Practicantes de numerosos países europeos como Australia, Taiwán y los Estados Unidos organizaron diferentes actividades en Atenas durante los Juegos Olímpicos para dar a conocer a la gente respecto a Falun Dafa y la persecución. Los practicantes organizaron un espectáculo con marcadas características tradicionales chinas en el centro de Atenas, en la plaza de la Constitución, donde además practicaron juntos los ejercicios. Un solista tocaba una flauta de bambú y las jóvenes practicantes enfundadas en trajes mágicos suscitaban los aplausos de los transeúntes. Salvas de aplausos se elevaban de varios círculos de espectadores en el centro de la plaza, tanto para la pequeña coral como para los danzantes. Sobre otra ubicación de la plaza, decenas de practicantes de Dafa hacían la demostración de los ejercicios al sonido de la música. Entre la gente que miraba, se distribuían constantemente folletos y se informaba sobre los ejercicios y la persecución en China.
Una señora china trajo con ella a dos amigos franceses. Vio a los practicantes de Dafa distribuir folletos, los escuchó hablar de la persecución en China y luego lo tradujo y se lo explicó a sus amigos. Les dijo a los practicantes que la persecución contra Falun Gong era mala. "Es bueno veros practicar los ejercicios y explicar la verdad durante los Juegos Olímpicos y esto debería hacerse más”. Uno de sus amigos franceses dijo que lo que hacíamos hoy en Grecia debería hacerse también en la plaza de Tiananmen en Pekín en 2008, en particular por los practicantes occidentales de Falun Gong. El practicante que distribuía los documentos dijo: “¡Creo que llegará ese día!”. El francés respondió: “¡Yo también pienso que llegará tal día ciertamente!"
Durante los Juegos Olímpicos, muchos chinos visitan Atenas así como trescientos periodistas de China continental. Los practicantes de Dafa utilizaron cada ocasión para distribuir folletos e informar a la gente sobre la verdad en tantos lugares como fue posible, incluyendo calles, salidas del metro, restaurantes, etc. Entre los visitantes chinos algunos dijeron: "No podemos creer que haya tantos practicantes de Falun Gong en Atenas”. Se quedaron asombrados de que Falun Gong esté ampliamente aceptado fuera de China y se dieron cuenta de que ellos mismos habían sido engañados por su propio dirigente.
Entre los chinos de Atenas, un buen número fue tocado por el espíritu de los practicantes de Dafa, que lo daban a conocer continuamente y que también revelaban la verdad a la gente en la ciudad a pesar del sol ardiente y el tiempo caluroso. Algunos propietarios de tiendas dijeron que les gustaría apoyar a Dafa y ayudar a los practicantes a distribuir los folletos. Enterados de los hechos, numerosos chinos entendieron la verdad y comprendieron claramente que los practicantes de Falun Gong no hacían esto por razones políticas, ni estaban en contra del gobierno chino, sino que más bien al contrario, revelaban los crímenes del grupo de Jiang que perjudicaban tanto a los ciudadanos como a los practicantes de Falun Gong, haciéndolo con buen fin para la humanidad y el pueblo chino.
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