La tarde del último día de 2004, practicantes de Falun Gong de la República Checa y de Eslovaquia se reunieron delante de la Embajada china de Eslovaquia, en la capital Bratislava. Tuvieron un llamamiento pacífico para despertar las conciencias sobre los cinco años de persecución contra Falun Gong que ya costaron más de 1.200 vidas inocentes.
La Embajada china es para los practicantes el lugar donde expresar su desacuerdo con las acciones del régimen comunista chino, que utiliza todo tipo de torturas, campañas de difamación, la propaganda y la persecución para tratar de forzar a los practicantes a que repudien a su fe. Aunque los voluntarios de los derechos humanos han documentado más de 38.000 casos específicos de tortura y de serios malos tratos y entre 200.000 y casi un millón de practicantes hayan sido enviados ilegalmente a campos de trabajo sin procedimiento legal, no hubo un solo caso de represalias hacia los perseguidores. A través de estas violaciones terroríficas de los derechos humanos y las libertades fundamentales, los practicantes de Falun Gong verdaderamente mantuvieron los principios que guían la práctica, Verdad, Benevolencia y Tolerancia. El antiguo dirigente chino Jiang Zemin, que emitió la orden de “erradicar Falun Gong“ en 1999, es hoy el objeto de 46 acciones judiciales intentadas contra él y los principales perseguidores de los practicantes de Falun Gong. El momento cuando serán llevados ante la justicia no está ya muy lejos.
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