Entre los días 6 y 9 de mayo, se celebró en Barcelona una nueva edición de Biocultura, una feria que fomenta el consumo responsable, la alimentación ecológica, así como terapias alternativas como fuente de salud. Entre estas últimas, tuvo cabida un pequeño stand de Falun Dafa en el que se repartieron gran cantidad de folletos informativos, mientras se pasaba un vídeo con la práctica y la explicación del Maestro.
Mucha gente visita cada año esta feria, por lo se pudo esclarecer la verdad a muchas personas. Los practicantes se volcaron en atender a toda persona que se acercaba al stand, así como en enseñar la práctica al aire libre a la entrada de la feria varias veces cada día.
Muchas anécdotas ocurrieron durante estos cuatro días en los que los visitantes se mostraron muy receptivos e interesados, tanto en conocer la práctica como en saber acerca de la persecución, solidarizándose y aportando su firma y apoyo en contra del genocidio. Algunas personas conocían ya Falun Dafa de anteriores años o de información recibida por otros medios y se acercaron al stand directamente para brindar su apoyo firmando.
Tal es el caso de una chica china y su marido, o de un chico de mediana edad que incluso se llevó la carpeta de firmas para que pudiera firmar una chica que lo acompañaba y que se había adelantado. Hubo también un señor que, interesado por los folletos que expusimos, pidió una copia para ponerla bien visible en su tienda de Comarruga, Tarragona. Así, Falun Dafa se conoce en otras zonas de Cataluña, ya que gente de distintos lugares visita Biocultura. Hablando con la gente, tuvimos la oportunidad de saber de donde venían las personas.
Una señora se lamentaba por no poder venir a practicar los domingos a Barcelona, pues le queda lejos y es difícil llegar. Justamente, la practicante que le estaba informando vive bastante cerca de ella, con lo que el problema queda solucionado si quiere aprender la práctica. Otro caso es el de unas personas de Girona que ya conocían Falun Dafa desde hacía dos años y que lo practicaban de vez en cuando solos en casa (aprendieron los ejercicios a través de la página web). Actualmente hay algunos practicantes en Girona, con lo cual podrán reunirse para aprender más, practicar y estudiar el Fa. Se prevé formar un grupo de Falun Dafa en dicha ciudad.
Un chico de San Cugat (también hay practicantes allí) quiso conocer Falun Dafa. Su historia es muy conmovedora. Sufrió un grave accidente en el que quedó muy lesionado, con múltiples fracturas por todo el cuerpo. Le afectó parte de una zona cerebral y durante algún tiempo sólo podía hablar en inglés, idioma que aprendió durante su estancia en la India donde vivió largo tiempo. Poco a poco fue reponiéndose mientras se dedicaba a obras de beneficencia. Así aprendió yoga, tai-chi, etc. Le interesó mucho Falun Dafa y dijo que se pondría en contacto con un practicante de San Cugat.
Nos encontramos con una señora de avanzada edad que estaba de paso. Venía de Sao Paulo, Brasil. Al comentarle que Falun Dafa también se practica allí y tras darle un folleto con el nombre y teléfono de la persona de contacto, la mujer se puso tan contenta que besó de corazón al practicante que le ofreció la información. Y es que, como vemos, el Maestro lo facilita todo para quien de corazón quiere acercarse al Fa.
Y como no hay fronteras para Dafa, también se benefició un chico pakistaní que, tras escuchar atentamente las explicaciones, comentó: “La filosofía de Verdad, Benevolencia y Tolerancia es muy buena para la humanidad”. También una mujer argentina se interesó por la práctica. Hubo más anécdotas simpáticas en estos días. Dos chicas se encontraban próximas al stand, cuando una comentó a su compañera: “No encuentro lo que ando buscando”. Tras oírlo, un practicante se acercó a ellas y ofreciéndoles ante su asombro un folleto, les dijo: “Sí, es esto”. Sin decir más, cogieron el papel y se marcharon sorprendidas.
Otro caso fue el de una señora que se acercó al stand y nos dijo que cada semana se encuentra un folleto de Falun Dafa en la puerta de la herboristería que posee en el centro de Barcelona. Los practicantes, atónitos, nos preguntábamos como o quien dejaba allí el folleto. De repente, una practicante y su marido reconocen que es él el que dejaba el folleto, ya que trabaja cerca. Las risas aparecen y la señora se marcha contenta, conociendo más sobre Dafa y con el regalo de una gran flor de loto que el propio practicante había hecho. No es malo insistir en algo cuando es bueno, y Dafa lo es.
Otros que se marcharon bien felices con las flores de loto fueron varios niños que se acercaron a la mesa, atraídos por la belleza de las flores y su colorido. ¡Que bonito ver sonreír a un niño! Y hablando de niños, el último día nos encontramos con las dos practicantes más jóvenes de Barcelona. Enseñando la práctica en el césped al aire libre, dos niñas de cuatro y cinco años, se unieron a los practicantes. Su simpatía y desparpajo nos sorprendió a todos. Dafa no entiende de razas ni de edades. Sólo el corazón es importante.
Fueron cuatro días de mucho trabajo y esfuerzo por parte de todos los practicantes de Barcelona y alrededores, pero Dafa bien lo vale y las satisfacciones también fueron muchas.
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