Aun cuando técnicamente la Constitución China estipula la libertad religiosa, las autoridades restringen y controlan todos los movimientos religiosos mediante un sistema de registro religioso, persecución y reeducación con campos de trabajo. Falun Gong, un pacífico grupo de meditación, es usualmente el foco del gobierno chino, quien intenta erradicar a esta organización herética. El gobierno chino golpea fuerte con campañas que permiten a las autoridades detener arbitrariamente a todo sospechoso de practicar Falun Gong, sin cargos o juicios, por periodos de tiempos indeterminados. Asimismo, es causa de preocupación en Amnistía Internacional el uso de la reeducación a través de campos de trabajo, y la fuerza y la presión psicológica que son usadas activamente para animar a los practicantes a retractarse de sus creencias [...]. Amnistía Internacional se ha enterado de que aproximadamente 550 personas murieron estando detenidas desde que Falun Gong fue prohibido en julio de 1999; las muertes han sido atribuidas a malos tratos y torturas.
¨Las actividades de Falun Gong están prohibidas en China. Participar en actividades o demostraciones relacionadas con Falun Gong infringe las leyes chinas y quien lo haga deberá atenerse a ellas. Las sanciones incluyen detenciones, deportaciones, arrestos y encarcelación.¨
Amnistia Internacional ha presentado un número de casos al Ministro de Inmigración, y de Asuntos multiculturales, el honorable Philip Ruddock, mostrándole nuestra preocupación relacionada con las repatriaciones de practicantes a China, en particular de aquellos que ya fueron detenidos en el pasado, o aquellos que han sido denunciados por participar en actividades a favor de Falun Dafa, especialmente si el gobierno chino esta enterado de ello.
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