Aquí en medio de los vientos fríos demasiado largos, despiadados,
Reinos perniciosos, alabeados y austeros
Vidas bajando, ciegas y arrastrando los pies,
Bajo el ritmo, clamor de un tambor desmañado
Observen, nuestros inviernos levantándose
¡Dejen la luz de los más grandes soles surgir!
Cuando el último vestigio de la resistencia se desploma,
Fútil frente a muchos corazones que se despiertan.
Las configuraciones de un nuevo mundo abrasado,
Iluminando, prevalece una calma infinita
El frío de los inviernos se disipa, más ganados por la palidez.
En multitudes venimos, conduciendo nuestro viaje hacia las cumbres perfectas
Allí donde las flores encienden ahora el aire,
Una canción infinita de la primavera resuena.
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