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Pisar esta tierra libre me parece un sueño. Me han sucedido tantas cosas que no sé por dónde comenzar. Por ahora tan sólo puedo compartir unas cuantas palabras con ustedes.
Tan sólo por ir a la oficina de apelaciones en diciembre de 1999 a decir que Falun Dafa es bueno, acción que me dictó mi sentido de responsabilidad, fui detenido durante 17 días. Poco después, fui enviado a un campo de trabajos forzados por firmar una petición pidiendo un diálogo pacífico entre el gobierno y los practicantes de Falun Gong para resolver la situación.
Pasé por muchas dificultades, las cuales no podría siquiera describirles. Perdí todos mis derechos y libertades como ser humano en un sólo instante. Se me forzaba a realizar trabajos físicos y se me golpeaba rutinariamente. Estaba en un entorno sumamente nocivo y oscuro, rodeado de criminales, bombardeado con toda clase de mentiras perversas y propaganda sobre Falun Gong, mantenido en aislamiento, separado de mi familia y amistades, y bajo presión perpetua para que renunciara a mis creencias. ¿Qué tipo de sufrimiento fue el mío? Digamos que fue lo suficiente para destruir la voluntad de una persona.
Sin embargo, caminé a través de cada persecución que enfrenté y con cada paso me hice más fuerte, firme y resoluto. No lograron doblegarme ni hacerme vacilar; mi fe en Falun Dafa se mantuvo firme. En mi corazón yo sé que Falun Dafa es la verdad. No me arrepiento de nada.
Sin embargo, debo hacer hincapié en que yo de ninguna forma admito ni acepto todas las perversidades que se hicieron contra mí, ni los crímenes que continúan realizándose bajo el régimen del presidente Jiang Zemin en esta persecución de Falun Gong – son perversas y vergonzosas. La persecución de Jiang contra Falun Gong va en contra de la propia constitución de China—es ilegal.
Originalmente fui sentenciado a un año y medio en un campo de trabajos forzados. Sin embargo, el día anterior al fijado para mi liberación, estando preparado para regresar a casa y mi familia ya lista para recibirme, de repente se me notificó que mi sentencia sería prolongada por otro medio año, sin explicación alguna. Esta es la clase de tormento que se emplea con el propósito de destruir la firmeza de los practicantes de Falun Gong.
Todavía el mes pasado, en el segundo día previsto para mi liberación, se me informó que podría ser enviado a prisión por otros tres años. Les dije: “Permaneceré sentado hasta que el piso se hunda debajo de mí antes de renunciar a mi fe en Falun Gong.” Estaba preparado para permanecer encerrado por el resto de mi vida por mi creencia. Entonces fue cuando me liberaron.
Lo que yo he hecho no es en lo absoluto ni de manera alguna, delictivo. Lo que yo hice fue recto y justo y no lo hice por mí. Tan sólo quiero poder decirle la verdad a la gente del mundo y decir unas pocas palabras que le hagan justicia a Falun Dafa.
Quiero expresarles mis más sinceras gracias a los miembros del Parlamento que ayudaron a liberarme, en especial al señor Irwin Cotler, mi consejero legal, por brindarnos un apoyo inmenso en tiempos difíciles, a Amnistía Internacional de Canadá por seguir laborando sin tregua por mi liberación, al gobierno de Canadá por apoyarme, y a las decenas de miles de ciudadanos canadienses por firmar peticiones y realizar diversos esfuerzos para mostrar su apoyo.
Estoy contento de estar libre aquí en Canadá. Sin embargo, pido que por favor, no se olviden de todos los practicantes de Falun Dafa que continúan sufriendo en China. Por favor, muestren su apoyo y ayuden a que esta horrenda persecución acabe pronto.
Página Web : http://www.faluninfo.net/sp/
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