La carta de un niño y cinco centavos

Hoy recibí una carta de un joven practicante de Dafa. La persona que me la trajo me dijo que en ella el joven practicante condena a Jiang. Abrí el trozo de papel, y pude ver el tipo de escritura de un niño. El reemplazó las palabras que no sabía con Pinyin (letras fonéticas).

La carta dice así:

“Jiang,
Usted me perjudicó y me hizo perder a mi madre. El daño que usted le hizo a mi familia es muy trágico. Usted obligó a mi madre y a mi padre a divorciarse y usted nos forzó a mi madre y a mi a abandonar el hogar”.

Luego, el practicante sacó una moneda muy antigua de cinco centavos y me dijo: “Esta es la moneda que cayó cuando abrí la carta del niño. Había ahorrado un yuan y me lo dio para hacer material para clarificar la verdad. No lo acepté. Cómo puede un niño obtener dinero?

Al mirar esta vieja moneda, pensé en el joven practicante de Dafa, quien era un niño ingenuo, vivaz y muy atractivo. Vivimos juntos cuando ambos estábamos desahuciados y sin casa. El sólo tenía ocho años. Cuando tenía seis, su padre fue obligado por la policía a divorciarse de su madre. El joven practicante fue enviado con su padre. Desde entonces, fue separado de su madre. No pudo tampoco ir más a la escuela de la ciudad. Fue enviado a la escuela del pueblo de su padre, en un área montañosa junto a él, quien no podía cuidarlo.

El padre del niño lo llevaba a la ciudad los domingos. Una vez, por casualidad, encontré a este joven practicante de Dafa en la ciudad. Casi no lo reconocí. Estaba despeinado, aunque solía tener una apariencia limpia y ropas impecables. Su atuendo estaba viejo y raído. Cuando me vio, se sorprendió y sonrió amablemente pero con una mirada gentil y desconsolada que un niño no debería tener. Dijo que realmente extrañaba a su madre. Mirando a los ojos del niño, pude ver su soledad y dolor. Estaba claro que no tenía ayuda y que necesitaba el amor materno.

El niño dijo, “Tía cuando vea a mi madre, por favor dígale que lo haga (trabajo de Dafa) bien”. Mirando su cara pura de niño, asentí. Su padre cogió su mano y se fue rápidamente. El niño me miró y me dijo adiós con la mano.
Me quedé parada ahí durante mucho tiempo viéndolos partir.

Nota: Cinco centavos es menos que un centavo (en moneda de EEUU). Ninguna persona común lo atesoraría. Cinco centavos son inútiles en esencia. Uno puede imaginarse la vida difícil que tiene este niño.