Representantes del movimiento espiritual Falun Gong apelaron el gobierno ruso para que denuncien lo que demuestra ser como la tortura más ampliamente difundida y el tráfico de órganos efectuados contra los miembros del grupo en China.
Sergei Skulkin, presidente del movimiento de la Organización Mundial para Investigar la Persecución de Falun Gong, dijo a los periodistas que las autoridades chinas tienen "campos de concentración" donde miles de practicantes de Falun Gong son asesinados para comerciar con sus órganos.
"Mientras Rusia tenga vínculos económicos cada vez más estrechos con China, no podemos tolerar que nuestro gobierno no tome una posición clara contra la tortura de los miembros de Falun Gong”, dijo Ivan Shkidiyuk, jefe del movimiento ruso del grupo de 5.000 miembros.
Falun Gong ayuda a la gente a purificarse ellos mismos a través de los ejercicios y de la meditación, basándose en una filosofía del budismo.
Reivindica a 100 millones de miembros, entre ellos 70 millones en China, dónde la práctica está prohibida.
Lyudmila Alexeyeva, jefe del grupo Helsinki en Moscú y campeón respetado por los derechos humanos, dijo en la misma conferencia de prensa que los regímenes totalitarios siempre reprimieron la espiritualidad y que en cuanto a la prohibición de Falun Gong él recuerda a la URSS en los años 1960 cuando prohibieron el yoga.
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