Oklo: Antiguo reactor nuclear africano |
Los restos de reactores nucleares de alrededor de dos mil millones de años de antigüedad fueron encontrados en los años 70 en África. Se cree que estos reactores son de origen natural. Actualmente no existen reactores naturales, ya que la densidad relativa del uranio fisionable ahora ha decaído por debajo de lo requerido para una reacción sostenible. La imagen de arriba es el Reactor Fósil 15, ubicado en Oklo, Gabón. Los restos del óxido de uranio se ven como la roca amarillenta. Los subproductos de Oklo son actualmente utilizados para estudiar la estabilidad de las constantes fundamentales por encima de las escalas de tiempo cosmológicas y para desarrollar formas más efectivas de eliminar los desperdicios nucleares hechos por el hombre. Foto de Robert D. Loss, WAISRC
En 1972, una compañía francesa importó mineral de uranio desde Oklo, en la República de Gabón en África. Sorprendentemente, la concentración de uranio en el mineral era tan baja como la del combustible de uranio ya usado de un reactor nuclear. El hallazgo llevó a los científicos a creer que el uranio ya había sido utilizado para la producción de energía. El descubrimiento conmocionó al mundo y atrajo a científicos de muchos países hacia Oklo para hacer mayores investigaciones. Los resultados demostraron que la mina de uranio era un reactor nuclear antiguo. Dicho reactor constaba de 500 toneladas de mineral de uranio utilizado en seis áreas diferentes. Su potencia de salida se estimaba en 100 Kw aproximadamente. El reactor estaba perfectamente preservado y su disposición era muy racional. Se estima que ha estado funcionando alrededor de 500.000 años. Además, los desperdicios nucleares producidos en este reactor no se esparcieron por las áreas a su alrededor. En cambio, fueron confinados en las secciones separadas. Desde la perspectiva de la tecnología nuclear moderna, este antiguo reactor usaba técnicas muy avanzadas.
De acuerdo a los cálculos geológicos, la mina de uranio de Oklo se formó hace alrededor de dos mil millones de años. Poco después de su formación, el reactor nuclear comenzó a funcionar. Los resultados de la investigación provocaron que los científicos consideraran seriamente la posibilidad de una civilización prehistórica. Tal reactor nuclear podría ser producto de una civilización de hace mucho tiempo atrás, aunque los científicos han propuesto mecanismos completamente naturales mediante los cuales se podrían haber producido reacciones en cadena.
Los seres humanos sólo han hecho uso del poder nuclear por unas pocas décadas. Este descubrimiento planteó la intrigante posibilidad de que existió una civilización tecnológicamente más avanzada hace dos mil millones de años y que tenía conocimientos avanzados sobre la fisión nuclear. Pero si esta suposición fuera correcta, uno preguntaría por qué una civilización tan avanzada no perpetuó su propia existencia. En cambio, desapareció por razones desconocidas, dejando sólo reliquias antiguas. ¿Cómo deberíamos considerar tal descubrimiento? Existe un gran e incontable espacio de tiempo entre estos dos mil millones de años atrás y nuestra civilización humana histórica presente. ¿Qué pudo haber pasado durante ese tiempo?
Si descuidamos los vestigios de civilizaciones prehistóricas, no hay forma de que podamos ampliar el alcance de nuestro conocimiento presente. Tampoco sabremos qué causó su degeneración, o cómo llegaron finalmente a desaparecer. Más aún, deberíamos examinar cuidadosamente si el desarrollo de nuestro método científico actual está siguiendo el mismo camino desastroso. Esto seguramente es algo que merece tomarse en seria consideración.
* * *
Se autoriza la impresión y circulación de todos los artículos publicados en Clearharmony y su contenido, pero por favor cite la fuente.