Este es el año de las elecciones generales en los Estados Unidos. Los candidatos de ambos partidos están haciendo un gran esfuerzo para recaudar fondos, preparando una gran batalla en las elecciones. La mayoría de los fondos son usados para comprar tiempo de publicidad en la TV o la radio para que los candidatos puedan promoverse, hagan promesas y al mismo tiempo critiquen a sus oponentes. Aunque ellos han recaudado millones de dólares, el tiempo que pueden comprar es más bien limitado, y por ello, ambos partidos gastan la mayoría de sus fondos en los estados donde la carrera para los votos va a ser reñida.
¿Por qué gastan tanto dinero en comprar tiempo de publicidad? La razón es muy simple: los anuncios cortos en la TV pueden tener un gran impacto en los televidentes. Aunque la gente en la sociedad moderna ha recibido una buena educación y tiene una gran capacidad para diferenciar las cosas, todavía nadie quiere admitir que les podrían haber lavado de cerebro, así, la gente puede ser fácilmente influenciada por los anuncios. Unas cuantas imágenes o unas cuantas oraciones pueden sacar buenos sentimientos o levantar sospechas que pueden cambiar su mente. Es por la misma razón que las famosas marcas siempre gastan una fortuna contratando estrellas de cine para que aparezcan en sus anuncios de TV.
En el análisis final, en esta era moderna de información, es extremadamente difícil encontrar información objetiva, especialmente para aquellos que no se molestan en pensar independientemente o investigar. Esta gente es la más vulnerable cuando se trata de recibir información. En otras palabras, hay abundante información en la sociedad, la gente todavía es manipulada fácilmente debido a su propia debilidad.
Comparado con los esfuerzos publicitarios de los dos partidos políticos de Estados Unidos, el lavado de cerebro de la gente del régimen de Jiang en China continental está a un nivel mucho más alto. Desde el 20 de julio de 1999, cuando el dictador de China, Jiang Zemin y sus seguidores empezaron a perseguir a Falun Gong, la TV, la radio y la prensa han estado constantemente atacando a Falun Gong. Si fuéramos a describir los anuncios de los mayores partidos en los Estados Unidos como una lluvia suave, entonces los ataques de los medios sobre Falun Gong en China podrían ser descritos como un huracán. Los dos partidos políticos de USA tienen que comprar el tiempo publicitario, mientras que el régimen de Jiang controla completamente los medios y los instiga a mentir y propagar odio, aun cuando estos son pagados por la gente y deberían darles voz.
Los dos partidos en los Estados Unidos cada uno habla de su propia política y deja que el electorado saque sus propias conclusiones y no se atreven a descarriarse muy lejos de la verdad. Aún así, el régimen de Jiang ha prohibido completamente a los practicantes de Falun Gong el derecho de hablar. Las autoridades confiscaron y quemaron sus libros y usaron los medios para fabricar historias que difaman a Falun Gong. Ellos incluso encontraron algunos enfermos mentales que habían cometido asesinatos y los presentaron como practicantes de Falun Gong para poderlo calumniar y difamar. Los anuncios de los dos partidos son exclusivamente con el propósito de las elecciones generales, mientras que la propaganda del régimen de Jiang es para incitar al odio y crear un ambiente para el genocidio. Comparando los dos, no es difícil ver la mala intención y la maldad del grupo de Jiang.
En junio de 1999, bajo la instrucción directa y supervisión personal de Zhao Zhizhen, jefe del canal de TV de la ciudad de Wuhan, el equipo de producción del popular programa “Tiempo Científico” fue a Changchun y produjo una película especial titulada “La historia de Li Hongzhi” [Li Hongzhi es el fundador de Falun Gong]. La película estuvo llena de distorsiones, calumnias y mentiras, y fue repetidamente difundida en todo el país a través del canal principal de noticias “CCTV” tres días después de que la persecución empezara el 22 de julio de 1999, incitando al odio contra Falun Gong en la sociedad y metiendo leña al fuego de la repentina brutal persecución.
Las manos de Zhao Zhizhen están manchadas con la sangre de los practicantes de Falun Gong, justo igual que las manos del Ministro de Propaganda Nazi Goebbels que fueron manchadas con la sangre de los judíos. Zhao Zhizhen ha sido demandado fuera de China y Jiang y otros de sus cómplices deben ser llevados a la justicia por sus crímenes de lavado de cerebro a la gente.
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