Para un practicante, lo más importante en la vida es el reino que él o ella alcanza, no las ganancias terrestres, entonces, ¿por qué nos comparamos con los demás en cosas basadas en "actuaciones", como por ejemplo, él es más apto, habla mejor, o parece tener éxito? Si tenemos que compararnos con otros, deberíamos adoptar una perspectiva más elevada y considerar quién realmente puede sentirse feliz por algunas actuaciones desempeñadas por otros, en lugar de sentirse celosos; quién tiene más cuidado de todo el grupo, en lugar de mostrarse inquebrantable ante las dificultades y ante los conflictos. Somos practicantes de Falun Dafa. Todas las glorias del mundo y los intereses personales son ilusiones.
Los obstáculos y las interferencias de las fuerzas antiguas
Los obstáculos y las interferencias creadas por las fuerzas antiguas están por todas partes. El efecto es como una mano gigante e invisible que crea un bloqueo entre la ley y nuestros corazones. En consecuencia, hasta los principios de la Ley que el Maestro claramente explicó a menudo no los comprendemos. Bajo la influencia de las fuerzas antiguas, los pensamientos egoístas y del espectro perverso de este partido abyecto, nuestros corazones a menudo comprenden las cosas de la manera que más nos interesa. Proponemos interpretaciones torcidas de la Ley y luego buscamos excusas en la Ley.
Racionalizamos nuestros apegos y nos persuadimos en que siempre vamos por delante diligentemente y validamos siempre la Ley, aunque no alcancemos las exigencias de la Ley. De hecho, tal estado está muy lejos de las verdaderas exigencias de la Rectificación de la Ley y del Maestro. No podemos decir que no comprendemos o que no sabemos qué hacer. Hasta la gente común entiende una parte de esto, ni que decir de los practicantes de Dafa que estudian la Ley cada día. Si verdaderamente no queremos hacer frente a lo que hay en nuestros corazones, nos volveremos confusos y tendremos el espíritu embrollado, o bien entraremos en un estado de entumecimiento donde resulta muy difícil ser lúcido durante largo tiempo.
Entre los practicantes, encontramos normalmente ciertas comprensiones incorrectas en numerosos aspectos de nuestra cultivación. Algunos practicantes piensan que no importa mucho el número de veces que practican los ejercicios. En el fondo de su espíritu, piensan que con hacer un poco los ejercicios ya es suficiente. Del mismo modo, otros piensan que si trabajan en un proyecto de clarificación de la verdad, no necesitan hacer otra cosa. Cuando estaba en China, nadie en mi familia podía detenerme en la distribución de material de clarificación de la verdad; ningún peligro del exterior podía asustarme. Pero ahora, he visto como las viejas fuerzas utilizaron mis apegos y mis concepciones para bloquearme. Irónicamente, la manera más eficaz que encontraron para detener mi progreso fue ponerme en un grupo de hacer proyectos. Poco a poco, me fui ocupando solamente del proyecto en el que trabajaba y me volví indiferente a otras tareas, como si no tuvieran nada que ver conmigo. Algunas veces, siento pena hacia mi propia indiferencia. Los proyectos en los que trabajamos estaban hechos en su totalidad para validar la Ley. Estrechamente están vinculados al progreso de la rectificación de la Ley y a nuestro progreso como un solo cuerpo. Si no tenemos el deseo sincero de un practicante de ser una parte integral del conjunto del grupo, entonces los éxitos que realizamos son solamente de gente común y esto no tiene ningún significado. Al igual que si se separa una gota de agua del mar, o una semilla de la tierra, no tendremos fuerza para vivir y crecer.
Ofrecer la salvación a los seres
La cultivación de la rectificación de la Ley exige que tengamos el deseo de llegar a todos los seres. Todo lo que hacemos, incluido los proyectos, están basados en esta premisa. Nosotros mismos somos seres salvados por la rectificación de la Ley, al igual que nuestros compañeros de práctica. Lo mismo ocurre con la gente común. Pero así como trabajamos en nuestros proyectos, olvidamos algunas veces nuestra intención inicial y sólo nos ocupamos del trabajo de los proyectos. Trabajamos por encima de todo para hacer grandes proyectos llenos de éxito, y a veces caemos en la trampa de este apego y ponemos a un lado los seres que deseamos salvar. Esta situación llega cuando nos olvidamos de nuestra propia cultivación así como la de nuestros compañeros de práctica. Si los errores de un practicante condicionan una cosa en la cual trabajamos, debemos mirarnos completamente en el interior. Si una persona común hace algo que traiga dificultades a nuestro proyecto, esto puede ser todavía más difícil de tolerar.
En nuestro espíritu esto se hace como si los proyectos fueran la primera prioridad, y canalizamos toda nuestra atención en ellos, mientras que descuidamos nuestra propia cultivación, la cultivación de nuestros compañeros de práctica, así como la salvación de la gente común. Nuestra cultivación todavía está lejos de lo que es requerido. La única manera en la que podemos tener éxito es dando prioridad en hacer verdaderamente todo lo necesario para salvar a los seres.
Compartí estas insuficiencias que veo en mi casa para animar a otros a mejorarse.
14 de mayo de 2005
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