Los dos últimos días vi a practicantes de Italia, de Suiza, de Alemania, etc en su segunda visita a Manhattan. Cuando se preguntó a un practicante italiano muy activo en los asuntos chino/italianos por qué había vuelto de nuevo, dijo: “Siento que Manhattan es muy importante. Muchos hombres de negocios pasan por ahí. Sin embargo la inmensa mayoría todavía no comprendieron la verdad sobre Falun Dafa. Son hasta engañados por las tácticas del gobierno autocrático chino que utiliza el comercio y los derechos humanos para concertar negocios. Utilizamos nuestras vacaciones y nuestro dinero para venir aquí y apelar al fin de esta persecución que pone en peligro a los seres humanos. Toda mi familia practica Falun Gong, es por eso que volvimos a Manhattan.
También vinieron unos practicantes ingleses durante sus tres semanas de vacaciones para explicar los hechos a la gente.
Una practicante suiza que visita Manhattan por segunda vez esclareció los hechos a la gente en el metro con gran interés. En particular a un grupo de niños de unos doce años que tenían innumerables preguntas por hacer, la practicante suiza les respondió pacientemente y hasta los padres quedaron muy conmovidos. Al principio los padres no querían que los niños tomaran los folletos, pero después de diez minutos sentados enfrente y al lado se despidieron alegremente de la practicante.
Un practicante que se quedó más de tres meses en Manhattan le preguntó: ¿Cómo logras atraer así a los niños? La practicante suiza dijo: “Tengo dos niños de once y doce años. Sé que hay que escucharlos atentamente y luego decirles la verdad con arreglo a lo que quieren oír. Debemos contestar a cada uno según las preguntas que nos hace. La practicante que planteó la cuestión encontró la respuesta a su pregunta y la de otros practicantes llegados hace un mes: “¿Qué otros medios podemos encontrar para dar a conocer los hechos de la persecución a las personas que se niegan a aceptar los folletos y no leen los paneles informativos?” La clave es hablar a la gente cara a cara, hablar directamente a su corazón, comprender las preguntas que la gente hace y encontrar el punto de su curiosidad.
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