y una noche con mis manos esposadas a la máquina de calefacción central. La tarde siguiente me trasladaron a un campo de trabajos forzados femenino para un lavado de cerebro por más de un mes. Tomé un camino desviado por el engaño de los colaboradores. La gente malvada obligó a mi familia a pagar más de 4.000 Yuan en efectivo y me hicieron perder mi puesto y redujeron mi sueldo tanto como mis gastos de vida.

A mi regreso, supe que estaba equivocada después de estudiar repetidamente los artículos del Maestro. Yo decidí corregir mis errores inmediatamente y redoblé mis esfuerzos de reparación.

El 28 de julio del 2003, mi hija y yo fuimos a distribuir material después de haber enviado pensamientos rectos a mediodía. Como teníamos un corazón recto, no teníamos apegos de estar temerosas. Distribuimos material de verdad en nuestra vía, en lugares apropiados como estacionamientos de vehículos, buzones, y casetas de teléfonos. Cuando estábamos en el lado oeste de la entrada norte, mi hija encontró que nos seguía un policía vestido de civil. Entonces nosotros caminamos en dirección oeste. Cuando estábamos al otro lado de la librería Hsinhua, fuimos arrestadas por un policía de la unidad de tráfico. Mi hija no tenía temor y tenía un corazón recto. Ella puso la bolsa de materiales frente a una anciana y caminó abiertamente y con dignidad hacia la dirección de la cual ella había venido originalmente. El policía la siguió y a medida que se acercaba a casa, él no vio nada que pudiera ser usado como una excusa para arrestarla, y se fue.

Yo fui enviada a la unidad de tráfico. Cuando los mire, sentí que sus caras me eran familiares. Ellos también sintieron que mi cara les era familiar y dijeron que parecía que nos habíamos conocido en algún otro lugar. En realidad, nunca nos habíamos conocido. Comenzaron a preguntar mi nombre y dónde yo vivía. No contesté y envié pensamientos rectos en silencio para eliminar cualquier factor del mal tras ellos. Y entonces comencé a clarificar la verdad.

Durante el período cuando yo esclarecía la verdad, me di cuenta que ninguno de ellos sabía lo que estaba escrito en los materiales, ya que eran policías y no habían tenido la oportunidad de leer. Ellos leían (el material) y me hacían preguntas al mismo tiempo. Les di mis respuestas uno a uno. Dije: “Muchachos, ustedes necesitan leer cuidadosamente para entender la verdad y para analizar correctamente la situación actual. Aquellos de nosotros que practicamos Falun Gong no nos involucramos en política. Cultivamos para ser buenas personas basándonos en el estándar de “Verdad, Benevolencia, Tolerancia”. Lo que se informa en TV acerca de Falun Gong es falso.

“No crean en las declaraciones unilaterales”. Uno de ellos me preguntó si molestaba a otros al hacer ejercicios de Falun Gong mientras otros descansaban. Yo dije: “¡No!” Hice el conjunto de 5 ejercicios frente a ellos. Mi cruzada doble de piernas los asombró y me preguntaron si me dolía. Les contesté “No”. Teniendo esta oportunidad, yo puse mi mano recta frente a mi pecho y comencé a enviar pensamientos rectos. En 20 minutos ocho o nueve personas de la unidad de seguridad local habían llegado, incluyendo el jefe de la oficina local 610. Nuevamente ellos tomaron turnos para interrogarme. No dije nada acerca de mí pero continué relatándoles los hechos y contestando cualquier pregunta que ellos tuvieran en su mente. Respondí tranquilamente a sus preguntas bajo el fortalecimiento de nuestro Maestro y naturalmente hice lo que tenía que hacer. Al mal ya no le quedaban ardides ya que dije la verdad toda la tarde. Ellos entonces me enviaron a la agencia de vigilancia de la ciudad.

Después de llegar a la agencia de vigilancia, no cooperé con el mal, en cambio, comencé una huelga de hambre y a decir los hechos a los prisioneros. Les dije acerca de “Verdad, Benevolencia, Tolerancia” y que “Falun Dafa es bueno”. Al día siguiente, cuando ellos vinieron a llevarme ante la corte, aproveché esa oportunidad para decirles la verdad a los prisioneros hombres. Les dije gritando al caminar “Falun Dafa es bueno” y “Falun Dafa es recto”. Aquellos prisioneros me siguieron, gritaba una vez y entonces ellos gritaban otra, haciendo caso omiso del malvado policía.

Me di cuenta profundamente del poder y dignidad de Dafa y no pude evitar llorar. En mi corazón sentí cuán urgente necesita el mundo de “Verdad, Benevolencia, Tolerancia”. Durante más de 3 horas, no hice otra cosa sino explicar continuamente la verdad a un hombre y tres mujeres que me interrogaban en la corte. Durante el proceso de explicar los hechos, sentí lástima por estos seres tan perdidos y sentí mi responsabilidad de salvarlos; nuevamente, lloré. El hombre me escuchó silenciosamente, algunas veces el asentía con su cabeza. Finalmente, una de las mujeres intentó obligarme a firmar mi nombre. Sostuve el material escrito por ellos en mi mano y destrocé la última página. No se atrevieron a sacarme una foto. Así terminó la primera sesión de interrogación.

Después de regresar, reiteradamente encontré donde estaban mis omisiones. Envié pensamientos rectos, estudié los artículos del Maestro Li y me iluminé basada en el Fa. En el quinto día, vino una docena de personas a alimentarme obligadamente. No tenía omisiones. El sexto día, dos jefes de la oficina 610 vinieron a interrogarme y yo dije: “No me pregunten de dónde vengo. Como ustedes me trajeron aquí, no planifico regresar. La orden secreta de los altas autoridades es “difamar la reputación de practicantes de Falun Gong, quebrarlos financieramente y destruirlos físicamente” y “los casos de muerte por torturas tratarlas como suicidios”. Ustedes han golpeado hasta matar a más de 1.000 practicantes.

¿Creen ustedes que hicieron lo correcto? Los practicantes de Dafa en el extranjero acusaron a Jiang del crimen de “genocidio” y un juicio de ley espera al jefe del mal y a sus cómplices, quienes persiguen a Falun Gong. No se engañen ni engañen a otros. Piénsenlo más. Cuando dije eso, uno me preguntó: “¿Ustedes nos odian?” Le respondí: “No. Le tengo lástima. Cuando la gran verdad se revele, ¿tiene usted alguna idea de su destino? Será terrible“. Les comencé a contar cuando obtuve el Fa y aprendí los ejercicios, cómo me beneficié al mejorar mi salud y progresar mentalmente, y por qué yo distribuía material y mantenía una huelga de hambre. Ellos me escucharon silenciosamente.

En la tarde del 5 de agosto, dejé el nido del mal después de 9 días bajo la protección y fortalecimiento de nuestro Maestro.

Doy gracias a nuestro piadoso y maravilloso Maestro.

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