)
Sábado 15 de enero de 2005
El Primer Ministro Paul Martín planificó probablemente acentuar la inversión y el comercio en su viaje a Pékin la semana próxima, más que sobre las controversias de los derechos humanos.
Esto será más difícil en lo sucesivo. Los burócratas de Pekín acaban de apretarle los tornillos.
La Embajada de China en Ottawa confundió a Martín justo en el momento en que se preparaba para irse a una gira de diez días a Asia, revocando los visados de dos periodistas canadienses de New Tang Dynasty que iban a viajar con el Primer Ministro.
NDT es un servicio de TV por satélite en lengua china, dirigido desde Nueva York y otros centros. Pekín dice que es un "instrumento de propaganda” para el movimiento Falun Gong, que es prohibido como (término calumnioso emitido por el régimen de Jiang y el Partido Comunista chino omitido) en China. El presidente de NTD Joe Wang niega esto, aunque algunos directivos de NTD y su personal practiquen Falun Gong, el servicio critica a menudo Pekín y da a Falun Gong una cobertura importante.
Cualquiera que sea la verdad, Martín ha sido confundido por la intervención impudente de Pekín con periodistas canadienses que viajaban no sólo a China sino también a Tailandia, Sri Lanka, India y Japón.
Martín había previsto pedirle discretamente al Presidente Hu Jintao dar más libertad a los budistas, a los cristianos y a otros. Tiene ahora una razón suplementaria para hacerlo. Solamente públicamente.
Martín también podría querer acercarse a los casos de personas y de grupos sobre los cuales Amnistía Internacional dice que han sido hostigados o encarcelados injustamente. Entre ellos un activista de SIDA, un abogado que defendió a las familias expulsadas de sus casas, alguien que se fue de la lengua para cristianos confrontados con abuso, un 'lobbyista' de los derechos de los trabajadores y de otros activistas.
La tentativa de Pekín de dictar a Martín qué periodistas deben ir con él invita a una réplica firme del Primer ministro. Esto es el recordatorio que China tiene todavía un camino largo que recorrer para "abrirse" verdaderamente al mundo.
Canadá y China invirtieron 1 trillón de dólares en sus economías mutuas. Canadá comprará 21 billones de dólares de la mercancía en China este año, pero China comprará 7 billones de dólares en Canadá. Es una relación comercial sana que merece ser mantenida.
La censura de los medios de comunicación de Pekín, la intolerancia religiosa y la represión de la disidencia traicionan un desprecio de las vías legales y de la ley que no da valor a nuestra relación. No más que lo hace el miedo que tiene Pekín del pluralismo político.
Esto son los puntos que Martín debe abordar en su viaje. Tiene una buena razón.
* * *
Se autoriza la impresión y circulación de todos los artículos publicados en Clearharmony y su contenido, pero por favor cite la fuente.
Más ...