Holanda: periódico Dagblad - Meditando en el parque Stadswandel

Los dulces sonidos provenientes del equipo de audio apenas se oyen sobre el fuerte cantar de los pájaros. Lentos y discretos, pero intensamente concentrados, una docena de personas practican el ejercicio de meditación. Ellos son los practicantes de Eindhoven del movimiento espiritual Falun Gong que está prohibido en China. Por la mañana se mezclan con las personas que, como cada domingo, hacen sus ejercicios en el parque Stadswandel.

Con unas fotos y folletos, los practicantes de Eindhoven informan a los transeúntes y a las personas que están interesadas sobre su movimiento voluntario.

Desde julio de 1999, se han perseguido a millones de practicantes de Falun Gong en la República de China. Hasta hoy, se dice que mas de 50.000 personas han sido arrestadas y torturadas [esto se ha citado incorrectamente, las personas arrestadas y torturadas ascienden a 200.000],119 personas han muerto debido a la tortura [esto se ha citado incorrectamente–las muertes verificadas son más de 700]. Amnistía Internacional y diversas asociaciones que defienden los Derechos Humanos han criticado continuamente estas violaciones.

Aquéllos que ven a este grupo de practicantes hacer sus ejercicios en el parque Stadswandel, sólo podría concluir que estas personas son mansas y amistosas. Personas de varias nacionalidades que no dañarían ni a una mosca; personas que están siendo meramente saludables y conscientes. La persona que es el contacto voluntario de Eindhoven (fue omitido el nombre) es un químico de 30 años de edad que vino a Eindhoven en 1994 a estudiar en la Universidad Técnica. Desde que su madre empezó a leer los libros de Falun Gong, él se interesó en el movimiento y los principios en que Falun Gong estaba basado: Verdad, Compasión y Tolerancia. Dice “Como yo estaba intensamente ocupado con mi estudio y aprendiendo holandés, tenía muchos problemas para dormir y apenas podía relajarme. Los ejercicios ayudaron a que yo estuviera tranquilo, mental y físicamente.” Según él, los ejercicios pueden compararse con los movimientos de yoga o tai chi, con la diferencia que Falun Gong no apunta solamente a ganar buena salud, sino también a obtener sabiduría e iluminación. “Es la llave al propio desarrollo”.

El pequeño grupo de practicantes de Eindhoven se reúne en casas o en el parque para meditar juntos. Aparte de esto, ellos intentan también tanto como le es posible exponer la cruel persecución hacia Falun Gong en China. “Nosotros vamos regularmente a la embajada china en La Haya a protestar contra la tortura y violaciones hacia los practicantes”.

Un tema en que él (el entrevistado) está trabajando ahora es el pasaporte de Deng Qing quien vive en Eindhoven. Ella perdió su pasaporte y el gobierno chino no quiere darle uno nuevo porque ella practica Falun Gong. La consecuencia podría ser que ella tendría que regresar a China dónde indudablemente seria arrestada y encarcelada.