Testimonio para la historia: Conferencia de prensa secreta en Pekín, el 28 de octubre de 1999

Facebook Logo LinkedIn Logo Twitter Logo Email Logo Pinterest Logo


Yendo a Dalian

Desde Suecia llegué vía aérea a Pekín el 24 de Agosto de 1999, al día siguiente seguí hacia mi destino final, Dalian (una ciudad al noreste de China). ¿Fue una decisión correcta dejar mi país y venir a China después de iniciada la persecución a Falun Gong? Después de todo, ¿qué podría hacer para ayudar en China? Antes de partir conversé sobre el tema con mis compañeros practicantes y la mayoría de ellos sugirieron que me quedara en casa o, en caso de ir, que no me pusiera en contacto con compañeros practicantes. ¿Pero, podría pasar un año sin intentar contactar con ningún practicante? Me prometí a mí mismo primero esperar y observar, y luego ver qué estaba realmente sucediendo en China.

Conociendo a compañeros practicantes

Había pasado cerca de un mes antes de haber hecho mi primer contacto. Tenía el número telefónico que un practicante sueco me había dado. Lo encontré y lo marqué. Me contestó una señora y me presenté diciéndole que había obtenido su número de amigos en Suecia. Acordamos encontrarnos en un restaurante. Cuando la vi, mis ojos se llenaron de lágrimas por el sufrimiento que ella y otros habían atravesado. Estaba muy feliz de encontrarme con ella. Aunque nunca antes nos habíamos visto, teníamos mucho que compartir. Me contó que había practicantes que habían ido a apelar a Pekín ante el Gobierno Chino y a pedir que anularan la orden de detención del Maestro Li, que liberaran a todos los practicantes de Falun Dafa y que restauraran la reputación de Falun Dafa.

Nos encontramos una vez más en su lugar y decidimos que la semana siguiente estudiaríamos juntos. Sin embargo, cuando llamé para ponernos de acuerdo, no respondió. No sabía qué había sucedido. Después supe por la amiga de su hija que había ido a Pekín.

Viaje a Pekín para validar el Fa

A menudo pensé que yo también iría a Pekín, pero me preocupaba no encontrar quien me acompañara. Una noche tres semanas después, mi sueño se hizo realidad. Esa noche no podía dormir. Temprano en la mañana sonó el teléfono y me sorprendí un poquito, pero cuando oí quien era, me puse feliz. La practicante de Dalian me llamaba diciendo que ella iba a Pekín y que yo también debería ir. Había estado esperando ir y finalmente tenía la oportunidad.

Le dije a mi compañero de habitación que no iría a mis lecciones de ese día, en cambio me fui hacia la estación para comprar un pasaje. Era la primera vez que compraba un pasaje en chino y me resultó difícil entender a la señora de la caja. Pero entendía que no había pasajes para el tren de la noche. Un hombre oyó que buscaba un pasaje y me ofreció venderme el suyo a Pekín. No estaba seguro que fuera verdadero pero decidí comprarlo de todas maneras. Compré el pasaje y el hombre repitió varias veces la hora en que el tren saldría. Nos separamos y de pronto el hombre estaba detrás de mí diciéndome “por favor no pierda el tren de esta noche”. Una vez más me mostró la hora en que saldría y desde qué andén, se lo agradecí. Esa tarde en la estación de tren vi muchos policías, probablemente intentando encontrar practicantes. Incluso yo oí bromear a algunas personas, que tal vez yo, como extranjero, era un practicante. Me dejaron subir al tren.

Sólo llevé un poco de ropa conmigo y a la mañana siguiente al llegar a Pekín, el clima se había enfriado (cuando una practicante vio que tenía frío me dio una chaqueta que había llevado para algún practicante que no tuviera suficiente ropa. Sabía que habría alguien que lo necesitaría más que yo pero ella no quiso escuchar eso y me lo dio). Tomé un taxi hacia el lugar de encuentro donde había otro practicante con ella. Fuimos a desayunar y me dijeron que nos juntaríamos en una conferencia de prensa secreta a medio día. Ella quería que nos viéramos presentables de modo que todos fuimos a la peluquería.

