Mi condición anterior era la siguiente: yo estudiaba el Fa todos los días, pero no hacía mucha clarificación de la verdad. Algunas veces, cuando enviaba pensamientos rectos las cosas iban bien, otras veces iban mal, y otras veces no me daba cuenta de que mis manos habían cambiado de posición. Cuando los miembros de mi familia, que también son practicantes, me señalaban estos problemas, el ye de pensamiento me poseía y no actuaba como un cultivador. Cuando escuchaba algo en mis oídos, ya fuera tan leve como la hierba moviéndose con el viento, mis pensamientos se encrespaban. No estaba claro en el Fa y no sabía cómo cultivarme. Sabía que estaba equivocado y trataba lo mejor que podía de cultivarme, pero sentía que mis progresos eran minúsculos.
Esta condición continuó por más de dos años. Durante este tiempo leí las experiencias de muchos practicantes que memorizaron el Fa. Yo también empecé a memorizarlo, aún cuando las bases para comenzar no eran rectas. Durante el proceso de memorización del Fa, se volvieron rectas. A través de eso me di cuenta que ya tenía más en claro mis propios problemas, y que no entendía algunas partes de Zhuan Falun ni siquiera superficialmente, y ni hablar del significado más profundo. Empecé a mirar adentro y a través de la continua memorización y del estudio del Fa, empecé a tener más claro el Fa y entendí las palabras de Shifu de que, en la práctica de cultivación, nada de lo que uno encuentra es accidental.
Cerca de la entrada de mi casa, alguien tiraba frecuentemente basura inmunda. Al ver esto me puse muy furioso. Sin embargo, al mismo tiempo sabía que debía mirar adentro, quizá había hecho algo similar y dañado a otros anteriormente o tal vez, había tirado mis propias cosas sucias. Sin embargo, me seguía poniendo furioso frecuentemente cuando pensaba en ello. Ahora, cuando cosas similares surgen, inmediatamente me vuelvo consciente de ello porque es un reflejo en la superficie, de que mi propia dimensión todavía no está rectificada. Ésa es la razón por la que encontré inicialmente ese fenómeno inquietante. Por lo tanto, limpio mi propia dimensión rápidamente, rectificando lo que no es recto en cada uno de mis pensamientos y nociones. Siguiendo esto, los entornos cambiaron.
Elementos que no son rectos están escondidos en nuestros apegos y en nuestros pensamientos y nociones incorrectos. Quizás es porque sólo un pensamiento que no es recto puede traer consecuencias en esta dimensión superficial. Sin embargo, si podemos mirar incondicionalmente adentro, en cualquier momento que estemos ante situaciones difíciles, podremos encontrar apegos que todavía no hemos cultivado y pensamientos y nociones que no son rectos. Si todos pudiéramos mirar adentro incondicionalmente, entonces los elementos del mal no existirían. El factor más importante para llagar ahí es estudiar el Fa con nuestros corazones y armonizarnos con el Fa para rectificarnos a nosotros mismos.
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