Hace seis años, el 25 de abril de 1999, 10.000 practicantes de Falun Gong se reunieron en una protesta pacífica en Pekín para apelar al gobierno chino por la reducción de sus derechos humanos y fundamentales. El resultado fue que el gobierno chino, bajo la dirección del ex presidente Jiang Zemin, empezó una brutal persecución contra los practicantes de Falun Gong. Sabemos que hasta este momento al menos 1.800 practicantes han muerto como consecuencia de la tortura bajo una forma u otra en manos de las autoridades, mientras que varios miles todavía siguen encerrados en prisión y en campos de trabajos forzados en todo el país, sin tener la menor certeza en cuanto a su suerte final.
Hoy, seis años más tarde, los practicantes de Falun Gong todavía siguen apelando pacíficamente al gobierno chino por su libertad de creencia. En respuesta a este llamamiento pacífico de los practicantes de Falun Gong de hace seis años y en respuesta a la persecución brutal del PCC hacia ellos, fuimos testigos de la naturaleza inhumana del PCC. ¿Debemos creer que el siglo XXI será el siglo en el que el PCC se plegará a las exigencias de los estándares de los derechos humanos internacionales? Posiblemente, es tiempo de que el mundo sepa cuál es su verdadera naturaleza.
El periódico Epoch Times, editado por ex patriotas chinos que viven en Occidente, recientemente publicó los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista Chino, en los cuales se expone la verdad respecto a la historia y la horrible naturaleza del partido en un período de varias décadas, el período durante el cual sus dirigentes ordenaron el asesinato de un sinnúmero de sus propios ciudadanos que se atrevieron ha hablar abiertamente contra él, o que no siguieron sus estrictos y dogmáticos principios de control de partido único. Desde la publicación de los Nueve Comentarios, más de un millón de chinos han roto oficialmente sus lazos con partido durante los últimos meses, lo que representa una evolución en la historia humana, un símbolo de que el largo y sombrío control del Partido Comunista Chino llega a su fin y la señal del principio de una nueva era.
El PCC reacciona de modo previsible ordenando la detención a gran escala de numerosos practicantes de Falun Gong y de sus familias. Los domicilios son saqueados y el material de Falun Gong confiscado en un movimiento que recuerda a un período pasado, el de la Alemania Nazi y los peores episodios de la Rusia de Stalin en la mitad del último siglo.
Solicitamos a las autoridades chinas parar inmediatamente la persecución y poner fin a uno de los períodos más escandalosos en la historia de la nación china y del Partido Comunista Chino. Nosotros en Occidente debemos hacer todo lo posible para presionar al Gobierno chino para que ceda en su última tentativa de intimidar a los practicantes de Falun Gong y de socavar sus bienes físicos y psicológicos. Las autoridades chinas deben comprender que la tortura y el asesinato continuo de personas inocentes sólo pueden perjudicar el futuro de la nación, independientemente del hecho de que el PCC sobreviva o no a esta gran pérdida de sus miembros y de que esto va en contra de los principios de decencia hacia el ser humano.
Los amigos europeos de Falun Gong, 24 de abril de 2005.
Version en ingles disponible en: Speech from the Vice-Chairman of “European Friends of Falun Gong” at a Press Conference to Commemmorate April 25th
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