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El 1 de julio de 2004, los practicantes de Falun Gong, que habían emprendido una larga gira en coches a través de Escocia con el fin de despertar la conciencia de la gente sobre la persecución de los practicantes de Falun Gong, dieron un rodeo para llegar al Consulado chino de Edinburgo. Después de saber que matones enviados por el vicepresidente Zeng Qinghong habían disparado contra un practicante australiano en Sudáfrica, los practicantes que participaban en la segunda gira en coches a través de Escocia se sintieron muy inquietos a causa de esta última tentativa de Jiang y sus cómplices para exportar su persecución brutal fuera de China. Se reunieron con otros practicantes en el Consulado de Edinburgo con el fin de apelar por el fin de la persecución en China y para que Jiang Zemin y otros instigadores sean llevados a la justicia por sus crímenes en contra de la humanidad.
Una carta que presenta los hechos sobre la creciente violencia y pide a las personas de corazón seguir la bondad y no exportar la violencia a países extranjeros para disimular sus repugnantes crímenes, fue enviada al consulado pero no fue aceptada. Más tarde, la carta fue entregada a un empleado que entraba en el consulado que dijo enfurecido: "¡No interfiera! ¡No atraviese la línea!". Sin embargo, es evidente que es Jiang quien verdaderamente atravesó la línea para apuñalar el corazón de la gente pacífica y destruir su creencia y su moralidad.
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