La conferencia de prensa secreta

Ese día, cerca de treinta practicantes se habían reunido en un suburbio de Pekín. Medios internacionales habían sido invitados a la conferencia y los practicantes hablarían acerca de Falun Dafa en la reunión, la severa situación de los practicantes de Falun Gong en China y de la persecución a que se enfrentaban.

En la reunión vi a un niño de once años. Me acerqué a él y le pregunté de dónde venía. Me dijo que era de la provincia Heilongjiang y que había venido a rectificar el Fa junto a sus padres (quienes eran campesinos). Nos dijo también que no podía ir a la escuela porque no quería renunciar a Falun Gong. Se veía tan valiente, incluso me dijo que no temía ser arrestado.

Muchos de esos practicantes se habían mantenido esperando, durante un largo tiempo en Pekín, que se presentara la oportunidad de apelar y de decir que Falun Dafa es bueno. La mayoría de ellos habían perdido todo y pasaban dificultades para sobrevivir, pero los rodeaba un halo de pureza y armonía. Algunos de ellos no habían podido tomar una ducha durante semanas, de modo que los compañeros practicantes habían alquilado una habitación y comprado algunas ropas para que estuvieran presentables y arreglados cuando los periodistas llegaran. Esto me emocionó.

Durante la conferencia de prensa, muchas veces mis ojos se llenaron de lágrimas. Miraba a estos practicantes que habían perdido todo. Nunca renunciaron a sus creencias en Falun Dafa. Incluso en ese entorno perverso, sus primeros pensamientos eran ayudar a más practicantes en China Continental y en el extranjero a que despertaran y dieran pasos adelante para ayudar a la gente de todo el mundo a conocer los hechos de la terrible persecución en China. Esos practicantes habían venido desde muy lejos sólo para hablarle al mundo acerca de Falun Gong. De qué momento tan solemne fui testigo.

Cuando llegaron los medios (siete periodistas), comenzamos la conferencia. Jiang, un practicante de la ciudad del sur este Fuzhou, leyó la declaración de prensa en la cual pedíamos ayuda a los grupos de derechos humanos internacionales, gobiernos y personas conscientes en China y en el extranjero a que nos ayudaran a detener la persecución de practicantes de Falun Gong. La declaración terminaba con la solicitud al gobierno chino de anular la orden de detención del Maestro Li Hongzhi, de liberar a los practicantes de Falun Gong, de esclarecer el nombre de Falun Gong y de permitir a los practicantes continuar su pacífica práctica.

Qu, el niño de siete años de Heilongjiang quien sostenía una fotografía del Maestro Li, dijo que sus profesores no le permitían ir a la escuela porque él practicaba Falun Gong. Un practicante nos dijo que él era un policía que había perdido su trabajo cuando no quiso renunciar a la práctica. Él debía elegir entre el partido comunista y Falun Gong. Otro practicante, también policía, nos dijo que no podía observar silenciosamente, que quería contarle a la gente acerca de la brutal persecución. Ding Yan, una peluquera de la ciudad Shijiazhuang, mostró cómo la habían torturado cuando la detuvieron el 17 de octubre, al esposar sus muñecas con un brazo sobre sus hombros y el otro detrás de su espalda. Le dijeron también a los periodistas que había practicantes torturados hasta la muerte, qué métodos se usaban para torturar a los practicantes, como los bastones eléctricos, palizas, golpes y otros métodos. Al final los practicantes demostraron los cinco ejercicios y la conferencia de prensa terminó exitosamente. Limpiamos y abandonamos separadamente el lugar.

Me quedé dos semanas más en China y pude reunirme con más practicantes que habían ido a apelar a Pekín. Incluso aunque la presión sobre ellos era fuerte, ofrecieron más entrevistas a los medios y grupos internacionales. Una pequeña niña de cerca de cinco años, a quien conocí después de la conferencia, me dejó una profunda impresión. Su madre fue detenida, pero ella sabía lo que un practicante de Dafa debía hacer. Ella siguió a su padre a la plaza Tiananmen.

Versión en chino en: http://www.yuanming.net/articles/200312/26611.html


* * *

Facebook Logo LinkedIn Logo Twitter Logo Email Logo Pinterest Logo

Se autoriza la impresión y circulación de todos los artículos publicados en Clearharmony y su contenido, pero por favor cite la fuente.