13 de noviembre de 2005
Delante de la entrada del castillo, Koehler, acompañado por algunas personas de su entorno, abandonó brevemente su limusina y se acercó para estrechar las manos de varios manifestantes de Amnistía Internacional y de Falun Gong que se habían reunido con ocasión de la visita oficial de Hu Jintao para lanzar un llamamiento a favor de los derechos humanos en China.
Varios participantes comentaron que el Presidente alemán les había animado a continuar sus llamamientos contra la persecución de Falun Gong y que haría lo mismo de su parte. Hace ya seis años que el movimiento espiritual Falun Gong es perseguido en la China comunista
El régimen chino intenta continuamente presionar a los gobiernos extranjeros para asegurarse de que los funcionarios chinos en visita oficial no se encuentren a nadie que tenga un punto de vista diferente. El régimen chino califica a cualquiera como opositor si no acepta la ideología comunista como la verdad más alta, en particular al Movimiento Democrático, los taiwaneses, Falun Gong, los tibetanos y los Ouigours.
Según los comunistas chinos, sólo los simpatizantes que agiten la bandera roja deberían ser admitidos ante la mirada de los visitantes oficiales.
El gesto de Koehler el jueves confirmó una vez más su posición hacia China. Fue citado en las noticias de la revista Spiegel, justo algunos días antes de la visita de Hu, expresándose abiertamente contra los convenios comerciales con los "autores de abusos contra la humanidad”. Se refería a la República Popular de China.
Fuente:
http://www.theepochtimes.com/news/5-11-13/34558.html
* * *
Se autoriza la impresión y circulación de todos los artículos publicados en Clearharmony y su contenido, pero por favor cite la fuente.