Un día de julio de 2004, cuando el consulado chino de Hamburgo abrió sus oficinas a las 9 de la mañana, se encontraron a practicantes de Falun Gong delante de su puerta. Éstos pensaban protestar pacíficamente los cinco años de persecución incesante. Pedían también el fin inmediato de la violación de los derechos humanos en China que ha tenido un efecto devastador sobre millones de personas. El número de muertos conocidos debidos a la persecución en China sobrepasa los mil. Esperamos, no obstante, que esta cifra deje de aumentar. Por consiguiente, practicantes de Bremen, Hannover y Bielefeld, llegaron para participar en las actividades. Practicaron los ejercicios y distribuyeron folletos que explicaban los hechos a los visitantes del consulado chino.
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