Soy practicante de Falun Gong y estudio música en el Colegio Helsjön a 70 kilómetros al sur occidental de Gothenbourg. Hay cerca de 120 estudiantes en la escuela y muchos son cristianos, pero tuve la posibilidad de conversar con ellos de cuestiones espirituales. Sentían curiosidad por Falun Gong. Les di información y ahora tengo una clase cada jueves con ellos antes del almuerzo. Los estudiantes vienen para aprender los ejercicios y para hablar de la persecución.
Todo el mundo en el colegio sabe que practico Falun Gong. Cuando hicimos un curso de deportes el 1 de febrero, el Comité me pidió si podía enseñar los ejercicios aquel día. Naturalmente estaba feliz de hacerlo. El personal de la escuela y los estudiantes podían elegir entre la marcha, el voleibol, los deportes oxigenantes o Falun Gong. Di dos lecciones de sesenta y cinco minutos. Una practicante que vive cerca de mi escuela vino a ayudarme. Aproximadamente diez personas vinieron a cada lección. Enseñamos los ejercicios, hablamos sobre los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia y compartimos el propósito de la paz mental que obtuvimos cultivando Falun Gong. También hablamos de la situación de la brutal persecución que se lleva a cabo en China. Todos los presentes pensaron que la persecución era horrorosa y terrible y no podían comprender por qué Falun Gong es perseguido tan cruelmente.
* * *
Se autoriza la impresión y circulación de todos los artículos publicados en Clearharmony y su contenido, pero por favor cite la fuente.