España: “El Día de Córdoba”. Un viaje por la liberación

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España – domingo 7 de agosto, el periódico español “El Día de Córdoba”, publicó un artículo acerca de la persecución de Falun Gong en China por el régimen comunista chino.


Un viaje por la liberación


La modelo finlandesa Pía Maria Sandas, quien ha visitado Córdoba, cuenta cómo en China, por motivos espirituales y religiosos, hay muchas familias rotas, torturas y exilios

Belén Porras

Más de 2.600 personas han muerto en China desde hace seis años sólo por practicar la disciplina de meditación de Falun Gong. Además, se estima que 10.000 personas han sido torturadas, 200.000 encarceladas y 1.000 ingresadas en centros mentales. La vulneración de los derechos humanos en el país asiático ha llegado a límites extremos y se persigue, tortura, obliga al exilio y lleva a la muerte a miles de personas, rozando los límites del genocidio.

El Falun Gong es una disciplina pacífica basada en tres principios: verdad, compasión y tolerancia. Por ello, y debido a que la situación es insostenible, Pia Maria Sandas, ex modelo finlandesa y practicante de esta disciplina desde hace cinco años, aprovecha que su cargo como representante internacional de una marca de cosméticos le permite viajar por 45 países para denunciar esta persecución. Pía, quien visitó Córdoba recientemente, explicaba que fue la muerte del marido de una gran amiga lo que motivó su incursión en esta lucha hace unos tres años.

“El esposo de Dai, que vivía exiliada en Australia con su hija Fadu, fue detenido por el Gobierno chino por practicar Falun Gong, torturado y encontrado muerto”, explica. Dai conoció por Internet de la muerte de su marido. Por ello, Pía afirma que “con todos los detalles que conozco, sería un verdadero crimen no hacer nada”.

Esta técnica de meditación y ejercicios de relajación, nacida en 1992 y que se practica en 78 países, se extendió muy rápido por China hasta alcanzar los 70 millones de practicantes. Esta gran capacidad de movilización comenzó a preocupar a un Gobierno que antes premió y admiró a Falun Gong, pues su número de seguidores superaba en mucho al de afiliados al Partido Comunista. La máquina de represión no tardó en ponerse a funcionar. En 1998 se prohibió practicar Falun Gong y fue calificado desde las autoridades como “xxx” (Termino de difamación omitido).

La persecución comenzó en julio de 1999 y en los tres primeros días se detuvo a más de 30.000 personas y se pusieron en marcha campos de reeducación en los que a través de trabajos forzados y sesiones de propaganda se intentó acabar con este grupo seudo-religioso. El caso más impactante y conmovedor “es el de una mujer que estuvo presente en la tortura hasta la muerte de su bebé de seis [ocho] meses y luego sufrió ella agresiones que acabaron con su vida”, cuentan Pía. Como en este caso, la represión del Gobierno de Pekín vulnera de manera sistemática los derechos humanos.

Pese a sus promesas de cambio, son muchas las organizaciones que han denunciado la doble cara de China y han iniciado, desde países democráticos, instancias legales para que desde los organismos responsables se tomen medidas. Desde España, los seguidores de esta técnica tampoco se han quedado quietos ante la injusticia y el abogado vallisoletano Carlos Iglesias ha presentado en la Audiencia Nacional tres querellas por torturas y genocidios a los practicantes de esta disciplina en China. Pia cree que “siempre hay que tener esperanza, y el fin del comunismo acabará con la situación”. Mientras, ella y muchos seguidores de Falun Gong trabajan para mentalizar a las sociedades de todo el mundo de que en China no se respeta ni la vida ni la libertad y que de que el Gobierno tortura y mata de manera indiscriminada.

Pía-Maria Sandas Dai, con su pequeña Fadu en brazos, en 2001, cuando perdió a su marido

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