Historias antiguas de China: Las recomendaciones prudentes y desinteresadas de Qi Xi

En el tercer año del reinado del Duque Xiang del Estado de Lu, en la época del Período De La primavera y El Otoño (722-481 antes de J-C), un oficial militar de alto rango llamado Qi Xi decidió retirarse y volver a su casa. Antes de irse, el Duque Dao del Estado de Jin le pidió recomendarle a alguien para reemplazarle. Qi Xi le recomendó a Jie Hu, a pesar de que fue su enemigo número uno. Cuando el Duque Dao estaba a punto de nombrarlo como sustituto de Qi Xi, Jie Hu murió. El Duque Dao pidió pues a Qi Xi recomendarle a alguien más. Esta vez le recomendó a su hijo Qi Wu. Entre tanto, Yang Shezhi, el brazo derecho de Qi Xi murió. El Duque le pidió recomendarle a alguien más para ocupar su puesto. Qi Xi le recomendó al hijo de Yang Shechi, Yang Shezhi y el Duque Dao aceptó ambas proposiciones.

Más tarde, Confucio hizo un comentario sobre la personalidad de Qi Xi. Confucio dijo: «Estas recomendaciones ilustran que Qi Xi había delegado en gente verdaderamente competente para estos puestos públicos. Esto no fue para manifestar afecto a su enemigo. Vio en él cualidades. Propuso más tarde a su hijo con vistas a su sustitución, fuera de todo egocentrismo. Recomendó al hijo de su brazo derecho, sin intención alguna de formar su propio clan. Según Los Clásicos de la Historia: ”Sin favoritismo ni facciones, la Corte Imperial se volvió virtuosa”. Estas palabras personifican bien a Qi Xi. Verdaderamente recomendó a gente competente, tales como Jie Hu, Qi Wu y Yang Shechi para puestos públicos. Cumplió tres buenas acciones porque recomendó a personas verdaderamente talentosas para el gobierno. Sólo personas virtuosas pueden recomendar a personas como ellas. Según la Recopilación de los Cantos: «Precisamente es gracias a su virtud que alguien es capaz de recomendar a la gente que tiene virtudes semejantes como funcionarios públicos». Qi Xi es un hombre virtuoso.

Esta historia es un resumen del “Comentario de Zuo" extraído de los Anales De La primavera y El Otoño, las crónicas oficiales del Estado de Lu, recogidas por Confucio que cubre el período 722-481 antes de J-C.