Mujer china atraviesa numerosas penurias para llevar justicia a su familia

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Por sus creencias en Falun Gong, su padre fue muerto bajo tortura, y su madre y hermana están condenadas a un año y medio de trabajo forzados

Qin Rongqian de 23 años de edad recolectó 15 mil firmas con huellas dactilares en una petición exigiendo una investigación sobre la muerte de su padre, y la liberación de su madre y hermana en detención. (Foto proporcionada por una fuente en China)

A lo largo de la historia China, las apelaciones a la corte imperial permitían a la gente común expresar sus quejas y hacer escuchar su voz.

Pero para los practicantes de Falun Gong en China, que sufren más de 13 años de cruel persecución bajo el régimen comunista chino, apelar a las autoridades locales es un viaje increíblemente difícil y peligroso.

Qin Rongqian, de 23 años, fue testigo presencial cuando viajó a Beijing a peticionar por sus familiares que sufrieron persecución por practicar Falun Gong, una práctica de meditación pacífica basada en los principios de verdad, compasión y tolerancia.

Qin llamó la atención pública cuando recogió 15.000 firmas y huellas dactilares de residentes de la provincia de Heilongjiang para apoyar su búsqueda de justicia para su familia.

El padre de Qin, Qin Yueming, fue torturado hasta la muerte por su fe, mientras que la madre y
la hermana menor de Qin fueron condenadas cada una a un año y medio de trabajos forzados por exigir una investigación sobre la muerte de Qin Yueming.

Qin Rongqian también fue detenida y torturada en la oficina pública de seguridad de la ciudad de Harbin, distrito Dongli en 2011. Con el firme apoyo de muchos residentes locales, Qin decidió viajar a Beijing y apelar el caso de su familia.

Qin, junto con tres abogados, llegaron a la Fiscalía Suprema del Pueblo en Beijing el 5 de julio. Inmediatamente fueron rodeados por un grupo de personas, que procedieron a seguirlos y filmarlos, hasta que finalmente escaparon de la atención del grupo y entraron en el edificio.

Cuando Qin presentó su carta de apelación en la recepción, un empleado le dijo, "no aceptamos casos sin sentencia del Tribunal Supremo de la Provincia de Heilongjiang. En ese caso usted debe ir al Tribunal Supremo del Pueblo".

Entonces Qin y los abogados acordaron ir al Tribunal Supremo del Pueblo. Cuando estaban a punto de colocarse en la fila, fueron rodeados inmediatamente por cinco o seis policías vestidos de civil que les preguntaron de dónde venían.

Qin se las ingenió para abrirse paso y dirigirse a la puerta custodiada por más de 20 policías judiciales. Los abogados intentaron explicar su caso a la policía judicial, pero la policía de civil se mantuvo muy cerca de ellos y los siguió adentro.

Una vez más, le dijeron a Qin que necesitaba un veredicto escrito del Tribunal Superior de la Provincia de Heilongjiang para presentar una apelación. El abogado de Qin explicó que el caso había sido establecido en el Tribunal Superior el 8 de septiembre de 2011, pero el Tribunal retrasó deliberadamente el veredicto y el tiempo límite del caso había expirado.

El abogado de Qin dijo que deseaba informar la conducta ilegal del Tribunal Superior de la Provincia de Heilongjiang, pero el recepcionista insistió en que el caso no podría presentarse sin un fallo del Tribunal Superior. El abogado Jiang Tianyong expresó su indignación, "Estamos aquí para informar la conducta ilegal de la Corte Superior de Heilongjiang”. Ellos dijeron, “No nos importa. Usted debe volver al Tribunal superior”. “Estamos aquí para informar de su incumplimiento de la ley y ¿usted quiere que regresemos de nuevo a ellos?", preguntó Jiang.

Después de algunas negociaciones, el recepcionista los derivó finalmente con un juez llamado Huang, que representaba el Tribunal Superior de Heilongjiang en Beijing. Sin embargo, el juez les indicó que fueran al Hotel Kaipeng en Beijing para buscar a un funcionario de la Oficina de la Corte Superior de Heilongjiang en Beijing. El abogado Jiang dijo, "Hemos decidido no ir allí porque muchas oficinas son establecidas en hoteles, y operan como prisión subterránea. Estábamos preocupados de que nuestro cliente no pudiera salir una vez que entrara en ese lugar".

El 6 de julio, Qin y sus tres abogados intentaron una última ubicación para apelar, el Comité Permanente del Congreso Nacional Popular. Sin embargo, la policía judicial situada en la recepción los interrogó y se negó a dejarlos entrar, diciendo que necesitaban una sentencia de la Suprema Corte de la Provincia de Heilongjiang.

Qin ha persistido durante un año y medio tratando de clarificar la injusticia cometida contra su padre, pero ha encontrado numerosos obstáculos en el sistema legal del Partido Comunista Chino. Sin embargo, Qin expresó que no se dará por vencida. Continuará exigiendo justicia para su familia y llevará el caso hasta el más alto Tribunal de China, el Tribunal Popular Supremo.

Artículo original disponible en: http://www.lagranepoca.com/25104-mujer-china-atraviesa-numerosas-penurias-para-llevar-justicia-su-familia

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