Las maravillas del espíritu humano: Dos niñas de cuatro años despiertan la compasión en sus familias

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¿Qué se imaginan puede atraer la atención de niñas de cuatro años? ¿Cachorros? ¿Gatitos? ¿Caramelos? ¿Galletitas? ¿Juguetes? ¿Duendes en cuentos de hadas?

Una niña de cuatro años llamada Xiao Ci vive al lado de mi casa. Un día, ella se rehuso a comer un plato de sopa que su maestra del jardín de infantes le dio. La sopa estaba hecha de pescados bebes. Ella vio a todos esos pequeños peces mirándola con sus grandes ojos. “Todos estos peces bebes deberían estar jugando con sus padres en el mar. ¿Cómo terminaron en mi plato?” ella exclamó. Los ojos afligidos de esos pequeños peces perturbaron profundamente su pequeño corazón. Xiao Ci no lloró. Ella silenciosamente alejó el plato.

Parecía como si en ese punto ella hubiera hecho una promesa secreta en su pequeño corazón. Xiao Ci reía y jugaba como siempre, pero comenzó a escoger lo que comía. Nadie notó el cambio hasta que un día en el restaurante Mc Donald la tía de Xiao Ci se dio cuenta, en vez de elegir la comida habitual, Xiao Ci solo ordenó ensalada y papas fritas. En la casa de su abuela Xiao Ci se rehuso a comer costillas y pescado frito, los cuales eran antiguamente sus platos favoritos. Preocupada por Xiao Ci, su abuela exclamó: “¿Quién le pidió que sea vegetariana? ¿Cómo puede una niña pequeña como ella volverse vegetariana?”. Aunque todos los adultos le continuaron preguntando a Xiao Ci la razón, ella nunca se explicó.

Un día, la madre de Xiao Ci encontró un libro en la mochila de la niña. El libro era sobre proteger vidas, entonces ella aprovechó la oportunidad para preguntarle a Xiao Ci porque ella había decidido volverse vegetariana. Fue entonces cuando Xiao Ci le dijo a su madre sobre como ella había mirado a los ojos de esos pequeños pecesitos en su plato de sopa. Con sus propios ojos Xiao Ci había visto la lucha por la vida de esos pequeños peces.

Hay otra niña quien vio la miseria en el mundo humano. Ella es una niña de cuatro años llamada Kathy y vive en los Estados Unidos.

Una vez que Kathy vio niños etíopes en la TV contemplándola con sus ojos desvalidos, ella no pudo comer el pollo en su plato. Kathy le dijo a su abuela: “Quiero darle mi pollo a ellos”.

Su abuela le dijo: “¡Niña tonta! Etiopía esta tan lejos de aquí que el pollo se echara a perder para el momento en que sea entregado allí”.

“¿Entonces, hay algún niño en nuestro barrio que no tenga suficiente comida?” preguntó Kathy

“Supongo que si”, contesto su abuela.

“¿Entonces porque no les damos el pollo a ellos?” Los ojos de los chicos hambrientos en la TV hicieron surgir la compasión de los cuatro años de Kathy. Como resultado, la fundación Kathy Johnson fue establecida para frenar la pobreza alrededor del mundo.

¿Qué es lo que niños de cuatro años ven? En contraste con nosotros los adultos quienes estamos preocupados con este mundo terrenal, cuyos corazones se han vuelto adormecidos, y cuyos ojos se han vuelto ciegos al sufrimiento, los niños ven con ojos compasivos y honestos. Ellos frecuentemente nos ayudan a volver a nuestro verdadero ser y nos ayudan a recuperar la inocencia y pureza que hemos perdido mucho tiempo atrás.

Traducido de: http://www.zhengjian.org/zj/articles/2003/10/4/23665.html


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