Por la mañana, con un tiempo frío típico del fin del otoño, frente a la embajada china, los practicantes enviaron pensamientos rectos cada media hora. Repartieron los folletos de esclarecer los hechos a los peatones y también a los chinos residentes venidos para tramitar sus documentos de identidad. Todos ellos tuvieron la oportunidad de conocer la verdad y muchos animaron a los practicantes calurosamente.
Hubo un policía, paisano de un practicante, que después de conocer la verdad de Falun Gong y la cruel persecución por parte del régimen de Jiang, dijo: Apoyo completamente vuestra actividad aquí delante de la embajada china, también debéis hacerlo en nuestra comarca.
Una señora vino a ver los tableros de exposición. Después de verlos se marchó y volvió un rato más tarde con decenas de vasos de café calientes. Entregó un café a cada practicante y dijo que era para que entraran en calor. Los practicantes se conmovieron por su benevolencia y se hicieron una foto de recuerdo con ella. Más tarde, un practicante se encontró de nuevo a esta señora y supo que ella había trabajado decenas de años en el gobierno. El practicante le dijo que la foto tomada con ella fue publicada en nuestra página Web y que puede ser vista por los cien millones de practicantes de Falun Gong de todo el mundo. Al oírlo, la señora se puso muy contenta.
Por la tarde, los practicantes fueron al consulado chino para seguir esclareciendo la verdad y enviando pensamientos rectos. La pancarta donde se reflejaban los crímenes de genocidio, contra la humanidad y torturas cometidas por el régimen de Jiang, fue visiblemente colocada en la acera. Al anochecer, por el tráfico, hubo un gran atasco, se formó una larguísima cola de coches y todos pasaron lentamente por la pancarta. La gente pudo ver claramente la verdad de los hechos.
Versión en chino disponible en: http://www.yuanming.info/articles/200310/25554.html
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