Soy practicante de Dafa en la ciudad de Jilin. Es Falun Dafa lo que me salvó de la muerte y me dio una nueva vida.
Viví en Jilin y tuve la posibilidad de comenzar la práctica de Falun Dafa hace algunos años, cuando trabajaba en Dalian. Luego Dafa fue perseguido. Como no comprendía en profundidad la Ley (Fa), dejé la práctica.
En 2002 volví a Jilin, no me sentía bien. Luego, mi salud se deterioró y no tenía ninguna fuerza. Pasé los exámenes en el hospital central de Jilin y me diagnosticaron que sufría un cáncer de ovarios que ya había desarrollado metástasis. El cirujano que me operó le dijo a mi hermana que mi pronóstico era de algunos días. Viviría posiblemente seis meses.
No puedo describir la tristeza que sentí cuando escuché estas noticias. No quería morir porque tenía sólo 40 años, habitualmente el mejor período de la vida y tenía un hijo que estaba en la escuela. ¿Cómo podía dejar este mundo en tal estado?
Busqué por todas partes remedios con muchos esfuerzos. Tomé muchas recetas tradicionales, tales como cáscaras de nuez. Pero en 2003 me pasó otra desgracia. Mi salud repentinamente se deterioró. El ascite hizo hinchar mi abdomen de modo que no podía desplazarme y me costaba respirar. No podía soportar el dolor de la enfermedad y pensé en el suicidio. Me corté las muñecas. Como estaba severamente deshidratada, no perdí mucha sangre. Mi familia me encontró y me envió a urgencias.
Más tarde, fui enviada al hospital de cáncer de Changchun para la quimioterapia. Después de tres meses, interrumpí el tratamiento porque no podía permitirme el pagarlo. Volví a casa esperando mis últimos días. Mi hermana me preparó una mortaja.
Entre la vida y la muerte, repentinamente recordé el momento cuando practicaba con los practicantes de Falun Gong en Dalian. ¡Me di cuenta que había querido practicar Falun Gong! Ya estaba en un estado donde no podía ocuparme de mí misma, así que todo lo que podía hacer era leer Zhuan Falun cada día. ¡Después de leer Zhuan Falun muchas veces, se produjo un milagro! ¡Pude sentarme! Fuera de toda espera. Más tarde, mi apetito gradualmente aumentó. Lentamente, pude hacer los ejercicios. ¡Sobreviví!
Hace ya tres años y tres meses que comencé a estudiar la Ley de nuevo y a hacer los ejercicios. Ahora estoy recuperada completamente y soy una persona normal. Mi peso aumentó de 74 jin (82 libras) a 118 jin (130 libras). Ahora puedo ocuparme de mí misma. ¡Aprecio muchísimo a Dafa! Aprecio muchísimo a nuestro gran Maestro benévolo. Sin la salvación del Maestro y la difusión de Dafa, habría muerto. Digo desde el fondo de mi corazón: «¡Falun Dafa es grande! ¡Falun Dafa es la Ley justa!».
Versión en ingles disponible en:
http://clearwisdom.net/emh/articles/2005/12/13/67852.html
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