Austria: Enseñando Falun Gong y practicando los ejercicios en un parque de Viena

Hay un lugar bastante particular en la capital de Austria, el Parque de la ciudad de Viena. Cualquiera que sea el tiempo, este parque, que está situado en el centro de esta bella y antigua ciudad atrae a muchos turistas y residentes. A los vieneses les gusta charlar en los cafés o gozar del sol, sentados en los bancos de los parques mientras que a los grupos de turistas les gusta sacar provecho del verdor en medio de paisajes maravillosos y una gran abundancia de flores. Los turistas hacen fotos frente a la estatua de Johann Strauss, donde los practicantes de Falun Gong vieneses hacen los ejercicios de domingo a jueves, prácticamente sin interrupción. ¿Que tiene de especial este lugar? Turistas chinos visitan este parque cada día. Por eso, los practicantes lo convirtieron en su lugar de práctica y de clarificación de los hechos sobre la persecución de Falun Gong.

El lugar de práctica en el Parque de la ciudad de Viena.

Muchos turistas obtienen información sobre Falun Gong en este lugar de práctica

Nuevos practicantes aprenden los ejercicios

“Personalmente prefiero otro lugar”

Melanie, de Viena, persiste en hacer los ejercicios dos horas de domingo a jueves, cualquiera que sea el tiempo, con otros practicantes. «Nos quedamos sobre el césped donde prácticamente nadie podía vernos antes de que un practicante chino sugirió que se cambiara de lugar. Muchos turistas chinos pasan cerca de la estatua de Francois Joseph. Al principio a Melanie le supo mal aceptar la sugerencia. Más tarde hizo su preferencia personal. En consecuencia, el lugar de práctica se desplazó del césped hacia un lugar con arena y grava. «Hicimos esto para los turistas chinos» subraya. La primera vez que supo cual era la verdadera situación fue a la vuelta de su hijo de China. Su hijo Alexandre se convirtió en practicante de Falun Gong en 2001, un año y medio antes que su madre. En Changchun, en 2002, distribuía folletos que informaban de que Falun Gong era perseguido por el Partido Comunista Chino (PCC). Fue detenido rápidamente y custodiado por la policía. Algunos días más tarde fue expulsado por las autoridades chinas, aunque pensó que nunca volvería vivo a Viena.

“Sí, sabía que iba a hacer algo allí sin saber exactamente que. Me dijo que iba a China sin hablarme de los folletos que iba a distribuir” dice Melanie. Al recoger a su hijo en el aeropuerto, Melanie comenzó a prestar verdadera atención a la persecución de Falun Gong en China. Él llegaba con su chaqueta desgarrada de arriba a abajo por la espalda. Sus brazos estaban cubiertos de magulladuras. No se había recuperado completamente de la paliza. En aquella época, la vida de Melanie no estaba conectada de ninguna manera a China, así que no sabía que China era un régimen totalitario bajo la autoridad del Partido Comunista Chino.

En fait elle avait déjà vu le Falun Gong précédemment sans tout à fait comprendre ce que c’est vraiment. « Alors que je suivais des cours à Oberlaa, en jetant un regard par la fenêtre j’ai vu un groupe de personnes faisant de très beaux exercices sur la pelouse d’un parc. » Elle est encore émerveillée quand elle en parle aujourd’hui. «Tout était entouré de verdure, la pelouse, les arbres et les exercices paisibles. J’étais fascinée et j’ai pensé ‘Je veux apprendre aussi’ ». » Quand elle est sortie ces personnes étaient déjà parties. Plus tard elle a réalisé que ce qu’elle avait vu était le Falun Gong. C’est ainsi que Mélanie a commencé à pratiquer le Falun Gong et à prendre part à la clarification de la vérité pour mettre fin à la persécution.

De hecho, ya conocía Falun Gong anteriormente sin comprender del todo lo que verdaderamente es. «Mientras seguía clases en Oberlaa, eché una mirada por la ventana y vi a un grupo de personas que hacían ejercicios muy bellos sobre el césped de un parque». Todavía se siente maravillada cuando habla de ello. «Todo estaba rodeado de verdor, el césped, los árboles y los ejercicios apacibles. Quedé fascinada y pensé ‘quiero aprender también’». Cuando salió, esas personas ya se habían ido. Más tarde comprendió que lo que había visto era Falun Gong. Así es como Melanie comenzó a practicar Falun Gong y a participar en la clarificación de la verdad para poner fin a la persecución.

Melanie practica los ejercicios de Falun Gong

No siempre es fácil para Melanie ir a practicar los ejercicios al parque. Muchos practicantes no pueden ir entre semana a causa de su trabajo. Una vez hizo los ejercicios sola. En invierno, la temperatura en el parque es siempre algunos grados más baja que en cualquier otro lugar. En verano, los mosquitos son un verdadero problema. Pero a pesar de todo es una gran ocasión para clarificar la verdad. «A veces, varios autocares grandes llenos de turistas chinos llegan al mismo tiempo. Centenares de personas se mueven alrededor de nosotros y nos rodean como si fuéramos animales raros» dice Melanie con un poco de emoción. Cada vez que grupos de turistas pasan por ahí ciertos practicantes dejan de practicar para distribuir folletos y los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y para hablarles. Sus reacciones son a veces opuestas. Algunos se acercan valientemente para tomar los documentos y los leen en seguida. Otros gritan alegremente «Falun Gong, Falun Gong», mientras que otros no se atrevan a tomar los folletos abiertamente por miedo a tener problemas. Un pequeño número de personas, cuyo espíritu ha sido profundamente envenenado por la propaganda del PCC, se encolerizan cuando oyen hablar de Falun Gong. No son racionales y no toman el material de clarificación. Cuando cogen los folletos, los tiran o los desgarran.

La perseverancia de Melanie sufrió numerosas pruebas. «Un día, un hombre se bajó los pantalones justo delante de mí». Continuó los ejercicios sin prestar atención. Finalmente, el hombre se subió los pantalones y se fue. Otro día un hombre tomó la "Pequeña abeja" (Un aparato con la música de los ejercicios) y se fue corriendo. Cuando un practicante corrió detrás del hombre, tiró el aparato y huyó. Era difícil para Melanie concentrarse durante los ejercicios en este lugar agitado. En verano vemos de todo. Se ofrecen varios conciertos en un lujoso edificio que no está muy lejos y que atrae a bastantes personas. Oímos a veces el zumbido de la música popular o clásica. “Anteriormente, colgaban numerosas lámparas o regaban la arena, lo que volvía los alrededores muy ruidosos” dice ella. Hoy logra concentrarse muy bien durante los ejercicios. «Por supuesto oigo otras músicas. Pero no es más un problema en la medida en que me concentro sobre la música de los ejercicios. Gradualmente las condiciones han mejorado cada vez más».

Gracias a los esfuerzos de Melanie y de otros practicantes, el lugar de práctica existe desde hace varios años. Innumerables chinos y gente del mundo entero saben la verdad sobre Falun Gong en este lugar.