Alemania: Presentar Falun Gong y denunciar la persecución en Donauschingen

Los turistas que visitan la ciudad de Donauschingen en la región turística de Schwarzwald, participan habitualmente en el festival de música, van de excursión a la fuente del Danubio, al museo de objetos de arte coleccionados por el Marqués, o asisten a las carreras internacionales de caballos. En este festival, los practicantes de Falun Gong venidos de tan lejos como Bruselas y Ginebra se reunieron en el centro de la ciudad con el fin de presentar Falun Gong y explicar la persecución actual de los practicantes en China. Era la primera vez que tales actividades se organizaban en esta región. Descubrimos que la gente apenas había oído hablar de Falun Gong. Los transeúntes se mostraron compasivos hacia el sufrimiento de los practicantes en China.

El número de practicantes que participaban en esta actividad fue más elevado de lo previsto, así que un grupo de ellos fue a las carreras por la tarde. Los practicantes recibieron una ayuda inhabitual mientras buscaban sitio para aparcar sus coches. El guardián del aparcamiento leyó atentamente nuestro periódico. Más tarde, su superior también quedó fascinado por el contenido del periódico. Mientras dos practicantes hacían la demostración de los ejercicios en el parque, otros dos daban explicaciones a los transeúntes que se paraban para escuchar. Les dijeron a los aficionados a las carreras que estos ejercicios estaban prohibidos en China y que los practicantes eran enviados a campos de trabajo, sufrían lavados de cerebro e incluso eran sometidos a tortura. Al principio, la gente miraba a los practicantes con una sonrisa. Después de escuchar las explicaciones, quedaban sorprendidos por la persecución que el grupo de Jiang les inflige a los practicantes de Falun Gong. Un hombre, inicialmente poco propenso a creer los hechos, tomó muchos documentos en el momento de irse. Dijo que les comunicaría todas estas informaciones a sus amigos del Lions Club. Además, dijo que se pondría en contacto con la directora de una gran empresa alemana, responsable de la división china. Quería hacerle saber que los productos que su empresa compra en China están fabricados en campos de trabajo. Como católico, piensa que la Ley Buda es sin duda alguna la vía de cultivación más pacífica del mundo.