El 6 de marzo, practicantes de Falun Gong de Karlsruhe y de ciudades de alrededores tuvieron una reunión en la plaza del Mercado en la ciudad de Karlsruhe para informar a la población de los progresos de las querellas depositadas en el Tribunal Supremo de Alemania en Karlsruhe contra el ex presidente de China Jiang Zemin y sus cómplices. Los practicantes también recogieron firmas para apoyar estos procesos en la justicia. Varias ONG hicieron un discurso para expresar su apoyo. Lo que sigue es el discurso de una organización de los derechos humanos llamada "la Sociedad de los Pueblos Amenazados".
Señoras, señores, queridos amigos,
El artículo 36 de la Constitución de China concede la libertad de religión a todos los ciudadanos. Además, numerosas leyes chinas afirman que nadie puede ser desfavorecido debido a su orientación religiosa. Desgraciadamente la realidad demuestra justo lo contrario. Es ampliamente conocido que los monjes tibetanos, los musulmanes Ughurs, los católicos y los protestantes sufren una represión implacable. La Sociedad de los Pueblos Amenazados está profundamente alarmada por la continua escalada de la eliminación del grupo espiritual Falun Gong. Ningún otro grupo sufre ataques tan severos como Falun Gong.
Durante los cuatro años de represión, por lo menos 880 miembros de este grupo espiritual murieron a consecuencia de las torturas en prisiones, campos de trabajos forzosos o de las comisarías de policía. Cada semana nos enteramos de la defunción de un número más grande de personas. La tortura es un ritual diario en las comisarías de policía y en las prisiones chinas. Sepan que estos abusos no son los hechos de algunos individuos aislados, sino una supresión sistemática de Falun Gong por el Partido Comunista y los dirigentes del país. Esto no es un secreto, ya que el país y los dirigentes del partido subrayan constantemente que Falun Gong debe ser eliminado.
La República alemana y otros estados europeos han estado en actividad durante estos últimos años en instauración de un Tribunal Internacional, que se preocupe por los abusos graves, es decir, para garantizar que las graves y continuas violaciones de los derechos humanos sean castigadas. En cuanto a China, este Tribunal Internacional no podría intervenir, porque la República Popular de China no reconoce el edicto de este Tribunal. Por consiguiente, es todavía mucho más importante hoy que se pidan responsabilidades en todo el mundo por vía legal a los antiguos y actuales dirigentes chinos, en lo que concierne a las violaciones de los derechos humanos en China.
Durante la visita a Alemania en abril de 2000 del ex presidente chino Jiang Zemin, presentamos una denuncia en la oficina del Fiscal del Tribunal Supremo contra él por la violación de los convenios anti tortura. Aunque China hubiera ratificado el convenio de los derechos humanos bajo las leyes internacionales, que estipula claramente que la tortura no será tolerada en el país, la tortura es un ritual diario en las prisiones y en las comisarías chinas de policía. Nuestra queja fue rechazada bajo pretexto de que Jiang era un visitante de estado. Por esta razón era intocable según las leyes de la Corte alemana. Estamos seguros que Jiang Zemin y otros dirigentes eminentes entre los dirigentes chinos son responsables por la cantidad excesiva de muertos de practicantes de Falun Gong. Por consiguiente estamos particularmente felices de que una coalición de organizaciones internacionales de los derechos humanos se haya puesto en marcha para llevar a los culpables a la justicia
Versión en francés disponible en:
http://fr.clearharmony.net/articles/200403/12676.html
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