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El 20 de julio fue el quinto aniversario de la persecución del régimen de Jiang contra Falun Gong. Por este motivo, los practicantes de Dinamarca fueron a la capital del país, Copenhague, para realizar una serie de actividades contra la persecución, el terrorismo y para esclarecer la verdad.
Durante el verano, hay muchos turistas en Copenhague. Los practicantes fueron al centro de la ciudad para revelar la verdadera situación de la persecución contra Falun Gong que está ocurriendo en China desde hace cinco años. Además, también esclarecieron la verdad de las acciones terroristas del criminal régimen, concretamente el intento de asesinato contra practicantes de Falun Gong por parte de matones en Sudáfrica.
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Los practicantes hicieron una pancarta especialmente para esta actividad. Las fotografías de las víctimas de las torturas despertaron la conciencia de la gente sobre el genocidio que se está produciendo en China. A lo largo de estos cinco años de brutal persecución, los practicantes de Dafa han estado siempre oponiéndose a esta pacíficamente, de acuerdo con los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.
Personas procedentes de diferentes países vieron con atención las fotografías, las pancartas, los materiales informativos y la demostración de los ejercicios y también charlaron con los practicantes. Parecía que estaban esperando con ansia saber la verdad y sus profundos deseos de conocer Dafa fueron manifestados.
Una niña de apenas diez años vio detenidamente la demostración de los ejercicios y por más que sus padres la apremiaban, no quería marcharse.
En unas pocas horas, miles de personas recogieron los folletos informativos. Había varias chicas de noreste de China que nos dijeron que cuando estaban allí, su profesor que era practicante de Falun Gong, les esclareció la verdad de los hechos, como por ejemplo, la falsa auto inmolación en la plaza de Tiananmen. Ellas dijeron sinceramente a los practicantes “¡Os deseamos buena suerte!”
Al anochecer, los practicantes se reunieron delante de la embajada china, mostrando las pancartas donde ponía “¡La persecución desde hace cinco años debe parar!” y “Condenamos enérgicamente la contratación de matones por el régimen de Jiang para asesinar”. Un anciano danés bajó dificultosamente de su coche, vino hacia los practicantes y los saludó con la postura de Heshi (uniendo las dos manos delante del pecho). Este silencioso apoyo valió más que mil palabras.
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